Civil WarSpanish Civil War

REPERTORIO AMERICANO 251 propósito de Agustín Bartra Selecciones del Arbol de Fuego Espero que en México se publicará Tierra Dividida, otra colección de poesías que tiene lista Bartra. En estos tiempos, cuando la guerra está dividida en innumerables unidades egocéntricas y hostiles, es un alivio ver a los poetas co luchar con los psicólogos adlerianos para crear una comprensión de que la cooperación es la mejor manera de vivir.
Muy sinceramente suyo, ANTONIO BRUCK Cada uno será una lanza dentro de la tarde morada.
Las enlutadas: Para siempre tendrás boca de piedra, para siempre te es inútil el aire.
Para siempre barca varada, para siempre uva exprimida.
Por las rutas alucinadas vamos dejando rastros de certezas amargas, sembrando rictus indelebles y apoteosis de crespones.
Han desgarrado los crepúsculos los vientos delirantes.
Ya es inútil buscar iris en la ausencia de tus ojos.
Te traemos.
suspiros de núbiles grávidas de tristeza.
La hierba: en la roca de tu pecho ¡ay! qué fuente de claveles ha secado la muerte. San José de Costa Rica, de julio de 1941.
Estimado don Joaquín: Habiendo sido el Repertorio el instrumento por el cual encontré otra vez a un amigo muy querido, siento el impulso de dar a conocer en él la personalidad de ese amigo, Agustín Bartra, joven pero genuino poeta.
En el Repertorio de noviembre pasado súbitamente descubrí una poesía de Bartra, que le había llegado a través de la oficina de Cooperación Intelectual en Washington, con la indicación de Bartra estaba en Ciudad Trujillo. Inmediatamente le escribí. Entre tanto, Bartra con quien habíamos correspondido mientras que él estaba en el Campo de Concentración de Argeles sur Mer y yo en París, estaba buscando contacto conmigo a través de la Legación de Santo Domingo en Centro América. Me dice: Encuentro más perfecto haberlo encontrado por mediación de un poema que no por una gestión burocrática oficial.
Bartra está ahora en México. Estoy convencido que esa tierra con su gente tan recia como lo son los campesinos catalanes, va a inspirar a Bartra nuevas poesías profundamente buque EN RAPSODIAS UN SOLDADO MUERTO: El ángel de la tierra: He oido el redoblar de muerte repentina de tu cuerpo contra el tambor de la tierra Los cipreses: No podemos llorarte hojas pero nos juntamos en muralla para protegerte del ataúd negro y del mármol de una lápida.
El ángel de la tierra: Permaneces ¡firmes! en la inmortalidad de la patria.
invencible en la honda memoria del co razón.
EN VOZ DE LA NOCHE: manas.
He callada demasiado.
He de hablar como quien escupe un negro vómito de sangre o como si lanzara una piedra iracunda contra el espejo de la felicidad.
Ningún río de leones y plomo podría ahogar mi voz de puño crispado.
Quiero hablar a todo lo que canta y brilla y ríe en este mundo.
He de decit me! vosotros hablo, indiferentes lejanos, vidas blancas y plácidas que habitáis ciudades y pueblos sin círculos de hierro y fuego Estáis rodeados de primaveras y cubiertos de cielos tranquilos, pero me clavaré como una flecha en vuestras espaldas glaciales, caeré dentro de los nidos tibios de los regazos de vuestras mujeres y haré bailar una sombra de harapos en los muros intactos de vuestras casas.
Es preciso que sepáis de mi, de nosotros.
Que os lance la soledad de millones como yo.
Hombres que caminamos con ruido de cantimplora vacía al costado y soportamos metrallas persistentes.
Sobre la tierra dura hemos dormido meses y meses sin ver el cielo estrellado, indiferentes al nacimiento de los astros y al milagro del alba.
Qué sabéis del beso dado ante partidas definitivas, de vivir diez muertes cada dia, de este querer abrazar la mariposa del instante como si fuera una columna. Qué sabéis vosotros de este orgullo nuestro de fango rebelde con estremecimiento de ala?
En su paso por Santo Domingo, Bartra publicó una colección de poesías allá, El Arbol de Fuego, en el cual se manifiesta una vez más aquella facultad suya que más admiré durante las muchas horas que pasamos juntos en Barcelona: la facultad de expresar insuperablemente cualquier idea. El mismo tradujo sus poesías del catalán, Muchas veces, sentados en un pequeño café del Paseo Pi Margall en Barcelona, le contaba yo a Bartra casos psicológicos tratados por mí.
Le analicé los sentimientos de mis consultantes con todo detalle hasta que, al fin de 10 15 minutos, Bartra súbitamente salió con una expresión corta que resumía inimitablemente el problema psíquico que yo le había expuesto.
Nos habíamos encontrado en 1933, a base de un anuncio mío, ofreciendo clases de inglés a cambio de clases de castellano. No llegamos más que a dos clases de inglés; nos dolía pasar el tiempo que teníamos juntos con estudios tan terre a terre. Frecuentemente, sin embargo, traducía yo para Bartra a Rainer Maria Rilke, con quien tiene mucho parentesco psíquico, oa Thomas Mann, otro artista de la expresión.
La Guerra Civil española hizo un soldado de Bartra. Tenía 30 años. Matar en vez de crear era muy ajeno al alma del poeta, a pesar de sentir la causa del pueblo y de su Cataluña con máxima intensidad. Trabajando en oficinas militares o en las trincheras, Bartra era ante todo poeta. Sus poesías Molts. Muchos. en la que los soldados muertos o enterrados avudan aun a su patria empujando las plantas de abajo con su palma abierta para que crezcan más rápidamente) Elles. Ellas. que describe los sentimientos de las mujeres en una estación, después de la salida de un tren al frente, llevando sus hombres. son joyas auténticas de la poesía de guerra de todo el mundo.
Puesto que me parece que la facultad de expresión es la que distingue al poeta, me limito a mandarle, en las hojas que incluyo, una selección de expresiones del Arbol de Fuego EN PAVILLON T1. ALBA. Por qué esta dulzura de rosas trémulas sobre nuestra sucia realidad dormida. Por qué este aéreo florecer cubriendo el río domesticado donde flotan los frutos (podridos de nuestras existencias?
EN PALABRAS DE HOMBRE: He aquí que caigo arrodillado con un infinito anhelo de hablarte en este silencio de negros presagios, en esta espera final que te abre una agonía diferente en cada ojo.
Nunca como ahora habia advertido que hablarte es hablarme.
Tú sabes que ya no existen dioses por los cuales combatir, que en los mataderos no se mana sino que se es sacrificado.
Qué te importan las grandes verdades que gritan los palacios y parlamentos!
Tú no comprendes nada de la arquitectura del odio.
EN NO SABRIA DECIRTE: Todo estaba dispuesto desde siempre para recibirte, tú que hubieras podido no llegar nunca, tú que hubieras podido no pasar de ser anhelo y larga ausencia de luz.