Civil War

Repertorio Elmericano SEM NA RIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXXVIII San José, Costa Rica 1941 Sábado 11 de Enero No Año XXII 906 Rubén Darío contra Bolívar?
La espada de Ayacucho Los niños del mundo El heroísmo británico Profesor fascista Noticia de libros Manhattan Elegia Los abogados del Uruguay Lo que representa Inglaterra En este número: Juan Larrea Recordamos a Masferrer Diego Córdoba Alberto Masferrer Pablo Rojas Paz Don Fernando. Su azúcar y su tabaco Calibán Estación perdida José Gabriel Bárbaros, las ideas no se matan El escrutinio contra la cultura Enamorado Cuesta Guiones Una edición fraudulenta Angel Ossorio Oración para Alfonsina Storni Luis de Zulueta El segundo Atila Francisco Luarca Julio Enrique Avila Lino Novás Calbo Juan Ramón Jiménez. Clemente López Trujillo. Sixto Martelli. Julio Senisse ¿Rubén Darío contra Bolívar?
Por JUAN LARREA (De España Peregrina, México, agosto de 1940. se En estos días universales que trajeron consigo la conferencia de La Habana ha oído elevarse al otro lado del Atlántico una vanamente impostada voz de sirena. José María Pemán, si desdeñado por las antologías, encumbrado por la fuerza a la Presidencia de la Academia Española de la Lengua, ha vertido en el micrófono todo su caudal de inflexiones seductoras. En calidad de poeta, según dice, ha dirigido a la juventud hispanoamericana un mensaje titulado En respuesta a la Salutación de Rubén Darío que ha publicado integramente el semanario Domingo en su número de 14 de julio y que será seguramente reproducido en no pocos lugares de América. En tono pacigüeño, cautivador, insta a esa juventud a dar cumplimiento a una supuesta profecía de Rubén Darío adversa al panamericanismo y favorable a una hispanidad franquista.
Ya es vieja esta cantinela entre los facciosos de España. Fué Ramiro de Maeztu, si no me engaño, ese extraño mártir. propugnador, como tantos otros, de la guerra civil y del atentado personal en cuyo abismo, cumpliéndose el dicho del Espíritu Santo, ha perecido, quien puso en boga el poema Salutación del Optimista al declamar en histéricos alardes aquellos sus conocidos versos. 1)
Quién será el pusilánime que al vigor español niegue musculos y que el alma española juzgase áptera y ciega y tullida?
Más tarde, durante la guerra, el bando nacionalista que la desató, renegado por todos los poetas españoles. dignos de ese nombre (2. siguió agarrándose a sus exámetros como a un imaginario clavo ardiendo. El empeño continua.
Creen al hacerlo así tener en sus bocas la palabra clave que por obra y gracia del verbo hispánico ha de abrir a su dominación las puertas del Nuevo Mundo.
No parece difícil, sin embargo, descubrir en tal porfia un aspecto más de la indigencia que en el orden del espíritu aflige a los opresores del pueblo español, una nueva y odiosa expresión de la fuerza bruta que si asesinó a García Lorca no tiene por qué guardar respeto al nombre preclaro de Rubén. En régimen de tan honda incultura como el que padece España, atentado de tal naturaleza contra su espíritu no podía legitimamente incumbir sino a quien decorado con el título de Presidente de la Academia de la Lengua es, por decreto y a la letra, su pontifice máximo (3. Aquel José María PeRubén Darío Caricatura de Garcia Cabral