Marxism

REPERTORIO AMERICANO 109 sito letrados. y nombra a un conde Sadlnitzky jefe supremo de la policía de seguridad de Viena, con muy precisas instrucciones de no dejar imprimir una sola línea ni decir una sola palabra en los escenarios sin que antes su inquisidor ojo oficial les hubiera dado su visto bueno.
En medio de tan dramáticas contingencias el hombre ha proseguido tenazmente su lucha por la libre expresión de su pensamiento. Y, aunque algo ha logrado ya en ese terreno, todavía es mucho lo que a estas alturas le falta por conquistar. Para decir la verdad, preciso es confesar que, en la actualidad, el destino de la libre expresión del pensamiento no puede ser más triste. Mientras en la vieja Europa unos pueblos conquistan su derecho a pensar, y otros defienden el suyo por todos los medios de que disponen, en América la libre expresión del pensamiento está rodeado de los más graves peligros. si bien es verdad que hasta ahora no ha habido en América gobierno capaz de proscribirla, es lo cierto que unos la impiden de hecho y otro las restringen o limitan, por medio de decretos y hasta de leyes.
En la República Argentina, por ejemplo, han ocurrido últimamente diversos hechos altamente reveladores y sintomáticos. El intendente de la Municipalidad de Buenos Aires, previo dictamen de una Comisión Asesora de Calificación de Publicaciones y Materiales Plásticos, tiene la facultad de retirar de la circulación, bajo el calificativo de inmorales, aquellas obras cuya difusión no convenga a los intereses del actual régimen peronista. Se tiene noticia de que, con tan odioso pretexto, fuérecientemente incautada por la policía una serie de libros entre los cuales cabe mencionar los siguientes: De la docta ignorancia, del cardenal Nicolás de Cusa; El Existencialismo, del catedrático francés Henri Lefebvre, y Calabozo 51, del escritor ecuatoriano José Joaquín Silva, actual primer secretario de la embajada de su país en Río de Janeiro. Aunque supongo que el cardenal Cusa jamás escribiría un libro que pudiera tacharse de inmoral, no me refiero al suyo por la sencillísima razón de que no lo conozco. Conozco, en cambio, El existencialismo, de Lefebvre, y Calabozo 51 de José Joaquín Silva. El libro de Henri Lefebvre es esencialmente polémico Constituye una acerva crítica filosófica, marxista para más detalles, del pensamiento existencialista francés.
El de José Joaquín Silva contiene seis vívidos y realistas relatos en los cuales se pinta con grandes y dramáticas pinceladas el drama del hombre en un medio inhóspito y cruel. Hay en esos relatos ciertamente. escenas de sombría crudeza, pero ¿es que puede describirse ese ambiente social con pinceladas color de rosa? Los hechos que aquí se relatan no son esporádicos, ni se deben a una simple casualidad. Constituyen un claro índice de que la expresión del pensamiento está entre nosotros mucho más entrabada de lo que corrientemente se supone. si no salimos hoy a rescatarla cuando todavía se está a tiempo de hacerlo, mañana no nos cansaremos de lamentarlo.
mo a la edad de treinta años. mientras su compañera tenía sin duda dieciséis primave.
ras. Chateaubriand. El genio del cristianismo. Por qué fué aceptada la creación?
Porque fuera de la creación, el dios infinito cesa de existir. En efecto: si la materia es eterna así como Dios, los dos principios coexisten; lo que es bien para uno, es malo para el otro, es decir, que no hay bien ni mal. No diré que todo hombre que sostiene la eternidad de la materia es ateo, dice De Maistre, sin embargo cuando se admite una existencia cualquiera independiente de Dios, se siente en conciencia que todo el edificio del ateísmo vacila y que no sabemos en qué apoyarnos. Es verdad, el teismo y la eternidad de la materia son incompatibles. Pero la creación y el razonamiento lo son igualmente. Por qué no fué rechazada la creación?
Porque el antropomorfismo es todavía el único apoyo de las bases sociales, y que al rechazar la creación, el dios antropomorfo dado como todopoderoso viene a ser imposible. Pero semejante conjunto es absurdo!
Sin duda alguna, pero también es nece.
sario todavía. Fuera del Credo quia absurdum, quia impossibile (1) y de una inquisición suficiente, no hay orden posible en la época de ignorancia. Será menester volver al credo y a la inquisición su inevitable comadre; será menestet volver a ello de una manera absoluta. o sino, hay que hacer adelantar la ciencia. Mientras tanto, es curiosísimo ver a nuestros pig.
meos chapoteando en los atascaderos académicos. Colins. Ciencia Social. VI.
112 114. Por qué es que tantos hombres de mérito se han gastado en querer armonizar el Dios creador con la libertad, con el libre albe.
drío?
Es que los que no han tenido suficiente juicio para reconocer esta incompatibilidad, han sido cegados por el prejuicio, o arrastrados por la vanidad de querer explicar lo imposible, de explicar lo absurdo. Hay muy pocos individuos que sepan decir: no sabemos. No es solamente del lado de los creyentes religiosos que se halla lo absurdo, es también de parte de los creyentes materialistas.
Si es cosa evidente que la libertad psicoló gica y el Dios creador son incompatibles, no lo son menos el materialismo y la libertad. sin embargo la ciencia actual es materialista y afirma la libertad, puesto que preicnde saber razonar. Es el revés de la medalla. Piedad para los dos!
La cuestión del libre albedrío es la más simple que pueda existir. Todas las necedades que han sido dichas sobre esta cuestión vienen de no haber querido reconocer, unos por ignorancia, los otros por mala fe, que este problema no puede ser resuelto antes de saber si la facultad de sentir, o sea el alma, es material, o si es inmaterial. Si el alma es material, la libertad no puede existir, cualesquiera sean las apariencias de libertad. Si el alma es inmaterial, la libertad existe necesariamente, con tal QUÉ HORA ES ES. 19 DS OXX1 Lecturas para maestros: Nuevos hechos, nuevas ideas, sugestiones, incitaciones, perspectivas y rumbos, noticias, revisiones, antipedagogía.
COMPILACION DE ESTUDIOS SOBRE EL PROBLEMA MORAL Fe religiosa Se ha jugado con lo que hay más sagrado en el mundo: la ingenuidad del niño llegando al conocimiento y a la vida. Pierre Leroux. Nada es menos razonable que buscar la razón de la sin razón. De Potter. Un misterio es un hecho fuera de la razón. Por qué entonces, razonar sobre este hecho. Por qué buscar racón allí donde se confiesa no haberla. Id. Es cosa tan fácil razonar bien en moral, sobre las unidades reales, las almas (las facultades de sentir, las sensibilidades. como lo es razonar bien en matemáticas sobre las unidades de convención. Colins. Un ser material no es; sólo aparece de tal o cual manera. Sólo los seres inmateriales son, y son eternos; demostraremos su existencia de modo lógicamente incontestable. Id. La leyenda cristiana es un enjambre de cuentos maravillosos, con precisión en los de alles y oscuridad del símbolo. No hay cuestión que haya ofrecido al espíritu más dificultades que la de la creación, y en la cual se haya más extraviado. No se conoce filosofia que no venga a parar en la negación, sea explícita, sea implícita de este acto del todopoderoso, o que no lo suponga (En Rep. Amer. Traducción y envío de Paul Deliens, en Cartago, Costa Rica. meramente sin explicarlo de manera alguna.
De Lamennais. Hay que abandonar la definición que crear es sacar de la nada. Porque la nada es una quimera, una contradicción. Cousin. Hacer algo de la nada, es identificar lo positivo con lo negativo. Es lo absurdo al máximo de la evidencia. La crítica más cruel, más ingeniosa, más chistosa, voluntaria o in.
voluntaria, es la siguiente. Dios ha debido crear y sin duda ha creado el mundo con todas las marcas de vetustez de complemento que vemos. En efecto, es Verosimil que el autor de la naturaleza planta primero viejas selvas. Los robles llevaron sin duda a la vez cuervos viejos y la nueva posteridad de las palomas. Sin esta vejez originaria, no hubiera haLido fausto ni majestad en la tarea del ser eterno, y la naturaleza en su inocencia hubiera sido menos bella que en su corrupción de hoy día: una insípida infancia de plantas, de animales, de elementos, hubiera sido una tie.
rra sin poesía. Pero Dios no fué tan pésimo dibujante de las florestas del Edén así como lo pretenden los incrédulos. El hombre rey nació él mis(1) Lo creo, porque es absurdo, porque es imposible. Es decir: me conformo en creerlo porque siendo absurdo, contradictorio, imposible, no lo puedo entender, no lo puedo aceptar por el razonamiento, porque si lo examinase me daria cuenta de que es absurdo. Por cjemplo: el creyente sabe que uno no puede ser igual a tres, pero cree en lo absurdo de la santísima trinidad divina. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica