REPERTORIO AMERICANO 207 De aquel instante mío (En el Rep. Amer. Yo sería para el campo de tu cuerpo una vida; estaría dentro del vino que tú escancias mejor.
Me revela el sentido un júbilo divino, si al mirarme en tus ojos trepo el mundo interior.
Porqué entonces me niegas que a tu fe me convidas. cuándo el radiante ensueño se desnuda en temblor. Cuanto más desprovisto de minas está un país, tanto más los habitantes tienen ideas exageradas sobre la facilidad con que se sacan riquezas del seno de la tierra. Cuánto tiempo hemos perdido, en cinco años de viajes, visitando, a invitación perentoria de nuestros huéspedes, quebradas cuyas capas piritosas llevan hace siglos el nombre fastuoso de minas de oro! Cuántas veces hemos sonreído al ver hombres de toda clase, magistrados, curas de aldea, graves misioneros, moler, con una inalterable paciencia, anfibolo o mica amarilla para de ellos sacar oro por medio del mercurio. Este furor con que se dan a la busca de minas aguijo.
nea sobre todo en un clima en donde el suelo sólo exige ser ligeramente removido para ofrecer ricas cosechas. Alejandro Humboldt, Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente.
Tomo II. Caracas. 1941. 0Hallar brazos abiertos.
júbilo en las pupilas; y el pensamiento tierno de un armonioso, cuento. La vida así es un sueño, de eternidad por cierto. Correr en sangre viva si trémula en el cuerpo, idomina lo escondido que calla en un silencio. La apercepción de ese elemento de necesidad de universalidad en la ciencia es una de las mayores proezas de los griegos. Tales, viajando por el Oriente, halló que los egipcios poseían ciertas reglas groseras de agrimensura. Cada año la inundación del Nilo se llevaba los mojones y había que marcar de nuevo los terrenos. Los egipcios habían inventado el método de dividir el terreno en áreas rectangulares para poder arreglárselas con las inundaciones. No le interesaba a Tales la señalación del terreno, pero vió que el método se podía desprender del fin particular y podia generalizarse convirtiéndose en un método para calcular áreas de cualquier forma. Así, las reglas de agrimensura se convirtieron en la ciencia de la geometría, y la trasformación dependió precisamente del reconocimiento del elemento. al que Kant procuraba dar cabida. Joad. Guia de la Filosofia.
Editorial Losada. Aires, 11941. Labio infinito que un sabor eterno de soledad su luz abre en la sombra.
El amor don tan grande, y tan pequeñoangustia en el espacio que hoy te nombracomo el eco en el cielo de un misterio.
Costa Rica, julio, 1941.
YSOLA GÓMEZ Simiente a En Caripe es muy antiguo el uso del aceite de los Guacharos, y los misioneros no han hecho más que regularizar el método de extraerlo. Los miembros de una familia india de nombre Murocoima pretenden ser los propietarios legitimos de la caverna, como descendientes de los primeros colonos del valle, y se arrogan el monopolio de la manteca; pero gracias a las instituciones monacales, sus derechos no son hoy más que honoríficos.
Según el sistema de los misioneros, los indios están obligados a proveer de aceite de Guacharo la lámpara de la iglesia, y afirman que el restante se les compra. No hemos de fallar ni sobre la legitimidad de los derechos de los Morocoimas, ni sobre el origen de la obligación impuesta a los indígenas por los frailes. Parecería natural que el producto de la caza perteneciese a los que la hucen; pero en las selvas del Nuevo Mundo, así como en el centro de la civilización europea, se modifica el derecho público según las relaciones establecidas entre el fuerte y el débil, entre los conquistadores y los conquistados. Alejandro Humboldt, Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente.
Tomo II. Caracas. 1941. Terminada una guerra, en el momento de concertar la paz sería muy conue.
niente que los pueblos, además de una ceremonia o fiesta de acción de gracias, ofrecieran a Dios un dia de solemne penitencia para impetrat del Cielo perdón por el grandísimo pecado que la Humanidad comete negándose los pueblos entrar en una constitución legal con demás naciones y aferrándose en su orgullosa independencia al uso de la barbarie militar que no sirve, en realidad, para conseguir lo que se quiere, esto es, la definición del derecho de cada uno Las fiestas de acción de gracias que se celebran durante la guerra con ocasión de una victoria; los himnos que se cantan al Señor de los ejércitos dicho sea en buen hebreo, todo eso forma un contraste no pequeño con la idea moral del Padre de los hombres. Todo eso supone una indiferencia total respecto del modo como cada pueblo procura su derecho. esto es ya bastante entristecedor. Añádanse además el júbilo por haber aniquilado a muchos hombres y deshecho muchas venturas.
Los niños disputan y al disputar se pelean a veces. La lucha con los puños es el medio natural e inglés que tienen los niños de zanjar sus cuestiones. Qué sucedáneo hay o hubo en las demás naciones. Qué desearíais en su lugar? Aprended, pues, a boxear como aprendéis a jugar al criquet y al foot ball. No sólo no perderéis nada, sino que ganaréis mucho con aprender a boxear bien aunque no hubierais de usarlo por necesidad; no hay ejercicio mejor en el mundo para el desarrollo de los músculos del tórax y de las piernas.
En cuanto a luchar, evitadlo, si podéis, por todos los medios. Cuando la ocasión llegue, si llega, y tengáis que contestar Sí o No a un reto para luchar, decid No, si es posible. mas mirad bien por qué decís No. Sería una prueba de gran entereza si lo hicierais por motivos verdaderamente cristianos. Es licito y justificado si lo hacéis por aversión al dolor físico y horror al peligro. Pero no digáis No por miedo a un golpe y declaclaréis o penséis que lo decís por temor a Dios, porque eso ni es cristiano ni noble. si lucháis, luchad con denuedo y no os tindáis mientras podáis teneros en pie y ver. Thomas Hughes, Tomás Brown en la escuela. Calpe. Madrid. 1923. El elemento de necesidad en la ciencia. Kant. La paz perpetua. Madrid. 1919.