216 REPERTORIO AMERICANO La timidez de Rubén Darío (Envio del autor. De La Nación Santiago de Chile, 22 VI 41. RVBÉN DARIO Al escribir el nombre de Rubén Darío, evoco Es lo peor que puede usted hacer repuseveinte años de amistad y un paréntesis de bataporque parecería el gesto de un culpable que se lla.
desembaraza del fruto del delito. Imaginemos El paréntesis de batalla fué originado por el que se deja Ud. llevar por los nervios, que un prólogo que escribi para el libro Trompetas de agente lo sorprende, que rescata el paquete antes órgano de Salvador Rueda. Nada dije contra el de que se hunda en el agua.
gran poeta nicaragüense, por el cual tuve en toY seguimos haciendo suposiciones.
do momento la más franca admiración. Pero DaEn París milenario, que cada uno de nosotros cío, que algunos años antes había prologado, a creía descubrir, los vendedores de libros viejos, su vez, mis Crónicas del Bulevar, se sintió lasticon sus interminables hileras de cajones a orillas mado, más que por el aplauso al cantor de Sevidel Sena, atraían a todos los intelectuales iberolla, por el gesto rebelde y personal del ex disciamericanos, y a poco andar encontramos a Alpulo que empezaba a andar con fuerzas propias.
berto Tena, cuentista argentino, que colaboraba Tal fué el origen de un inofensivo tiroteo de por entonces en Caras Caretas.
ironías en el Heraldo de Madrid. Todo es posible corroboró, interviniendo en No tardamos en reconciliarnos. Una mañana la conversación; el absurdo es el Dios pagano me sorprendió el csceitor dominicano Pérez Alde la vida. Acabo de escribir una página de imafonseca con una esquela concebida en estos térginación alrededor de un hombre bueno que lleminos: Estimado amigo: Darío quiere verle lo ga a una ciudad nueva para él y resulta víctima más pronto que a usted le sea posible dejarse ver.
de una casualidad trágica.
El quisiera que usted viniera a casa de él esta El argumento se concreta así: un asesino demisma tarde; es cosa urgente. Si a usted le es cide esconder un cadáver en una casa que supofácil, mándeme otro petit bleu cuando reciba ne deshabitada, precisamente en la casa donde se éste, diciéndome a qué hora viene usted. Corha alojado hace pocas horas el viajero de mi dialmente. No pudiendo salir ese día, contesté cuento; y al volver este a altas horas de la que les esperaba en mi domicilio. fué Darío noche, al hallarse ante el cuerpo rígido, juzganel que insistió: Quecido amigo: Enfermo desde do que nunca logrará justificarse, pierde la razón.
hace dias, no puedo ir a verlo. Creo que dentro No pude dormir hasta que despuntó el alde dos o tres días podremos encontrarnos, supli(Por Ochoa) ba confesaba Darío, al cabo de algunos días, cár dole sea en mi casa. Su intelectualidad y su cuando nos volvimos a encontrar el cuento de amistad, que se muy verdadera, me excusarán. desdeñosa, la consentida dueña de casa y para Tena es horrendo; nos acecha el peligro a todas Muy suyo. Hasta que el componedor benévolo el que poeta se inspice, aquí dejo un poquito de horas; puede pasar ahora por esa calle un malse decidió a preparar un encuentro casual una hechor perseguido y deslizarme en el bolsillo el cognac.
tarde en el Jardín del Luxemburgo, donde nos Darío miró al álbum de tapas de terciopelo, collar de perlas que acaba de robar. Cómo proabrazamos otra vez, sonriendo uno y otro inte empavesado y cursilón, contemplo la dorada curbar que no soy cómplice? Un banquero, un coriormente ante el fermento de comicidad que sue va cristalina de la copa y permaneció inmóvil.
merciante, tienen responsabilidad defensa solen encerrar las susceptibilidades literarias.
Sólo después de un largo silencio uno de esos cial. Pero un escritor, un poeta.
Traigo a colación el episodio para decir que silencios rubenianos, amenizados por crispaciones Los miedos pueriles nacían de su situación de conocí a Rubén como maestro, como amigo, como de cejas y movimientos guturales, como paladean soñador, extraviado en un mundo donde la arguadversario, en todas las facetas y en todos los do acibar se decidió a teazar, nerviosamente, en cia imperaba y donde quedaban sacrificados cuanEstados de espíritu, y para declarar también que garabato, su firma escueta. Después de lo cual, tos cargaban sobre sus hombros fardo insensiempre fué bueno, genecoso, cristalino, como su sin probar el líquido, volvió a hundirse en silen sato de la sinceridad.
poesía de los mejores momentos.
cio impenetrable, ajeno a lo que ocurría. en No cabe duda de que Rubén, por descentrado El eje de su carácter era la timidez. Una timi esa actitud extrahumana de Buda meditabundo o por enfermizo, cultivaba una vibración exaspedez hecha como la timidez de todos los hombres permaneció hasta el fin de la reunión.
rada. En él las emociones levantaban resonaninteligentes de un miedo atroz al ridículo, de Al día siguiente decía a sus amigos: cias olímpicas. Peco esa es la debilidad y esa es la excesiva importancia otorgada a lo que podían. Sólo encontré la respuesta adecuada cuando la fuerza de todo escritor verdadero. Sin un amdecir o pensar los demás, del desdoblamiento de estuve en la calle; debí respondec: Señora, la coplificador de los movimientos del alma, no hay su ser en múltiples personalidades que le llevaba pita de cognac la ofrecerá usted a alguien desarte. El arte es siempre exaltación. Reducido a a presentir el pensamiento no expresado de los pués de la comida; en cuanto a la firma, aquí la ideas frias, sólo resulta reminescencia oleográinteclocutores, de una red complicadísima de bi pongo antes de irme; y conste que me despido fica.
furcaciones mentales que daba por resultado un sin rencor. Anormalidad? Desde luego. Pero ¿en qué conalejamiento total de la realidad.
Pero Darío no tuvo nunca la capidez mental siste la anormalidad? Lo mismo puede traducirse El primario salvaje se juzga siempre infalible. que exige la réplica oportuna, y ello fué la causa er diferencia favocable que en diferencia desfaPero el intelectual sensitivo, aunque esté seguro del papel deslucido que le tocó a menudo en suervorable, tomando como cartabón el medio. Una de su razón, aunque se halle convencido de su te en las reuniones numerosas.
anormalidad negativa es el enano, el ciego, el superioridad, se siente invariablemente perdido Confirma esa timidez otra anécdota que voy idiota. Una anormalidad positiva es el atleta, el frente a la incomprensión o ante la posible intera referir.
niño prodigio, el calculador que resuelve en un pretación errónea.
Caminaba una tarde Darío junto a los murarelámpago arduos problemas. La anormalidad no Si Darío empezó a beber, fué esperando adqui llones del Sena, llevando bajo el brazo dos o tres implica inevitablemente disminución. menudo rir seguridad para la batalla diaria. Los desen docenas de cubiertos envueltos en un papel de marca superación. Se puede ser diferente sin ser gaños y las zozobras le llevaron a abusar del ex diario. Los había adquirido a precio vil en una inferior. La misma ceación de un mundo es una pediente y a afianzar una reputación de dipsó alm. oneda de suburbio.
anomalidad de los astros.
mano que le amargó después la vida. Me arrepiento de haberlos comprado me Darío se sentía, además, disminuido, como toTan enojosa llegó a ser la leyenda y a tan in dijo en voz velada por la emoción. no se imados los del grupo, por la escasa estimación que genuas interpretaciones se presto, que en gina usted la inquietud que me causa este pale concedían los residentes de nuestras repúblicas fiesta ofrecida en París por cierta dama quete. Cada vez que veo un agente de policía en Europa. En aquella nueva edad de oro, que uruguaya, aficionada a la literatura o a los literatos a de siento una fuerza misteriosa hace fué el principio de este siglo, París vivía en pleapretar cir verdad las opiniones estaban divididas, y no el paso. Los cubiertos son míos, los acabo de pana orgía de fiestas, homenajes, conmemoraciohemos de asumir la responsabilidad de resolver gar, puedo probar de donde proceden. Pero nes y aniversarios iberoamericanos. Dios sabe hasei pleito, se encontró Darío de pronto frente si me detienen y me acusan de ladrón, no acerta qué punto se desbordó el Amazonas vanidoso a! inevitable álbum de autógrafos, refugio tra tacé a articular una palabra y me veré envuelto de la raza. No hubo un primario en viaje de exdicional de bellezas pretéritas y de inteligencias es un escándalo. Tan preocupado estoy, que ploración que no se pusiera en evidencia con vistas ilusorias.
siento tentaciones de arrojar el paquete al río al cable laudatorio destinado a inmortalizarlo en Necesito en esta página su firma susurró, para serenarme. Pasa a la pág. 223. una que me