268 REPERTORIO AMERICANO Rafael Roig APARTADO 523 enEntre el deslumbramiento de los reflectores vemos pasar casuchas ruinosas, quiscos de Construcciones Medidas Fincas Copias Heliográficas grandes palas erizadas de púas, árboles medio resecos, y entramos a la aldea dormida. Pero OFICINA: Calle no es Pica aún. Es solamente Matilla, la her TELEFONOS 3201 y 2929 Avenidas y mana segundona de Pica, que recoge casi al SAN JOSÉ, COSTA RICA, INGENIERO 100 vs. Norte de La Tribuna pie del faldeo las filtraciones de las vertientes que riegan las huertas pigueñas. No hay una sola luz en todo el pueblo, y los buenos macuadradas de su quinta en las afueras. En su los invasores y opresores de dos generaciotillanos deben contentarse, como los troglodi totalidad la población proviene de la mezcla tas, con la claridad difusa de las estrellas. de unos cuantos colonos españoles con la trines atrás, y que esas cicatrices fueron removidas más tarde con mano brutal por la pecuando la aldea se despierta a la novedad de bu indígena que ya habitaba el oasis antes riódica persecución a los trabajadores peruaeste mensajero algo averiado de la civilización de la Conquista. Algunos nombres indios usa nos de la Pampa o por las atrocidades sistechilena, algunos vecinos vienen a leer su codos como apellidos por familias del pueblo máticas del Plebiscito de Tacna y Arica. Por rrespondencia echarle un vistazo a un diario estár indicando ese fuerte arraigo, el que co último, no debemos olvidar que el Cuerpo de al resplandor de los focos delanteros del carroboran por lo demás las fisonomías de co Carabineros tuvo en sus comienzos prerrogamión. De la tiniebla que nos rodea nos llega lor de viejo beduíno, con uno que otro rasgo tivas tales, que junto con el ejercicio de una un rumor de risas y de voces a la sordina, ea europeo. Pero la sangre africana que tanto autoridad sin contrapeso, se declararon en que las eses resuenan al fin de las palabras, prosperó en el Perú, no parece haber llega mucho de sus grados inferiores unas infulas silbantes como la cola de un áspid.
do hasta aquí.
temibles.
Las ruedas vuelven a morder en caminos Su vida insular, hecha de rutina y reco. Algunos de esos jefes de la policía de duros y firmes y zumbando de contento se lan Pica, nos cuenta un antiguo residente extran.
zan a la carrera por la empinada cuesta. Vis gimiento, ha dado a Pica rasgos propios y un patriotismo de campanario. Así, cuando uno jero, fueron el terror del vecindario. Nueslumbramos la silueta de un campanario, y voltras personas, el domicilio de cada uno de vemos a hundirnos en un camino arenoso. Es pregunta, por la pura manía de documentarse, a éste o al otro vecino: nosotros, estaban expuestos a cualquier atrola calle principal de Pica. La luz enfermiza Dígame. se sienten ustedes peruanos, o pello de parte de un sargento mandón. Aforde una lámpara de kerosene alumbra nuestra bolivianos?
tunadamente, la revolución de 1932 vino a bajada del camión, y ros enterramos inme ¿Nosotros? Nosotros, señor, isomos pi probarles a los Carabineros que vale más condiatamente hasta el tobillo en la arena. Es queños! dicen con entonación a la vez tar con la buena voluntad de la opinión pútamos en la capital del desierto, en un oasis fática e ingenua.
blica que con el favor de un gobernante; y auténtico, en el corazón del médano milaA renglón seguido nos hablarán de las ma ahora tenemos en los jefes de policía que grosamente vivificado por el agua.
ravillas del suelo de Pica, de su feracidad, aquí vienen la mejor garantía de tranquilidad.
Por precarias aceras revestidas con tablas de las bordades del clima, y de la cultura ¡Tranquilidad. No es esa la aspiración de cajones. aceras que trepan en peldaños tradicional de una población entre la que ha de todas las gentes maduras, lo mismo que irregulares para amoldarse a la pendiente, llebía caballeros y señoras. cuando los de de las sociedades aconchadas? Por amor al gamos hasta nuestro alojamiento. después más andaban todavía con taparrabos. reposo se resignan los piqueños a no extende algunas semanas del silencio mortal de la en el entusiasmo delator de unas copas, der su parcela por medio de un aumento del Pampa, vuelve a corear la medianoche el claun vecino nos asegura a gritos que todo el regadío; por no violentarse se dejaron arrerin ufano de los gallos, el ladrido de los peresto de Chile no vale lo que Pica. sin re batar el agua de Chintaguay sus vecinos de rros y hasta algún rebuzno de poderosas reparar en que precisamente los tragos que le El Valle, y por la misma razón carecen de sonancias que va rebotando bajo la esplén afirmaban en tal convicción provenían de ese un buen camino hasta el ferrocarril, y de luz dida noche estrellada.
Chile remoto que él menospreciaba.
eléctrica, a pesar de que hace años fué insEl sol de la mañana viene a descubrirnos En realidad, el forastero comienza a des talada la red de alambres con los postes. Las un pueblo semitropical, con casitas de tabique cubrir poco a poco ese don de gentes, esa hos calles son tembladeras de arena donde se hunde caña revestidas con yeso y enjalbegadas pitalidad cortés y cautelosa, esa gentileza que den los pasos, y se anda como en las pesade cal. Hay corredores que dan a la calle, madura a lo largo de una dilatada vida de dillas, sin poder avanzar casi. El agua potaazoteas y miradores; enredaderas que trepan hogar. Para esta existencia hecha de recuer ble gotea apenas en los grifos, cuando hapor pilares; fragancia de huertos todavía indo, apozada en los remansos del tiempo, el bría bastado el esfuerzo cooperativo de los visibles y copas de árboles de verdor perenchileno de cualquiera categoría aparecerá po vecinos para captar alguna de las muchas ne, asomándose por encima de mojinetes caco menos que como un advenedizo. Qué son venas subterráneas que van a reventar en el si planos, que nos hablan de un clima cáli después de todo cincuenta años de dominio plan en forma de salares o de puquios.
do de una punta a la otra del año. este chilero contra los siglos de la tradición pe Porque lo más sorprendente de la fertiliagrupamiento de casuchas resecas entre los rulera de lenta infiltración boliviana? Nues dad de Pica es que hay aquí un milagro sia naranjales y limoneros en eterna floración, tra aspereza innata, nuestra habla desaliña misterio. De poder hacer brotar agua en cualno ocupará más de algunas decenas de hectá da y nuestras maneras abruptas serán siem quier terreno de la pampa que ro esté proreas de terreno fértil, y no abulta más que pre chocantes para esta reproducción, des penso a ser alcanzado por las reveniduras saun pañuelo de yerbas tirado sobre el ancho colorida como un da guerrotipo, de la socie lobres, el desierto tendría millares de oasis lomo de la serranía.
dad limeña; de la vivacidad, la gracia y la como Pica y Matilla. Esos naranjos enormes Porque es de observar que Pica no está picardía de la corte virreinal.
de aquí, en cuyas copas se muestran al misen una quebrada, al igual que otras manchas Por sobre todo eso, y para explicarnos me mo tiempo el azahar, las naranjas pintonas y de vegetación que asoman aquí y allá en la jor la indisimulable prevención antichilena de las maduras, con cosechas anuales de dosPampa salitrera. Precisamente Pica está en los piqueños, debemos recordar que fuimos cientas cincuenta a trescientas docenas por la comba de la meseta, como un islote de árbol, conservan en torno al tronco parte de verdor amenazado en sus flancos por el oleaULCE la arena que no ha sido desplazada aún por je coagulado del médano. Edades incontables el humus creado por la misma vegetación.
mellaron a su paso los flancos de las mon TINTORERIA ZAPATERIA Este suelo cálido y poroso debe beberse el tañas, y el porfiado viento del mar envolvió agua por toneladas; pero ya se ve que no en lluvia fina esta arena que ahora alcanza A DI podría acusársele de no ser agradecido.
hasta media falda de las cordilleras. Pero Visitamos la Comunidad. Pica es una calle algunas vertientes secretas, torrentes de agua de principal en cuesta, de uras ocho cuadras de ciega que se escurren por entre los cimientos largo. Dos calles paralelas contienen a uno y del globo, que han rozado allá dentro el seotro costado a la población de más modestos creto mismo de creación, reventaron poco más recursos. En el costado que mira al sur quearriba de este oasis para fecundar en épocas ICTOR CORDERO dan los huertos más extensos, generalmente inmemoriales las semillas traídas por los páde no más de una hectárea, pero en muchos jaros o los huracanes. así debió nacer PiCALZADO PARA NIÑOS casos de no más de un cuarto de hectárea.
Los mangos, los naranjos y los limoneros se Unas mil quinientas personas habitan el Tintes para ropa y calzado. aprietan avariciosamente en esos cuatro terropueblo. Aunque en su conjunto no cubre más La única en Costa Rica. nes, y rebosan por encima de las pircas. Esos que algunas cuadras de tierra, el piqueño vipequeños limoneros de Pica, que como los de ve en el centro y tiene las pocas varas Sicilia, son puramente una delgada corteza y Dec VICTOR CORDERO ca.