364 REPERTORIO AMERICANO PBHIXELS Rubén Dario El indio con plumas El adiós a Rubén Darío Sin embargo, no es eso nada más Rubén Por ALFONSO TEJA ZABRE Darío. Si tratamos de analizarlo en función (De El Libro y el Pueblo. Julio Agosto de 1941. México, de tiempo, podemos descubrir envuelta en la melodía fácil y graciosa la corriente de una vida profunda.
dio y las cuentas de colores. Todavía teneEscuchemos a uno de sus jueces más semos afirmaciones más eficaces.
veros. Con esta lengua que el Demonio nos El dogma de un Darío casi francés viene ha dado a los hombres de letras (habla don desde el pontificado de don Juan Valera. La Miguel de Unamuno. dije una vez. que confesión se hizo valer más tarde sin disa Rubén se le veían las plumas de indio tingos: debajo del sombrero. La especie llegó a Amo más que la Grecia de los griegos.
oídos de Darío. éste, poco después, me La Grecia de la Francia, porque en Francia escribía: Mi querido amigo: Ante todo paAl eco de las risas y los juegos Su más dulce licor Venus escancia.
ra una alusión. Es con una pluma que me quito de debajo del sombrero con la que le Tal vez Darío creyó algu a vez en su proescribo. Si me hubiera dejado guiar pt fundo galicanismo. el dogma se fortaleció lo que de él me recitaban los que decían adpor la rutina. Pero la raza no se cambia or mira le más, no le hubiera leído nunca. ilusiones o esnobismos. Rubén Darío en Fortuna grande que le conocí y descubrí al París era un meteco. Los hombres somos hombre, y éste me llevó al poeta! Al indio, pedazos de nuestra propia tierra. la mislo digo sio asomo de ironía, más bien con ma evoluciou que hizo del músico un hompleno acento de reverencia, al indio que tembe, reintegró el hombre a su nación. No blaba con todo su ser, como el follaje de un sólo a Nicaragua, más aun que a Nicaraárbol azotado por el cierzo, ante el misterio.
gua, a la América criolla.
Es fácil advertir que Unamuno desdeña El profundo cambio vital del poeta y de la música por incompatibilidad física, espisu poesía, lo que hay en el artista de bioritual y profesional. El cuáquero extraviado lógico, de creación duradera, durable, con en tierras de Castilla rechaza duramente al duración. ya lo han comprendido todos violinista Dario. Pero tuvo nobleza y talenlos que saben leer. Los que leen usando nato para convertir un puyazo en el mejor eloda más la vista y la memoria fueron ya gio concedido al cantor de Nicaragua. No justamente desdeñados: fué ciego y sordo como Pío Baroja, que soYo sé que hay quienes dic Por qué no canta lamente adivinó el criollismo de Dario taCon aque a locura armoniosa antaño? ah ra chándolo de mulato, juzgando tal vez por Esos ven la obra profunda de la hora, olfateo. Unamuno señala otra vereda para (Hacia 1909)
Llabor del minuto y el prodigio del año.
llegar hasta la tumba de la marquesa EulaDon Justo Sierra se aparto del prejuicio lia: por el hombre conocido al poeta y des de Rubén Darío, su presencia y actualidad, corriente para declarar en el prólogo de Pepués al indio, al indio de América.
se deben a que fué el primer heraldo conregrinaciones: Casi la misma actitud es la de José Vas tinental y pan hispánico de este nuevo mun.¿Por qué dicen que no sois un poeta de concelos: Imaginad lo que hubiese sido do.
América, mi querido gran poeta, cordial y Darío, el más grande de los nuestros, si al Un casi gran poeta de España, ha dicho bueno bajo la pálida máscara, por qué? Pues fin de sus años no se sale de su pisito pa que Darío fué el vengador de los indígenas no sois de Francia, porque aunque vu stro sisiepse para volver al sol y al vienio de sus seducidos por los colonizadores con bruje verso habla, no la lengua, pero sí el verbo montañas nativas. Poco quedaría de él, a rías, espejitos y cuentas de vidrio. El indio francés, encendéis sobre él esas constelaciomi juicio, si su poesía versallesca no hubie chorotega llegó a España para rescatar launes nuevas que ven los Conquistadores de se sido superada por los Cantos de Vida y reles a cambio de vidrios de colores.
Jo María de Heredia al pasar el Ecuador; Esperanza, por el aliento de infinitud que palpita en sus creaciones mayores. Si La cultura criolla no español, porque tenéis el estro demasiado crepuscular y mpuesto de demasiado decomparamos el abrazo dionisíaco, la profun Entre testimonios ácidos o mezquinos, ge licados matices para que pueda ser su medio da y masculina compenetración de Walt nerosos o penetrantes, el verdadero senti natural el de los colores francos y altos que Whitman con su naturaleza; si lo cotejamos do del criollismo va saliendo a luz. Un con amaba la mus española. Sí, sois americacon los fulgores dispersos, con el atisbo cós cepto ya maduro expresa: el estilo barroco no pan americano, porque en vuestros vermico de Rubén Darío, tendremos que reco puede cifrarse en la deformación traída a las sos, cuando se les escucha atentamente, suenocer que con ser tan grande nuestro poeta grandes líneas de la tradición europea por nan rumores océ nicos, murmurios de selse murió sin escribir el poema de nuestro el espejismo y el encanto nostálgico de la vas y bramidos de cataratas andinas; y si el continente.
vegetación del trópico. Las columnas barro cisne, que es vuestro pájaro heráldico, boga Es verdad: entre Whitmau y Darío hay cas vuelven a acordarse de su parentesco en lagos helénicos. el cóndor suele bajar en tantas diferencias como entre Brooklin y Me con los árboles; pero ya esos árboles son de grandes saltos alados de cima en cima en tapa. El poema de América, el romancero otros climas, blandos y mórbidos. opulen vuestras estrofas épicas;sois americano por criollo, la Divina Comedia Tropical, la Can tos en la profusión y en el curvado de las la exuberancia tropical de vuestro temperación de Rolando en la pampas, están toda frondas. Flores, frutos, abundancias de un mento. y sois de todas partes, como solevía por hacer, y tal vez no las haga nunca ultramar entrevisto por el ensueño o recor mos serlo los americanos, por la facilidad un solo hombre. Martín Fierres acaso el con que repercute en vuestra lira policorprecursor. Pero esto se debe a que la cultu Europa en parte por ministerio de Es de la música de toda la lira humana y la ra criolla está aperias en formación paña llevó a las Indias el estilo barroco. convertís en música vuestra. aquí comenzamos a explorar otro mis pero toda colonización es siempre reciproca. Y Manuel Ugarte: a pesar de todas terio de la inmortalidad de Rubén Darío Su si el Viejo Mundo colonizó el Nuevo, no las apariencias, Darío fué de su tiempo y de música externa y sus canciones azules fue dejó de verse, a su manera colonizado por su raza por amor a España y por su amron signo y voz de un mundo que moría. el.
plia concepción americanista Un viento de Pero la muerte de cada hora y de cada épo Así entendemos por qué Dario pudo ser fraternidad, que viene del pasado, o del ca, quiere decir nuevas horas y nuevas épo el primer gran colonizador literario de Es porvenir, lo empuja a sentirse súbdito de esa cas que nacen. El indio tembloroso frente paña.
nacionalidad final que es el idioma. Su espírial misterio que adivinó Unamuno, el negro Ya estamos muy lejos de la sentencia de tu presiente que las subdivisiones del Nuevo que olfateo Baroja, los fulgores dispersos y José Enrique Rodó, que impuso a Darío la Mundo están destinadas a modificarse en la el atisbo cósmico anotados por Vasconcelos, pérdida espiritual de la ciudadanía america incesante evolución de un conjunto que no las gotas de sangre chorotega a despecho de da. Porque sólo fue juzgado el autor de Pro ha tomado forma todavía.
las manos de marqués, son idicios que nos sas Profanas y no el poeta de la enorme.
Sensible ante la naturaleza, con una conducen a la revelación de un mundo que desigual y dispersa obra posterior.
adivinación rara de armonías remotas y denace: el alma criolla, la cultura criolla, el Los dictámenes que reintegran a Darío su licadezas pa torales, pueril a la vez y mitoespíritu indo europeo, hispánico y medite americanismo son de las más altas autorida lógico, Darío fué con sus misterios de fakir rráneo transplantado en América. La gloria des. Ya hemos aludido a las plumas del in y sus solen nidades de misal, la más alta dad. 66