262 REPERTORIO AMERICANO no caso La adivina Con usted es diferente, explicó la madama. De La Nación. Santiago de Chile, 14 de abril de 1940. Diferente. Sí. Vamos a un rincón apartado. Soy La vista de películas modernas y la lectura el turco, los crupieres! Voy más vieja de lo que parezco. No se trata de a dormir. se de novelas parisienses le habían volado un dijo. Necesito un buen reposo.
una declaración, no tenga miedo.
poco la cabeza. En la juventud es casi una Sebastián iba de asombro en asombro. Qué Pedia el sombrero para salir, cuando vió obligación perder un poco la cabeza para vol a esa dama francesa aparatosa que venía di le quería esa mujer de maneras tan francas ver a encontrarla en seguida y recomenzar. rectamente hacia él. Se trataba de una de y bizarras. Las vastas y desnudas salas del casino muni tantas conocidas de las mesas de juego. Ma Verá. Usted conoce a toda esa gente de cipal le vieron ganar dinero algunas veces, lo dame. cómo? Ya no recordaba. De edad Viña del Mar. Verdad?
cual coincidió con el revoloteo de amigotes y incierta. las francesas no envejecen. la de Santiago.
hermosas muchachas a su alrededor. Después, admirablemente vestida siempre. un tipo Conformes.
la suerte se volvió; comenzó a perder sin re algo novelesco de femme vampire. Sonrió Le agrada jugar. El dinero le atrae y se medio; bastaba que apuntara a un número, y se saludaron.
ha colocado precisamente en el sitio donde al punto a la barca, para que se diera la es más difícil atraparlo: el tapete. Por qué. Se marcha. contraria. Santiago. Desfondado, se ha colocado precisamente debajo de Pocos remordimientos igualan al del jugador Es posible? Es que usted pide mucho ur grifo auténtico, de oro?
fracasado cuando recuerda el dinero que ga al tapete y eso no resulta. Un grifo de oro?
nó y cuánta cosa pudo hacer con él. El valor Le vi jugar algunas veces. quiere lle Sí. Nos irundaremos de oro. Tendrá dinero: las chicas de Viña y de Santiago corredel dinero, dentro de la atmósfera caldeada del várselo todo.
casino, es uno; en la calle es otro; el aire del De pronto la dama le miró en los ojos, rán tras de usted. Más vale enamorarse de mar nos dice la verdad.
varió bruscamente las ideas y le dijo: las mujeres que de las cartas. Las primeras paSebastián había perdido hasta la última fi Noto en el fondo de sus ojos algo así recen ser tiranas y a veces lo son, pero las secha y se dedicaba a mirar el juego de un como una desesperación, una amargura grangundas son siempre diabólicas. Las dos. no, nuevo rico oriental, de rostro color tabaco y de.
no, nada de amores, soy vieja. Los dos harémaros velludas. Jugaba como hombre para Sebastián notó que la extranjera le escrumos una sociedad para ganar dinero. Yo le nequien se hizo el dinero: lo mandaba, lo diri taba hasta el fondo del alma y le veía la cesito a usted.
gía y parecía que lo despreciara; cuando acerverdad. Se ensombreció. mí. Para garar dinero? No comprentaba grandes jugadas, lejos de repartir el diSí, sí, volvió a decirle. Usted ha vivido do nada nero a los mirones sin esperanzas, le daba por presa de la agitación, de la inquietud. Se en Sí, señor, continuó la francesa. he ins azotar una ficha de cinco mil en el tapete al cuentra en la curva peligrosa.
talado aquí, en la calle de las Buganvilias, un mismo tiempo que ordenaba: Para los em Es verdad, dijo Sebastián, recordando. pabellón de adivina. Mañana aparecerán los anuncios en la prensa: Olimpia Avigny, pleados. Gentes humildes de Valparaíso mi Me han dicho que es usted adivina. Es verdad. Lo raban con ojos desorbitados las manos vellusoy de oficio. Vivo en tirense de cartes parisienne. Aquí es mejor así, un nombre de guerra, en francés. Es muy das del oriental, que en cada pase se jugaba Buenos Aires y he venido a descansar entre sercillo. Usted conoce a todo el mundo.
el dinero equivalente a los sueldos de medio las flores y las montañas.
año, a la dote de una hija, al precio de una. descansar! exclamó Sebastián. Bueno. y qué?
casa, según fuera la parada.
es posible descansar? Pero diga. Es La persona deseosa de conocer su destiadivina en efecto?
no será introducida en el salón oscuro. NosComo todo jugador sin chapa, Sebastián se transformaba en filósofo. En esos momenSoy adivina de oficio, pero no adivino otros permaneceremos en la sala contigua, detrás del pesado cortinaje de terciopelo negro.
tos se le aparecía a lo vivo la estupidez de nada. Por qué había de adivinar? Las genlos jugadores y del mundo en general. El tes me tomarían miedo si fuera tan odiosa Entonces usted me contará lo que sabe de la espectador de las salas de juego, el crupier y como para decirles la verdad de su destino, visitante: sus gustos, sus amores, sus aventulas mujeres, sobre todo, son personas de jui tiende?
Yo les dijo naderías, les forjo ilusiones. En ras, su marido. Yo arreglaré el resto, cuando levante el cortinaje y me presente.
cios simples y someros; para sus ojos el jugador ganancioso asume contornos de super ¿A eso le llama usted forjar ilusiones. Me llamó amargado y sin brújula!
En Viña se habló mucho, durante la temhombre. El perdedor, en cambio, merecerá porada de baños y de ruleta, de la maravilloel mote de incauto. TNo sabe jugar! Acersa Olimpia Avigny.
tar es la prueba auténtica de talento tangiLas damas de la mejor sociedad, los polítible alrededor del tapete de color de alfalfa, El ejemplo del Matías cos, las chicas del Crillón, los inglesados de donde pace ilusiones el rebaño de puntos; EL Matías decía misa por las tarla calle Condell, iban a pedir un turno, a impor consiguiente, el pobre Sebastián quedó des. Además todas sus misas eran con serplorar que les recibiera. La calle de las Bureducido a la infima ralea de mirores. No había más remedio que retirarse para contimón. En los sermones no hablaba de la li ganvilias se hizo estrecha: carruajes de divernuar las observaciones en la terraza.
turgia; preferia explicar en ellos cosas re sa categoría esperaban pegados a las aceras.
lativas a la injusticia de los hombres. La La fama de la adivina francesa rebalsó a la La temporada de juego estaba en pleno iglesia donde oficiaba se llenaba de gencapital.
vuelo. Sebastián, admirablemente vestido me te; es decir, de indios. Los ricos se queSebastián entró una tarde a la sala del pundiante las ganancias de otras ocasiones, rec daban en casa murmurando. los que le to y banca. Su cartera parecía nuevamente intificó la postura dorsal, estiró los músculos y llamaban la atención por su conducta agotable. La señora del general Tobalaba y esparció la mirada dominadora de sus bue contestaba: sus hijas, Maruja y Chepita, se acercaron a nos tiempos por la terraza donde se daba cita Has de saber que para esto tengo saludarle.
lo mejorcito de esa pepiniere de nuevos ri permiso del señor Obispo. No fué a ver a madame Avigny cos que se llama la Ciudad Jardín. El aire Las limosnas que recogia para el culto preguntó la señora de Tobalaba. Es fantástico.
marino le acusaba de imprevisor y vicioso. las repartia entre los indios.
Figúrese usted que acaba de llegar de Buenos Las mesitas aparecían ocupadas por el pú los que pedian explicaciones por es. Aires, no conoce a nadie, apenas habla casblico frívolo de las vacaciones: argentinos to, decía; tellano, y me ha dicho la profesión y el nomdudosos; madres casamenteras; jugadoras de Has de saber que el Matias le bre de mi marido, la edad de mis hijas, el esoficio; snobs criollos, aficionados a parlar el dió permiso al Matías para hacer la tado de nuestros negocios y. talky talky. aprendido en Mac Kay: santia caridad del mejor modo posible, Los ojos de la señora de Tobalaba se enguinos y santiaguinas de aires importantes. Abreu Gómez, Canek.
tornaron como si escuchara una armonía exSebastián saludaba a todos lados. Podía jacMéxico. 1940. traterrena.
tarse de ser un simpático y de conocer la me ha dado una noticia triste.
gente en boga hasta en sus detalles caseros. Con la Central de Publicaciones, consigue Parece que voy a enviudar.
La mañana siguiente partiría a Santiago. Uf!
en México, la suscrición este semanaSebastián sonrió. Era el truco de Olimpia La Ciudad Jardín; la pepiniere de los snobs; Tels: Eric. 12 59 75 y 12 08 38. Avigny para agradar a las damas. Se lo dela flor en el ojal de Valparaíso. Estaba harMéx. 94 30.
cía siempre que fueran casadas.
to de todo. Al diablo el casino, las fichas, Avenida Juárez, Apartado 2430.
JOAQUÍN EDWARDS BELLO 0rio.