Individualism

REPERTORIO AMERICANO 361 Luis Alberto Sánchez Luis Alberto Sánchez (1941)
Valor indoamericano (En el Rep. Amer. carapez 1941 a Luis Alberto Sánchez nace con el albcrear de un nuevo siglo: 1900. Si al comienzo de su actividad pública, concéntrase en el intelectualismo puro de la época, pronto se abre, con sonoridades propias e inconfundibles, a las inquietudes sociales del medio. Nacido en el Perú, pero indoamericano por sus convicciones, el itinerario que sigue su producción literaria, es el itinerario siempre urgido de superaciónque marcan las grandes luchas continentales por un destino más justo.
Entre 1919 año de su primera obra: crítica poética y 1930 año de su iniciación política: ochgresista por Lima media toda una etapa de evolución superadora que el joven Luis Alberto Sánchez recorre velozmente, dejando detrás obras, ensayos, artículos y críticas, como ejemplos de una asombrosa capacidad de trabajo y de una no menos asombrosa sagacidad analítica. Y, sobre todo, como pruebas de una vigorosa personalidad en el campo de las letras. Poetas de la Revolución y Poetas de la Colonia son heraldos que anuncian, en el movimiento literario del Perú, la llegada de un valor nuevo en 1919 y 1921. Sus alegatos en la Junta de Semanez Ocampo, sus charlas politicas en Barranco y sus discursos en la Asamblea Constituyente, son los amplificadores que gritan, en los caminos del Perú político, la llegada de un nuevo líder en 1930 y 1931. En.
sambla así Luis Alberto Sánchez su actividad literaria a un imperativo de acción política. Ya tengo una fé, gritaria alborozado. a la ac ción política le daría el poderoso aporte de sus talentos literarios, y a su actividad literaria, la tajante realidad de una convicción política, enraizada al nervio histórico de un conglomerado humano.
Toda su obra, con ser tan variada y polifacética, está empapada de un solo y grande ohobjetivo: Indoamérica. Campo el nuestro de colonización material y espiritual, Luis Alberto Sánchez incita a la rebelión contra los extranjerismos y va a la Historia, a la cultura, a la política y a la economía, para extraer el fascinante material de lo autóctono, de lo nuestro, Indoamérica nos dice necsita descubrirse a sí misma. el descubrimiento y emancipación de este Continente, ha de ser obra de los propios indoamericanos, nunca de Roma, Moscú, París o Washington. Paradojal y contraproducente actitud la de esos conciudadanos que marchan por nuestras tierras queriendo contemplar los problemas indoamericanos con espejuelos europeos. Se explica que todos los trabajos de Luis Alberto Sánchez sean una formidable contribución al descubrimiento indoamericano. Estábamos, y aún esta mos, sin descubrir. Nuestra personalidad, iné.
dita, brindaba ocasión a los más absurdos recetarios. Aún en el plano literario América era una novela sin novelistas.
Para el cumplimiento de tarea histórica de tamaña envergadura, Luis Alberto Sánchez ha tenido que superarse, que a todos los campos, sin importarle la crítica rastrera y envidiosa. En él, como dice el crítico aprista Andrés Townsend, mconvive distintas aptitudes estéticas, pero todas igualmente fértiles y todas poderosamente originales. Esta es la marca característica de Sánchez: su originalidad, formada por una propia orientación espiritual y por un estilo personalísimo.
Como biógrafo, Don Manuel, Haya de la Torre y La Pericholi han logrado que el público continental, siempre parangoneador, le llame el Emil Ludwig de América. Aunque lisonjero, este juicio no cuaja dentro de la obra biográfica de Luis Alberto. Transido del ambiente que rodea la vida que nos narra, aunque todos tengan una marcada y fija orientación ideológica, son estilos distintos los que trazan estas tres biografías. En el sabroso y recordador estilo de la Colonia, casi con el perfume exótico de aquella aristocracia Lima de los Virreyes. nos hace entrar con La Pericholi en la vida de Micaela Villegas, que recibe de su querido, el Virrey, en un momento de disgusto el calificativo de perra chola (perra mestiza. La pronunciación catalana convirtió la perra chola en perri choli. nombre com que pasó a la leyenda esta linda mestiza que supo poner sus atractivos femeninos al servicio de una personal venganza histórica. El pasado, en manos de Luis Alberto, es instrumento de dialéctica lucha en el presente. Por eso en La Perricholi, libro amenísimo que se bebe en un sorbo, encuéntrase tanto material delicado agresivo y deliciosamente conminatorio para los políticos limeños que viviendo hoy de tradiciones coloniales, se aferran tenazmente a una tradición que la perri cho metió bajo sus faldas de chola, de mestiza, de mujer del pueblo.
Don Manuel está en el estilo de esos primeros años de República, en que el intelectual buscaba y rebuscaba la forma precisa y la belleza objetiva. es que dejaríase de honrar el calibre literario del autor de Páginas Libres si así no se hiciese. Sin que abandone un momento el cuadro ambiental y el fonde subjetivo, su estilo está al ritmo estético de la época en que Don Manuel González Prada. sol frente a todos ofrecía al podrido ambiente politico del civilismo peruano y hermoso ejemplo de un individualismo constructivo y de su particularidad vibrante, de político renovador. El estilo surje de la obra con la pureza de una vida, con el ardoroso tono de una personalidad original.
En cambio, la biografía de Haya de la Torre, está en el estilo cortante, accidentado, de una vida sin tregua. Toda la obra es ritmo infatigbale, actividad sin descanso, imágenes vivísimas y fugaces, que van dejando aquí y allá, al parecer desordenadamente, los elocuentes pasos de una figura ordenadamente consagrada a fraguar un orden de justicia social. Los trazos de Luis Alberto parecen empapados de la emoción actuante que fluye de la vida que narra.
Como en La Perricholi y en Don Manuel el estilo espontáneamente surge del motivo de la obra. Lo que pone Luis Alberto Sánchez es su talento para enfocar la Historia de su país a través de la vida de determinadas figuras, realizando verdaderas creaciones artísticas. Esto es cosa propia, cosa de él, como este estilo dialéctico de no tener estilo.
Malgrado el mérito de sus biografías, Luis Alberto Sánchez sobre todo, es el ensayista y el crítico de más recia personalidad del Continente. Obras tiene, como Literatura Peruana, Panorama de la Literatura actual y Breve Tratado de Literatura General que bastarían para conferirle gloria a una vida. Pero de todas, la que marca y precisa la concepción realista del Continente Indoamericano, la que sintetiza el móvil y los objetivos de Luis Alberto literato y del Luis Alberto político, es Vida y Pasión de la Cultura en América. La América sin novelistas, se yergue a todos los aires con el desgarrado grito del propio dolor. Es to.
da una vida, toda una gran pasión la que nos descubre el fecundo buceo del escritor peruano. la que nos relata y nos sugiere y nos deja adivinar. Porque muchos libros serían necesarios para dar cumplida realización a motivos de tan vital trascendencia. En éste, Luis Alberto nos brinda geniales anticipos encuadrados en una obra de síntesis y respaldados por formidables estudios históricos. Vida y Pasión de la Cultura de América es el cuerpo desnudo de Indoamérica, con sus llagas, sus heridas y sus vibraciones y sus prometedoras beldías. Ingenuos y torpes los que quieran vestir ese cuerpo en ropajes europeos y curar esas heridas con fórmulas extranjerizantes y encuadrar esas rebeldías en moldes internacionales.
Indoamérica reclama la propia medida, el propio remedio, el propio cauce evolutivo. en nombre de esta nacionalista necesidad de nuestras tierras americanas, hay que otorgarle el título de Maestro y a Vida y Pasión de la Cultura de América el rango de a.
de nuestros problemas culturales.
Las otras obras de Luis Alberto son: Los poetas de la Revolución 1921, Elogio de Don Manuel González Prada 1922. Sobre las huellas del Libertador 1925. Lima y Don Ricardo Palma 1926. Góngora en América 1927. La Literatura Peruana dos tomos y en preparación el tercero. Se hen sublevado los indios 1928. Carta a una indoamericmana 1932. Aprismo y Religión 1933. Américma, novela sin novelistas 1933. Panorama de la Literatura actual 1934. Luis Alberto le gusta repetir un apotegma del Conde de Kayserling: inteligencia obliga. repitiéndolo, agrega: El escritor tiene el deiber de defender la cultura. como la cultura está amenazada por la dictadura, hay que adop.
tar una postura militante. Porque ahí donde no hay libre examen y libre expresión del pensamiento, hasta el relato de un idilio encuentra trabas, ya que la coacción se dedica primero a las expresiones meramente políticas, pero luego, cebada por la tolerancia y la sumisión, avanza sobre lo sexual, sobre lo estético, sobre la vestidura inclusive. Luis Alberto Sánchez es una de los pocos intelectuales que práctica lo que predica. Esta es una de sus virtudes más sobresaliente. Sin una vacilación, sin titubeos de derecha o de izquierda ha estado siempre en su puesto de lucha en la dirección del Partido Aprista Peruano. Los que ahsurdamente le niegan espiritualidad a las luchas de los partidos de izquierda, debían ontemplar la pura idealidad que inspira a Luis Alberto, como a todos los apristas, en su consagración a las tareas históricas de forjarle a