Violence

276 REPERTORIO AMERICANO En pasta En pasta En pasta y Vicente zo: casa estaba infectada y que nos debíamos cambiar de ahí.
Después que enterramos al viejo, hicimos una excavación en la cueva en que se había metido el colocolo, pero no encontramos nada. Esa cueva Compañía General Editora, se comunicaba con otra.
Nos fuimos de la casa, y un mes después, en (Apartado 8626. México, México)
la noche, volvimos mi hermano Andrés y yo y Algunas de sus ediciones: le prendimos fuego. dicen que cuando la casa Laura, por el Conde Alfred de Pasta estaba ardiendo, en medio de las llamas se sentia 00 Vigny.
Rústica 00 el llanto de un niñito.
En rústica 75 José María Roa Bárcena: NoTerminó su narración José Manuel Pincheira 50 che al Raso (Cuentos)
y en el instante de silencio que siguió a su última Ricardo Palma: La monja de la llave Empastado 00 palabra, se oyó un suave ronquido. Vicente MonEn rústica 00 En rústica 00 tero se había dormido. 50 Anna Katharina Green: EL Se durmió el compadre.
La insuficiencia cardiaca. Por el Dr. Cris Doctor, su esposa y el reloj 75 Debe estar cansado. borracho.
tián Cortés Lladó.
Conde León Tolstoi: Sergio. Eh! le gritó José Manuel, dándole un golEn rústica 00 el anacoreta 75 pe con la mano.
05. 00 Dr. Juan Cuatrecasas: PsicoDormido como estaba y medio borracho, el Tirso de Molina: Los tres mabiologia del lenguaje.
empujón hizo perder el equilibrio a Vicente Monridos burlados 75 Pasta 00 tero, que osciló como un barril, inclinándose haH. Heine: El rabino de BaRústica 00 cia atrás, Alcanzó a enderezarse saltó a un lacharach 75 Dr. Ismael Cosío Villegas: do, gritando: Margarita Urueta: El mar la Los abscesos del pulmón. Epa compadre. distraía C0. 75 Pasta 00. Qué le pasa, señor? le preguntó irónica Dr. Ruiz Castañeda: ProRústica 00 mente Antonio filaxis específica del tifo Con el Admor. del Rep. Amer. Por la madre! Estaba soñando que un coloexantemático Calcule el dólar a 00.
colo más grande que un ternero me estaba chupando la saliva como quien toma cerveza cuando tiene sed.
saltó y quedó colgado de la barba de Vicente que lo dejó inmóvil. un metro de distancia, enSe rieron José Manuel y Antonio. Vicente, desMontero tre el pasto alto, un ojo claro y brillante lo mi perezándose, dijo. Eh gritó este angustiosamente, tirando raba fijamente. Ya debe ser muy tarde.
con todas sus fuerzas de las riendas. Esta sí que es grande murmuro, volviendo Buscó en todos sus bolsillos, diciendo: Detenido bruscamente en su carrera, el caballo a caer de rodillas y mirando asustado aquel ojo. Dónde está mi reloj?
dió un fuerte bote hacia el costado amenazante. Rocordó entonces el horrible ratón. Tienes reloj, Vicente? Andas muy en la Montero, después de dar una vuelta en el aire, de ojos ardientes que había visto o soño ver. Hibuena.
cayó de cabeza al suelo. La violencia del golpe el estado de semi embriaguez en que se enconу. Chis. Sí, tengo un reloj que le compré al mayordomo. Aquí está.
traba, hicieron que Vicente se desvaneciera. Re Queriendo espantar a aquel ojo fijo, pero este zongo unas palabras y allí quedó, medio desma continúo mirándolo. Si hubiera tenido la estriY sacó un descomunal reloj Waltham.
yado y medio dormido.
bera. De pronto se estremeció de alegría: re iJa, ja! Ese no es un reloj, pues, señor. Así estuvo largo rato. Después despertó, sin cordó que en el sueño, o en lo que fuera, alguien Eso es una piedra de moler. Una callana! tió un escalofrío, se restregó los ojos y miró a su había muerto un colocolo de un peñascazo. Si, ríanse, no más. Este es un reloj macualrededor, atontado. Vio su caballo, unos pa. Espérate, no más. Colocolos conmigo!
co. Anda mejor que el de la iglesia. Cuando el sos más adelante, mordisqueando unas hierbas. Tanteó en el suelo, buscando una piedra; enla iglesia da las doce, el mío hace ratito las ha. Qué dieblos me habrá pasado?
contró una, de tamaño suficiente como para adado. Me sirve muchísimo. Estuve como un año El aire el sueño le habían avivado la borra plastar media docena de colocolos, у calculando juntando plata para comprarlo. No lo dejo ni chera. Se puso de rodillas, titiritando, procuran bien la distancia la lanzó hacia aquel ojo luminode día ni de noche. Cuando me acuesto lo cueldo explicarse la causa de su estada en ese sitio so y fijo, gritando: go en la cabecera y le digo: Mañana a las seis, y en esa postura. Recordo algo, muy vagamen¿no? a las seis en punto despierto. No lo te: el colocolo, un hombre que se había muerto Se sintió un leve chirrido y él saltó hacia adecambio ni por un caballo con aperos de plata.
porque se le había acabado la saliva, una vie lante, estirando la mano hacia el supuesto coloYa son las once y media. Me voy.
ja que echaba harina en el suelo, y un ratón con colo. Cogió algo frío y lleno de pequeñas puntas afiladas. Sintió un escalifrío de terror Se despidieron los amigos y después de dos ojos colorados, sin saber si todo eso lo había soу lantentativas para montar, Vicente Montero montó ñado o le había sucedido a él.
zó violentamente hacia arriba lo que había toy se fué, Dejó que su caballo marchara al trote, Se afirmó en una mano para levantarse, al mado, pero en el momento de hacerlo recordó abandonándose él a su suave vaivén. Tenía sueir a hacerlo miró hacia el suelo. Alli vió algo algo que le era familiar al tacto en la forma y en ño, modorra; el alcohol ingerido se desparramala frialdad. Estiró la mano y recogió el objeto ba lentamente por sus venas, produciéndole una que descendía. Lo acercó a sus ojos y vió algo En la ciudad de Nueva York impresión de dulce cansancio. Inclinó la cabeza que le hizo darse un golpe de puño en el muslo, sobre el pecho y empezó a dormitar, aflojando consigue usted este semanario al mismo tiempo que gritaba con rabia: las riendas al caballo que aumentó su carrera.
con STECHERT Co. Por la misma remadre. Mi reloj WalInsensiblemente se fué durmiendo, desliándose 31 33 East 10 Street. tham. por una pendiente suavisima. De pronto, apareció ante sus ojos, en sueños, un enorme ratón con ojos colorados y ardientes que empezó a correr delante del caballo. Corría, corría, dándose vuelta de trecho en trecho para mirarlo con sus ojos ardientes. Después, se paró ante el caballo y dando un salto se colocó sobre la cabeza del FABRICANTE de LADRILLOS REFRACTARIOS animal, desde donde empezó a mirarlo fijamente.
Era un ratón horrible, con pequeñas plumas en vez de pelos, la cabeza pelada y llena de granos los beneficiadores de Café recordamos que no deben importar sus Ladrillos Refractarios, de sarna el hocico puntiagudo, en medio del PORQUE AQUI SE PUEDEN SUPLIR de PRIMERA CALIDAD y con más economía, cual se movía una lengua roja y fina como la de una culebra. Mucho rato estuvo allí, mirándolo TELEFONO: 5556 Calle 13 Avenidas 10 y 12 sin cerrar los ojos, hasta que dando un chillido. Toma!
LUIS ULLOA UGARTE HOST