Imperialism

372 REPERTORIO AMERICANO John Keith Co.
San José, Costa Rica AGENTES REPRESENTANTES DE CASAS EXTRANJERAS Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Register Co. Máquinas de escribir ROYAL (Royal Typewriter Co. Inc. Muebles de acero y equipos de oficina (Globe Wernicke Co. Implementos de Goma (United States Rubber Export Co. Máquinas de Calcular MONROE Refrigeradoras Eléctricas NORGE Refrigeradoras de Canfín SERVEL ELECTROLUX Plantas Eléctricas Portátiles ONAN Frasquería en general (Owens Illinois Glass Co. Conservas DEL MONTE (California Packing Corp. Equipos KARDEX (Remington Rnad Inc. Maquinaria en general (James Motley, JOHN KEITH Socio Gerente RAMON RAMIREZ Socio Gerente Uno más al Hospital esfuerzo y el de sus compañeros. Un especialista científico sólo sabe que ha logrado mejorar un pequeño detalle del conocimiento humano, pero ignora también el uso que de su descubrimiento puede hacer la organización dominante para sus fines egoístas. Fines lie muchas veces nada tienen que ver con la ciencia pues están encaminados directamente a una preparación bélica que permita dominar a otros pueblos o esclavizar al resto de la Humanidad.
La tendencia hacia una absoluta especialización como sistema va acompañada de un exagerado nacionalismo científico. Se quiere suprimir al hombre de ciencia el carácter internacionalista de su labor, se quiere quitar a los progresos del saber el benefiico que deben proporcionar a la Humanidad en general. La cultura y la investigación ya no son un fia para el bienestar de todos los hombres, son un medio de asegurar el dominio de una raza o de un pueblo.
Contra esta tendencia que trata de ahogar los avances científicos y técnicos, que pueden permitir el mejoramiento de las condiciones de vida de otros, debemos levantarnos cuantos tenemos la idea de que los descubrimientos de los sabios deben ofrecer un carácter de absoluta universalidad.
Es cierto que las dificultades son cada dia mayores para el científico, pero todo tendría un arreglo si se adoptara una buena organiza.
ción. Se puede y se debe llegar al idioma úni co para todas las publicaciones de las diferentes ramas del saber. Es posible crear una organización que estudie todos los trabajos que se publiquen en las diversas partes del mundo y las reuna y sintetice. Es fácil poner en contacto a los que cultivan la misma ciencia en los distintos países, permitiendo unificar la labor y el que puedan prestarse una ayuda mutua.
Una buena organización científica universal evitaría las dificultades que ahora encuentran en su camino el investigador y el teórico.
Pero ¿transigirá el nacionalismo imperante con una modificación que convierta al sabio en un ciudadano del mundo? Podemos tener la seguridad de que no. El imperialismo es contrario a la personalidad humana, quiere encerrar a todos en el estrecho marco de sus fines de dominación. Para que el hombre de ciencia sea libre es necesario imponer primero la libetad como sistema de la organización huma(En e! Rep. Amer. Toda la tarde se habló del viaje de Nicolás Ramírez, uno de los creadores de la hacienda, un peón que derribó árboles centenarios en la selva virgen, siendo joven él, cuando llovía más y alumbraba menos el sol en esta zona.
Ayudó Nicolás a levantar los potreros, los cafetales, los bananales. Vió convertirse en humus dador de pastos, calé y bananos, la tierra que antes era sólo creadora de selva.
Dábase Nicolás algunas huídas, a gastarse la platilla en buena comida, trajes y diversiones. Volvía a la hacienda trayendo cuchillo nuevo y recuerdos imborrables. a curvarse otra vez, a coger la pala, a sembrar el hacha en los árboles crugientes, el cuchillo en los jarales, y la esperanza en un mañana con plata y descanso holgado!
Se fueron las semanas, los meses y los a.
ños; se marchó también el siglo XIX, Nicolás Ramírez siempre en Los Encantos ganando plata, sufriendo aguaceros, tejiendo con los hilos de la fantasía, horas de paz y abundancia.
Nuevos días vinieron, nuevos años. Sazonaron, maduraron, cayeron, se pudrieron, y Nicolás en Los Encantos. pegado al trabajo, esclavo de la tierra que no era suya, de la selva que nada grande le ofrecía, como no fueran los peligros.
El mocetón se tornó joven; el joven se hizo viejo; el viejo medroso fué arrimándose a la senectud.
La realidad icochina realidad. le enseñó con gesto macabro las manos vacías. No guardaste ni un colón para tu vejez le dijo. Mira; vacías las manos.
Sonrió Nicolás. Mañana! le gritó a la realidad.
La realidad sonrió macabramente, y hace pocas semanas le arrimó el cuchillo a la tibia; el cuchillo lo hirió; en la herida anidaron los microbios; los microbios infectaron la herida purulenta.
La realidad sonrió macabramente.
Nicolás guardó silencio, ensimismado. guardó cama, y dejó de trabajar, y de genar salario completo.
Los vecinos lo ayudabau.
Los vecinos lo curaban.
Los vecinos lo echaron en una carreta y lo enviaron al Hospital.
Unos dicen: le cortarán la pierna.
Otros: no volverá. todos, sin decirlo: Se morirá. 0Mañana, apenas se hablará de Nicolás. Si acaso alguno dirá su nombre maliciosamente, cuando vea la perra sin dueño (el único amor de Nicolás. Anoche aulló la perra. Llamó al dueño llorando. El aullido horado nubes y se le vió la faz a la luna. Se morirá Nicolás dijeron las mujeres.
Aulló la perra al salir la luna. Mal agüero. empezaron a santiguarse, abrazando las madres a sus hijos, con miedo supersticioso. como la víspera de llevarse a Nicolás, sobre la casa del enfermo se oyó el grito lúgubre de la pava seca, se a firmaron en la creencia de que no vuelve Nicolás. Yo quiero que no vuelva. Deseo que se muera. Viejo, enfermo, decrépito, solo, pobre, qué viene a hacer a Los Encantos. hambrear, a que le den, cual limosna, trabajos suaves. Que se muera el viejo. No sirve para nada. Le escasean las fuerzas, no coge la mano bien el cuchillo, no miran los ojos tan claro como ayer. El creador de la hacienda es viejo. Es un buey menos.
Pero ayer vinieron dos mocetones a pedir trabajo. Cojan ellos el yugo y laboren. Forjen para después castillos en el aire. La realidad, con risa macabra les dirá su sentencia.
Buenas noches, Nicolás Ramírez.
Buenos días, robustos mocetones.
na.
Por ello el verdadero científico debe tener la mente abierta a todas las ideas, tiene que dirigir su mirada no a la sociedad que le redea, triste sociedad de egoísmos y de castas, sino a la sociedad del futuro. Tiene que anhelar un mundo nuevo en el que se rompan las barreras que se oponen al progreso de los pueblos, en el que la ciencia no sirva para el beneficio casi exclusivo de unos pocos. Trabajemos todos para que las ciencias puedan progresar sin restricciones, para que sus descubrimientos eleven el nivel cultural de todos los hombres y rodeen a la Humanidad de las mayores comodidades y alegrías.
El hombre de ciencia no puede ni debe quedar encerrado en su torre de marfil. Menos puede aun conformarse CC ser un soldado desconocido en el progreso general. La Ciencia es algo más grande, es la base que ha permitido que el hombre de las cavernas haya llegado a rodearse de un gran número de comodidades y a disponer a su antojo de la naturaleza que antes le dominaba. La Ciencia y el trabajo son la base del progreso humano y deben estar por encima de los egoísmos de los pueblos o de las castas.
San José, diciembre 1941.
RAFAEL DE Buen San José, Costa Rica, dicbre, de 1941.
FRANCISCO LUARCA Hacienda Los Encantos. 1940.
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