220 REPERTORIO AMERICANO Noche rústica de Walpurgis Por MANUEL JOSÉ OTHÓN José Peón y Contreras V INVITACION AL POETA Coge la lira de oro y abandona el tabardo, descalzate la espuela, deja las armas, que para esta vela no has menester ni daga, ni tizona.
Albergue fui de druidas. Los ascetas, en mis troncos de crústula rugada, infligieron su frente macerada y colgaron sus har pas los profetas.
Y, en tremenda ocasión, el errabundo viento espantado suspendió su vuelo, al escuchar de mi interior profundo brotar, con infinito desconsuelo, la más grande oración que desde el mundo se ha alzado hasta la cúpula del cielo.
Si tu voz melancólica no entona ya sus himnos de amor, conmigo vuela a esta región que asombra y que consuela: pero antes ciñe la triunfal corona.
EL RUISEÑOR Oíd la campanita, como suena; el toque del clarin, cómo arrebata, las quejas en que el viento se desata y del agua el rodar sobre la arena.
Escuchad la amorosa cantilena de Favonio rendido a Flora ingrata y la inmensa y divina serenata que Pan modula en la Silvestre avena.
Todo eso hay en mis cantos. Me enamora la noche; de los hombres soy delicia y paz, y, entre los árboles cubierto, sólo yo alcé mi voz consoladora, como una blanda y celestial caricia, cuando Jesús agonizó en el huerto.
Carta explicativa Tú, que de Pan comprendes el lenguaje.
ven de un drama admirable a ser testigo.
Ya el campo eleva su canción salvaje; Venus se prende el luminoso broche.
Sube el agrio peñón, y oirás conmigo lo que dicen las cosas en la noche.
México, 28 de marzo de 1938.
Señor Joaquín Garcia Monge.
Repertorio Americano.
VI II EL RIO INTEMPESTA NOX Media noche. Se inundan las montañas en la luz de la luna transparente que vaga por los valles tristemente y cobija, a lo lejos, las cabañas.
Lanzas de plata en el maizal las cañas semejan al temblar, nieve el torrente, y se cuaja el vapor trágicamente del barranco en las lóbregas entrañas.
Triscad. oh linfas! con la grácil onda; gorgoritas, alzad vuestras canciones, y vosotros, parleros borbollones, dialogad con el viento y con la fronda.
Chorro garrulador, sobre la honda cóncava quiebra, rómpete en girones y estrella contra riscos y peñones tus diamantes y perlas de Golconda.
Soy vuestro padre el tío. Mis cabellos son de la luna pálidos destellos, cristal mis ojos del cerúleo manto.
Es de musgo mi barba transparente, Ópalos desleídos son mi frente y risas de las Nayades mi canto.
Noche profunda, noche de la selva, de quimeras poblada y de rumores, sumérgenos en ti: que nos envuelva el rey de tus fantásticos imperios en la clámide azul de sus vapores y en el sagrado horror de tus misterios.
VII LAS ESTRELLAS III EL HARPA San Jose. Rep. de Costa Rica.
Estimado y grande amigo: Cumpliendo con el ofrecimiento que anteriormente le hice, ahora me complazco enviándole el más significativo de los poemas wagnerianos de Othón, la dantesca y virgiliana, pero siempre othoniana Noche Rústica de Walp. rgis. Cuándo escribió Othón este admirabilísimo poema? Según los datos fohacientes que poseo, con posterioridad al Himno de los Bosques. durante los años de 1894 a 1897. propósito del Himno de los Bosques. notese que, mientras en este poema se funden todos los colores, todas las armonías y todos los latidos de un espasmódico día tropical, en la Noche Rústica de Valpurgis se juntan todas las voces de la naturaleza, en un estuperdo y desconcertante concierto valga la paradoja en el que hay mucho de Rembrandt, de Wagner y de Beethoven; pero que en ambos sobresale la nota característica de Othón, el espíritu trascendente, místico y, más que mistico, religioso, de la poesía ohtoniana, en presencia de la madre inmortal: Naturaleza.
He llamado dantesco este poema, porque además de algunos sonetos como Intermezzo. Las Brujas y Los Nahuales. a semejanza de Dante, en la Divina Comedia. invita al poeta. José Peón y Contreras. a ser testigo, en su compañía, de un drama admirable, el de la noche, y lo he considerado virgiliano, no porque sea bucólico sía de Othón nunca fué bucólica sino por la frescura campirana, por la irisada y tremulenta gasa de ensueño que la cubre y, sobre todo, por el profundo clamor humano que de él emerge. Además, es wagneriano por la estructura, por la variada y majestuosa riqueza sinfónica de sus sonetos. En la biografía del glorioso poeta potosino que estoy escribiendo, se consigna la razón cordinal de estos conceptos.
Más tarde irán Pastoral y otros poemas.
Suyo afectísimo, como siempre, JESUS ZAVALA.
Hay en medio del rústico boscaje un tronco retorcido y corpulento: enorme roca sirvele de asiento y frondas opulentas de ropaje. Quién dice que los hombres nos parecen, desde la soledad del firmamento, átomos agitados por el viento, gusanos que se arrastran y perecen. No! Sus cráneos que se alzan y estremecen, son el más grande asombrador portento: fraguas donde se forja el pensamiento y que más que nosotras resplandecen!
Bajo la estrecha cavidad caliza, las ideas en ignea llamatada fulguran sin cesar, y es, ante ellas, toda la creación polvo y ceniza.
los astros son materia. casi nada!
y las humanas frentes son estrellas!
Cuando, como a través de fino encaje, el rayo de la luna tremulento pasa, desde el azul del firmamento, la verde filigrana del follaje, la poedesbarátase en haz de vibradores hilos de luz que tiemblan, cual tanidos por un plectro que el cefiro menea.
VIII ¡Harpa inmensa del campo! no hay cantores que a tus himnos respondan, ni hay oidos que comprendan tu estrofa gigantea.
EL GRILLO IV EL BOSQUE ¿Dónde hallar, oh mortal, las alegrías que con mi canto acompañe en tu infancia. Quién mide la enormísima distancia que éstos separa de tan castos dias. Luces, flores, perfumes, armonias, sueños de poderosa exuberancia que llenaron de albura y de fragancia la vida ardiente con que tú vivías, Bajo las frondas trémulas e inquietas que forman mi basílica sagrada, ha de escucharse la oración alada, no el canto celestial de los poetas.
Señas: Edison 185. México, Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica