REPERTORIO AMERICANO SOLEIDA Talle de Lirio en Flor, Soleida!
Delicada ninfa, sabia dulcísima Soleida.
Ojos negros, profundos, bellos, cuya dulce mirada de niña encantada, un mundo de paz enseñaba!
Nunca he visto cabellos hilados de madejas de negrura, sólo los tuyos, amada Soleida.
Recuerdas cuando yo les veía ondular al viento, con candor, te decía: Soleida, son hechos de poesía.
Vives! Vives! Vives Soleida!
Del recuerdo la divina brisa, constante aletea a mi lado, Ah! No me es dado, frágil, delicada hermana mía, cantar lo que para mi es tu vida.
Tu cuerpo un algo mostraba la belleza de ta pura alma, Dedos largos y finos de hada, tenían el encanto de una profunda calma!
Piel sedosa, de pétalos de rosa.
Tu sonrisa siempre prendida tan cerca de tu boca. Voz con matiz de cristal, eco de sereno manantial.
Ojos negros, profundos, bellos!
Sabia encantadora hermana mia, nunca tendré tu sabiduria; eres hecha de paz y sonrisa. Dulce Soleida, buena hermana mia!
MUERTE! BELLA!
Poesías (Envio de la autora. Evanston, II. morzo de 1939)
Sobre una roca el fauno pensativo sueña.
Deshoja su alma con su pensar y sueña lleno de pesar. Habla el bosque y le consuela.
Siete ninfas quedas emergen de las sombras.
Las voces de los musgos y las flores cantan con delicia sus amores.
Bailan las ninfas los sueños de todas las cosas!
Bailan, bailan, y el deseo de hombre se despierta, ciego en corazón del fauno, pobre fauno encadenado, piensa!
Persigue el fauno a las ninfas que ligeras como el viento escapan y luego, una a una se alejan.
Sobre las cabecitas dobladas del césped suavemente reposa un velo por una ninfa olvidado.
El fauno le recoge entre sus manos.
Es mujer la que sus brazos llevan! BAIXENCH Pobre fauno, fauno que piensa.
es mujer la que besa Fresia Brenes Hilarova no rebozo de seda. 1936)
Es mujer la que acaricia.
Se engaña, se enloquece y vierte todo su deseo Uno de esos velos sobre la seda fria!
rozó mis ojos Se enciende él con su fuego y desde ese divino instante caé, pobre fauno, inerte de deseo.
conozco tu eterna dulzura.
Fauno que sueña y piensa!
Muerte! Bella! Toda ternura!
Mueren apagadas las notas ANA MARIA de la sinfonia, y soy yo, Chicuela morena, latina.
fauno.
Piesecitos ligeros de bailarina.
CAMINANDO SOLA Ojos picantes, hechiceros.
Largos, luengos rizos negros, Noche vestida de luna y nieve, presurosos siempre corrian noche afelpada y misteriosa, a tu espalda, riendo de alegría.
fresco aliento me viene Chicuela de timbres de cascabel, de tu boca de diosa, muñeca mía, perfume de clavel, Camino sobre polvo de estrellas.
caricia silvestre, botoncito, Aligero el paso, las sombras capullo, feliz pajarito. de mis deseos, bellas, Risas y juguetes y carreras, me hablan con dulce acento.
ocho años de vida en cadenas!
Tanta belleza soñada e ida.
Boca generosa de Primavera risa, Qué planidero es tu canto!
fué tu vida breve como su brisa.
Calla! Para mi todo es fruta prohibida.
Chicuela querida, mi Ana María, Noche de nieve, de plateada luna Viviente Ser de Inmortal Alegria.
di a mis sombras que huyan!
TRISTE EN NOCH, DE LLUVIA me molestan, me importunan.
Diles, diles que huyan!
Noche desconocida, He bebido toda tu belleza ¿por qué lloras escondida, Noche! me siento loca.
en la negrura de tus cabellos?
Sueño que mi amante me besa, Mira que ennegras los cielos!
tibio, blando calor en mi boca.
No sabes llorar, tus lágrimas Sueño no más, tu culpa, Noche hechizante!
son dulces, sin amarguras.
Duerme él tranquilo en su cama.
Venia con ansia de reposar mi alma y yo sola camino sobre campo de diamante!
en amiga que escucha y calla; El frio de la nieve no apaga mi llama.
mi angustia en ti no encuentra calma, se ahueca al verte mi pesar.
LAMENTO!
En la negrura de mis cabellos Con angustia a veces siento yo ahogaré también mi llorar, que he esparcido mi vida al viento, solamente que mis lágrimas Veo mudos mis labios; son terriblemente amargas.
soy apagado perfume de nardos. APRES MIDI UN FAUN Tengo muy frías mis manos. Debussy)
Sola, mi alma llora desnuda.
El dorado sol se inclina Yo soy el Ser de la Nada!
sobre el arco de la tarde.
Mi pensar, mi sufrir. no florece.
Mudo el bosque contempla su belleza.
Dicen que de la Nada surgió el Universo.
Duermen los musgos y las flores.
De la Nada surgirá mi lamento en verso, Muerte, Madre de compasión.
Seno de toda comprensión.
Señora Silenciosa, dulce ráfaga que dirige el alma náufraga.
Muerte bella, tus manos piadosas abren la puerta, levantan las losas, con amor de consuelo señalan el camino nuevo.
Muerte, te han visto con espanto, con gritos y con llanto!
egoísmo oscuro, de tinieblas, ciego!
Sólo piensa en si, olvida el encanto de nacimiento en otro campo!
Es fácil el llorar con simpatía interna, difícil, solamente pensar, en la gloria del Amado que da un paso a su Condado.
Muerte! Ha llegado tu hora, En este instante. Ahora!
Para pintar tu cara lozana, bondadosa de cariñosa hermana.
De ver tus ojos, no ahuecados sino divinamente hermosos.
Con hermosura de compasión.
De infinita comprensión.
Dos veces te he visto con temor y desaliento, dos veces con encanto, tan ligeramente vinieron tus pasos tan dulces fueron tus manos!
Una vez en tus brazos vi los tenues, diáfanos velos, tejidos de nubes y de cielos, que fuesen vestiduras de Amante, para el alma transeunte, de nuestra celeste Soleida.
11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica