Liberalism

REPERTORIO AMERICANO 219 Su biblioteca: te iibres de la Editorial SENECA, México, en elegante presentación, que han de interesarle: tigo de su intriga, continuaba lanzando apóstro deando asombrado, como si vilviese bruscamente fes, que, por ser pronunciados en lengua extra a la vida, después de un sueño.
ña, resultaban más inquietantes para los que no un abrazo definió la situación.
podían comprenderlos.
La escena pone de relieve la sinceridad vivienEn vano trataba yo de calmar la correntada. ruda. Era un salvaje, guiado por el instinto.
El impetu adquirido le dejaba ciego. Se dirigia Sacaba de su propia carne, en un chorro, las creaa mi. Sus manos crispadas subrayaban las répli ciones, sin duda defectuosas, pero asombrosamencas de los héroes cuyas actitudes esbozaba, desig te humanas. Sin estilo, sin pulimento, forzaba las nando en los muros hipotéticas ventanas. Hundia palabras, como un jinete pampeano, que ignora sus manos entre la cabellera hicsuta. Levantaba los concursos hípicos, empuja su caballo, soñando los brazos, tomando por testigo a las estrellas. conducirlo hasta el límite de las estrellas.
Hubo un momento en que las gentes empeza Al esbozar la figura de Florencio Sánchez frenron a seguirnos, creyendo que se trataba de una te a la silueta de Enrique Gómez Carrillo no pendencia.
cabe la veleidad de establecer parangones, que Entonces, para no pasar por victima, me puse serían imposibles, entre la cora exquisita del croa gritar yo también, sin tón ni són, gesticulando nista y la obra tosca del autor dramático, entre como él. así recorrimos la sala de un extremo un civilizado artificioso y un primitivo ingenuo.
a otro, como dos energúmenos en medio de la Ya dije, por otra parte, que no hago crítica liteconsternación de una muchedumbre que esperaba raria. Sólo deseo inducir a los que mañana se por instantes el pugilato.
ccupen de nuestra literatura a intentar una conCuando las francesitas volvieron a pedir nuevos frontación entre dos temperamentos, entre dos luises para desquitarse de la mala suerte, se de modalidades extremas que sintetizan cualidades tuvieron absortas: y defectos opuestos. El hombre los proyecta des ¿Por qué pelean ustedes? gritó la más des Pués en sombra o en luz sobre la vida.
envuelta.
MANUEL UGARTE. Pelear nosotros? inquirió Florencio, parpaDr. Julio Bejarano: El problema social de la lepra. Coutagio profilaxis y tratamiento. 3, 00 Baraja de Crónicas Castellanas del siglo XIV. Selección y prólogo de Ramón Iglesia. 50 Dr. José Torre Blanco: La mujer el amor y la vida. Nociones de biografía femenina. 00 Poesias de Gil Vicente. Por Dámaso Alonso 00 Landsberg: Piedras blancas seguido de Experiencia de la muerte y La libertad y la gracia en San Agustin. 50 José Bergamín: Disparadero español. El alma en un hilo. 50 España aparta de mi este cáliz.
15 poemas por César Vallejo.
Profecía de América (palabras preliminares por Juan Larrea. 50 Otros libros que pueden interesarle: 00 Angelus Domini (Envío de Jesús Zavala, Mxico, 00 9. 00 De la montaña al pie duerme la costa, baten las olas los cantiles rojos, su nido el cuervo entre peñascos labra. el fuego de los trópicos agosta el llano en que despuntan los rastrojos, la res bermeja y la salvaje cabra. 00 75 75 Rompe el alba el botón de la mañana con sus dedos de niebla luminosa y en el declive del alcor se posa una nube de aérea porcelana.
Abajo se despierta la sabana, el valle tiembla, yerguese la rosa, canta el madrugador, y rumorosa rie, cuchicheando, la fontana, Desde el redil hasta la loma albean, como el granizo, los corderos blancos que entre riscos y zarzas juguetean.
Y, de la cima oriente por los flancos, ríos de luz descienden y chorrean, hasta petrificarse en los barrancos.
El liberalismo europeo. Por Harold Laski. Versión española de Victoriano Miguelez.
Historia y antologia del pensamiento económico. Antigüedad y Edad Media. Por Jesús Silva Herzog Comercio y navegación entre Esraña y las Indias. Por Clarence Haring. Versići española revisada por Emma Salinas.
Raza y Racismo. Por Marcelo Prenat. Versión española de Manuel Martinez Báez.
Pensamiento y poesía en la vida española. Por María Zambrano Español del éxodo y del llanto. Doctrina, elegías y canciones)
Por León Felipe.
Jorge Carrera Abdrade: Antologia poética, de Pierri Reverdy.
Rubén Darío: sus mejores poeLecipoldo Lugones: Lunario sent. mental. Tagore: El Jardinero. Trad. de Zenobia Camprubí de Jiménez. Varona: Violetas y Ortigas Camus: Historia y fuentes del Derecho Romano. Tomo Angel Vassallo: Nuevos prolegómenos a la Metafísica.
Luis Caséns Siches: Vida humana, sociedad y derecho.
Gstaro Estrada: Bibliografia de Goya.
Juan José Domenchina: Poesías escogidas (1915 1939. esta excelente revista mexicana de Poesia y Arte: Nos. VIII IX Ide TALLER. Precio de este ejpr. 75 mas.
El espacio es un mar de fuego y oro y de sus ondas surge de repente arcángel poderoso, cuya frente reverbera como igneo meteoro.
Tiende las alas con fragor sonoro, chispea su mirada refulgente y a su voz, como trueno de torrente, cantan todos los ángeles en coro. 00 00 00 00 00 50 10. 00 ¡Oh, salmo de las fuerzas, soberana voz que el clamor universal encierra y vibra por los ámbitos profundos, como el gigante son de una campana fundida en las entrañas de la tierra o forjada en el yunque de los mundos! 00 00 III 50 Estalla el seno de la nube y brota en explosión de nítida blancura, un querubin, en cuya frente pura el lucero gentil palpita y flota. Astro de inmensa luz! Como una gota del mar del éter, inmortal fulgura, derramando torrentes de ventura que funde el universo en una nota. La nota del amor. Los aires hiende, por todos los espacios se dilata y hasta el empireo su clamor extiende.
El ángel tañe su clarin de plata y el sol, que nace, a sus espaldas prende un clámide regia de escarlata.
Co. el Admr. del Rep. Amer.
Calcule el dólar a Sobre el tranquilo lago, occiduo el día, flota impalpable y misteriosa bruma; y, a lo lejos, vaguísima se esfuma, profundamente azul, la serranía.
Del cielo en la cerúlea lejania desfallece la luz. Tiemblan la espuma sobre las ondas de zafir, y ahuma la chimenea gris de la alquería.
Suenan los cantos del labriego; cava la tarda yunta el surco postrimero.
Los últimos reflejos de luz flava en el límite brillan del potrero, y, a media voz, la golondrina acaba su gátrulo trinar, bajo el alero.
II En la cimera del volcán descuella un rojo airón que a intervalos se esconde sobre la flagrante horadación por donde el pulmón de los ciclope resuella, Del sol canicular una centella hiere a la ardiente boca que responde la destrucción encaminando a donde el monstruo imprime su abrasante huella.
del crepúsculo envuelto en la neblina y en los vapores gráciles del lago.
Del Septentrion al murmurante halago los pliegues de su túnica divina se extienden sobre el valle y la colina, para librarlos del nocturno estrago.
Su voz tristezas y consuelos vierte.
Humedecen sus ojos de zafiro quras de vida y ráfagas de muerte.
Levanta el vuelo en silencioso giro y, al llegar a la altura, se convierte en oración, y lágrima, y suspiro.
MANUEL JOSÉ OTHON Ondulante y azul, trémulo y vago, el ángel de la noche se avecina Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica