REPERTORIU AMERICANO 67 tro la maу La segunda enseñanza que encontramos en el generación. en aquella estación del tranvía maestro Sanin Cano es la de que no hace tra de mulas de Chapinero, mientras Sanin Cano Volviendo al tema inicial de estas notas, creo gedia con sus lectucas. El pasa por entre los li iba formándose un maestro, el americano se di que la palabra maestro, cuando se usa para debros como por entre las plantas de un jardin. solvía entre los gritos de los conductores, las co signar a Sanín Cano tiene un color nuevo, un Le gustan las letras, le dan un poco de risa, ama ces de las mulas y el rumor de la cebada, de sentido diverso. Ya no es la palabra henchida a muchos autores, pero cada autor de los que master pasaba a míster, como quien hace un jue por el artificio de los diplomas y los títulos, no acostumbra leer para ensanchar sus conocimien go de palabras.
tiene ni siquiera la intención de fijar una maestos o para recrearse, le viene bien, como si fuetría artesana en quien se dedica al oficio de las ra un zapato viejo. Yo no sé por qué los grani De Sanín Cano se ha dicho que es un humoris letras. Esta palabra, ahora, gravita bajo el sigdes eruditos dan impresión de andar con za ta. Al propio tiempo, muchas personas que ape no de la inteligencia. Nosotros podemos reír de patos que les aprietan. Entran a la vida de las nas le han tratado incidentalmente le hallan los maestros, y al llegar a Sanin decimos maesletras para torturarse, para aparecer con mucho flemático y de difícil acceso. En esto, como en sabemos que estamos diciendo otra coatuendo en la sala de la academia, para que las todo, creo que unos y otros tienen razón. sa. Es como una de esas palabras vulgares que citas se les salgan de los labios como un grito. creo, además, que de esa contradicción surge de pronto el poeta dignifica, cunoblece, vuelve Sanin jamás ha sido un mártir de las letras, la verdadera personalidad de Sanín Cano. Des a encontrar y saca a la luz por arte de magia.
no obstante haber cumplido jornadas muy difí de luego, si hay algo serio en el mundo es un Porque Sanín Cano ha sido y es un estudianciles. Cuando Brandes no era popular, y humorista. Una persona que mantiene fresca la te, porque sabe sonreír, porque no desdeña la yor parte de sus libros estaban sin verterse a sonrisa a pesar de todo es, lo repito, algo historia ni la vida que le circunda, es ua maesotros idiomas, Sanin estudio y aprendió danés muy serio. Ahora, si se mira el rostro de Sanin tro. lo es, además, porque de vuelta de un Para leer a Brandes y gustarlo. Antes, por ra Cano se encontrará que está como partido en largo viaje a través de los hombres y las letras, zones semejantes, había entrado en las corcien dos mitades. En la mitad que dominan sus oji cree en la libertad. Se atreve a defender los tes de otros idiomas de ningún uso en su patria. llos vivaces casi siempre hay una cisilla que bro fueros del espíritu con más fervor, con más fe, Pero quien se hace al alemán, entra en una len ta chispas detrás de unas cejas crespas y enma con más acrojo y entusiasmo que quienes tienen gua difícil para llegar a una literatura dilatada. rañadas. Esta risilla, quizá por la circunstancia o deberían tener veinte años. Yo le he visto Sanin aprendió el danés para leer a un autor, de esas cejas, no la advierten los interlocutores con los ojos antes risueños velados de la y para las sorpresas que luego le diese el idiodesatentos, que sólo atienden a la expresión vi grimas, con lágrimas de ira, ante las injusticias ma. Sufrió en el aprendizaje? No. medida gorosa de la segunda mitad del rostro, en don que hoy suelen destacarse sobre el hombre, soque avanzaba en ese nuevo mundo, le brillaba de una boca de labios finos, cuya energía vie bre la inteligencia y sobre la dignidad. He visto la pupila de gozo. El no estaba cumpliendo un ne desde las mandíbulas, sólo se abre para concretarse en una sola chispa de coche furor programa para obtener un diploma. Descubría, dar paso a palabras justas que han pasado pec sus graciosas miradas juguetonas, porque munada más, y gozaba. No hacia tragedia. el tamiz de un estudio personal minucioso. cho más allá de sus montañas, cruzando los oNo creo que Sanín Cano tenga ningún ti Ahora, quienes recogen las palabras de la mon céanos, en cualquier rincón remoto del mundo, tulo para enseñar, como lo proclama en su defi tonera, y las tiran luego caño sin mayor ordonde sólo debería oírse el acento diáfano de nición la academia de la lengua. Anduvo, de den y concierto, encuentran demasiada flema una palabra fina, silbe el látigo del capataz.
muchacho, pee las escuelas, sin llegar a ninguna en quien se toma el trabajo de pesarlas y meSanin Cano es un maestro porque representa la facultad. El título, de tenerlo, quizá lo adqui dielas. El maestro, en cambio, se muere de risa, decencia en el hombre de letras.
riría compartiendo con un empresario america de una risa que está en sus ojos, cuando ajusta no la dirección de un tranvía de sangre, que serGERMAN ARCINIEGAS bien una palabra en su onda y la dispara recta vía para comunicar a Bogotá con el caserío de al ojo del adversario. La diversión puede ser un Buenos Aires enero de 1940.
Chapinero, a fines del siglo pasado, o principios poco intelectual, pero es una diversión.
del presente. En unos carritos que trotaban so Ahora, en la vida de Sanín Cano hay esta bre los rieles desunidos, iba Sanín de su pensión misma contradicción. Algunos creen que es un a su oficina. El conductor hacía silbar el látigo monumento de erudición, y por eso le han reciENTERESE cobre dos o tres mulas flacas corcovea doras bido en las academias sin que él haya pedido que hacían la tracción, levantando en la entrada Otros suponen que es el primer una nubecilla de polvo, y en la época de lluvias periodista de América. Sanín Cano, en efecto, cesbalando en el lodo. El viaje era de media ho ha leído los libros que leen los académicos, o Un nuevo libro de poemas de ra, de una hora, según cambiaba el humor del que deberían leer. Pero la lectura no le ha quiconductor, el humor de las mulas y el humor GREGORIO CASTAÑEDA ARAGON tado la curiosidad por el mundo que de los días. Sanín leía. Leia cualquier poema de torno sin haber pasado aún a los libros. El mira Pidase a la Peter Altemberg, o el segundo Fausto. Si levan a todos los frentes de la actualidad, él quiere taba de pronto los ojos, ellos veían las manchas saber lo que pasa en el mundo, no le tiene mieLIBRERIA DE LEHMANN CIA.
de eucaliptus que sombreaban de violeta la ca do a la vida que llega y es periodista, es decir: en San José de Costa Rica rretera solitaria, o por los huecos de los grandes antiacadémico. Por eso la juventud suele sorportalones de las estancias, el paisaje de la sa prenderse ante este hombre de muchos años que Precio del ejemplar, porte incluido: bana enmarcado por una cadena de cerros cuya tiene más frescura en el alma que ciertos muchaforma y cuyos nombres nos sabemos de memoria U.
chos y que con la más natural de las simpatías cuantos hemos vivido en la sabana.
se acerca al punto en donde hay una voz joven Con el Adr. del Rep Amer. en esta ciudad Al llegar a la estación, mientras el conductor que está bien templada.
desunia las mulas y las acercaba a la canoa que tuviera su pienso de cebada, Sanín entraba a la oficina para repasar las cuentas de la empresa, y dialogar con el mister, un hombre ligeramente juguetón, cuya mayor gracia residía en que habiendo olvidado su inglés, no había aprendido el castellano, de donde cesultaban trastrueques Médico. Cirujano y disparates que hacían las delicias internas de Sanín. Entonces, el maestro no podía reír con estrépito delante del principal, pero tenía que ELECTROCARDIOGRAMAS reír, y debió ejercitarse en los primeros pasos de la soncisa, que luego ha constituido uno de los METABOLISMO BASAL más finos resortes de su espíritu.
Corazón Aparato Circulatorio Parece que los ingleses han aflojado en el concepto de imperio que tuvieron antiguamente.
Creo haber leido que la palabra míster no es Consultorio: 100 varas al Oeste de la Botica Francesa sino un aflojamiento de master. En realidad no hay un punto de comparación entre la enerTELÉFONOS: 4328 3754 gia del vocablo primitivo y la tibieza de su deverano MASTILES AL SOL vive en Dr. GARCIA CARRILLO Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica