328 REPERTORIO AMERICANO vera.
para Repertorio Amer can Eduara BS. AS Un escritor de 1900, o una generación argentina responsable (Colaboración para Rep. Amer. Mendoza, Rep. Argentina, agosto de 1940. Gentile y Cesare Zavatini. Su prestigio crece.
Comienzan a traducirse sus trabajos. Su colaboración es solicitada por las principales revistas del continente y diarios de la República. Ya en el país, publica Conocimiento y expresión de la Argentina. Sobre este vasto tema han versado sus conferencias en la península.
Allí aflora la preocupación más seria y angustiada del escritor por los conflictos que la realidad argentina han planteado a su ánimo. Es el inventario previo que hace Mallea, tocado ya en lo más vivo de su sentido de la argentinidad. a esa obra magnifica que vendrá más tarde el año 1937 y que incursiona a todo lo ancho de una pasión visible, exaltada y seEl mismo año 1935 da a la estampa Nocturno Europco, obra con la que obtiene el primer premio de prosa en el Concurso LiteTario Municipal de la ciudad de Buenos Aires.
Nocturno Europeo es la novela o crecida confesión de un hijo del siglo. Es la historia tan oscura, tan desordenada de la hora de un hombre en esta hora del mundo. Se organiza allí una nueva realidad en el arte de novelar. Adictos aún algunos novelistas y cuentista nuestros a los modos pretéritos en el género, debia sorprender y hasta concitar resistencias la emancipación de Mallea. La arquitectura sinfónica de su prosa, donde ni siquiera un gesto descompone la armonía y equilibrio de sus líneas, está felizmente limpia de serviciales psicologismos y postulados extraliterarios, vagamente socializantes. La función de expresar, destino primero y meta última de la palabra, alcanza una plenitud cumplida con idéntico recato como dignidad. Lejos del autor todo virtuosismo obstinaldo de frases brillantes o majustuosamente vacías. Al contrario: todo el conglomerado alli Kescrito, inventariado minuciosamente, está sometido a la jerarquía de una severa conciencia estética y es animado por un soplo gálido de plasticidad, nerviosa y multánime. Su misma ética de la palabra vive de un largo y actual alcance humano, proporicionado al de la conducta, y en el advenimiento de las más turbias horas del hombre pone su fe del lado de la salvación del hombre por el espíritu. En la despedida del novelista, al final del Nocturno se lee: Lo que vale en nosotros no es más que esto: las contestacioniets; contestación al infinito, a los hombres, a las cosas, la vida. Cómo está de muerto el que no responde sin detenerse. Qué es el amor sino, ante otro ser, una respuesta que se anticipa. Gritemos lo que somos, declaremos nuestro contrabando delictuoso, nuestra carga clandestina de incertidumbre e inhibición falta de simplicidad.
Bajo un signo seguro de belleza y de verdad esencial, como confinada bajo la superficie aparente, visibles de las cosas y el hombre, pero como quien obedece y cumple una vocación verdadera, Eduardo Mallea fué aumentando su bagaje literario. Aquel silencio de nueve años había sido, pues, un recatado silencio de gestación y ensimismamiento fértil para nuestro escritor. así aparecen La ciudad junto al rio inmóvil en 1936, Historia de una pasión argentina en 1937 y Fiesta en noviembre el año 1938.
El libro La ciudad junto al río inmóvil está compuesto por una serie de relatos, destinados todos a ofrecernos el espectro de una cosmópolis que no consiente destinos blandos. exigente, dura, estrepitosa y taciturna, adonde confluyen todas las vertientes del mundo con su limo secreto, veteado de afanes, desengaños, angustias, esperanzas, tristezas, ambiciones irremediables y espectativas vacantes. El episodio anecdótico, los carriles de la trama, sch desdeñados por el novelista. No se cree obligado a ellos. Los suple, en cambio, el clima y atmósEduardo Mallea es hijo del médico y escritor sanjuanino Don Narciso Mallea, cuyos sabrosos cuentos difundiéronse hace ya algunos años bajo el seudónimo de Segundo Huarpe y a los cuales puse un interesante prólogo Juan Pablo Echagüe. La historia de su familia la escribió Sarmiento en las nobles páginas de Recuerdos de Provincia. Allí están los bajorrelieves de las necias figuras de los Mallea, descendientes de conquistadores, y queda señalado, también, el parentesco del genial cuyano con el progenitor de nuestro difundido ensayista.
Se ha afirmado que Eduardo Mallea es porteño. Pero nació en la ciudad de Bahía Blanca el año 1903. Yo casi no tune infancia metropolitana. Vi la primera luz de mi tierra en una bahia argentina del Atlántico. como lo ha dicho él mismo. los pocos días me estaría meciendo, como un jugueteo torvo de quién sabe qué paternidad tutelar, el sordo y constante ruido de las dunas cada segundo desplazadas, el clima wersátil del país, el vienuo animal.
El primer ibro suyo, Cuentos para una inglesa desesperada, apareició el año 1926. La obra trajo crédito y respeto inmediato al joven autor. Un pulso fuerte, recogido, una potencia nueva, una posesión tranquila del idioma, trabajado con voluntad reflexiva se revelaron en la rareza exquisita de esos relatos Su lirismo irrumpía en la prosa cálida e intensamente como un suceso estilístico desacostumbrado en Ja ousiva narrativa del país. Prosa sujeta a mando, exigencia y castigo, donde todas las vicisitudes de la creación y la expresividad percibían nitidamente través de su estructura pocimática. De dónde le venía al autor tan afortunada madurez. Cómo era posible arte tan logrado, no común en hombres de 23 años? Algunos se dieron a maliciar influencias, la señalar vagos modelos del otro lado del mar.
La critica de oido no se ponía de acuerdo; sin negar condiciones esenciales, por demás presentes, consentía al arte de Mallea una ancha pasión de belleza y un moderno instrumental expresivo pero era neticente en el elogio, lerda y demasiado espectante. hasta tuno sus indiferentes, sus sordos y sus negadores.
Sólo los jóvenes, disco formes con la narrativa en uso, lo acogieron amplianemte. Pero también llegó el elogio entero, especialmente de afuera. Lo dispensanor críticos de autoridad indiscutida, europeos y americanos, que al reconocer personalidad segura al cuentista, al estilista, gustaban señalar la calidad de una prosa llena de registros expresivos, de acento original, donde se aprecia una vocación pura ide escritor, inalienable, voluntariosa de un sentido americano, o mejor, arg. ntino, nuevo. Waldo Frank, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Jules Supervielle, Mario Puccini, Guillermo de Torre dieron su testimonio.
Después de su primera obra guarda un silencio de nueve años. Silencio henchido de resonancias del mundo, lleno de materiales, en el que oumple un trabajo sin impaciencias, con fervor y continuidad. Sólo colabora en algunas publicaciones literarias restringidas como Revista de Occidente, Italia Litteraria, Neu Zuricher Zeitung, Martin Fierro y Sur. En 1935 es invitado por el Instituto Interuniversitario Italiano para dar conferencias en Roma y Milán. Allí lo presentan el filósofo Giovanni se Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica