54 REPERTORIO AMERICANO En el estudio de Serra Güell, en Kobe 1) El escritor español I, Alvarez. 2) Serra Güell. 3) Sra. de Carrera Andrade. 4) Jorge Carrera Andradeautor del comentario sobre el artista, ticas con pedazos de corcho y cuerdas marinas y latón recortado de las chimeneas. comió los panellets de Noviembre, y se alegró de sardanas, y gustó del áspero vino de los rabasalres. Discípulo de Angel Ferrán, se separó luego del maestro y viajó por Europa, buscando siempre una forma que anime el espacio como había oído decir tantas veces en las clases de escultura. un buen día salió para el Extremo Oriente y encalló entre los pinos y como era primavera entre las espumas de los cerezos del Japón.
Con su sonrisa en que resplandece la sal de la amistad, Serra Güell nos cuenta de sus predilecciones en estas tierras. Las antiguas esculturas japonesas en madera son interesantisimas nos dice. Me entusiasman igualmente las máscaras de Noh, los pórticos de madera, la cerámica vieja, la plasticidad de los vestidos coreanos, la ordenación de la escena en el teatro de Kabuki, las canciones populares japonesas en que hay algo del vibrar atormentado del cante hondo andaluz. Ya no creo mucho en el surrealismo escultórico y pictórico que resulta algo así como la literatura aplicada a la pintura y a la escultura. Trato más bien de huir de la fría plasticidad marmorea a lo Hans Arp y buscar nuevos caminos hacia la emoción auténtica.
Una prueba de que el artista ha logrado su propósito y de que es ya poseedor del secreto de un neo realismo fuertemente expresivo son sus Cabezas Animadas, sus magníficos tipos coreanos, su Ova san. sus Mendigos. Sobre los hombros de su Tocadora de shamisen parece gravitar un impalpable paso de años, dulzura y fatalismo. Su Arbol de Guernica es una poderosa alegoría en que triunfa la intención intelectual y la plasticidad: es una especie de meditación escultórica. sus stampas de madres y de mujeres del pueblo se hallan animadas de esa oculta palpitación vital que es la verdad del arte. Que siga Serra Güell descubriéndonos el Japón de adentro y salgan en abundancia de sus manos creadoras esas figuras suyas, sorprendentes de vivacidad, y sus Cabezas donde se puede admirar, en su justa dimensión, la dignidad del rostro humano.
Descubrimiento del Japón por un artista catalán (Envío del autor)
Eudaldo Serra Güell encalló hace cuatro años en Kobe, en el Mar Interior, y en lugar de ponerse a hacer señales de auxilio a los barcos que por allí suelen pasar, se metió tierra adentro y llegó a Rokko, donde halló una casita de madera y papel, con esteras olientes a pasto fresco, mojado por la lluvia. En torno, se retorcía, con una verde angustia vegetal, la montaña de pinos y de cedros y el pequeño pueblo rumoroso de los arbustos y las hierbas sin nombre. Y, de trecho en trecho, aparecían, entraban a sus viviendas y volvían a aparecer unos curiosos vecinos de ojos oblicuos. Hacia el oeste, el mar, como un grande y alto muro de vidrio, parecía sostener el elo.
JORGE CARRERA ANDRADE Yokohama, 10 de noviembre de 1939.
Desde esta casita de Rokko, Serra Güell empezó a descubrir el Japón. Descubrió un Japón ignorado por los visitantes extranjeros que no quieren ver sino el monte Fuji, los templos de Nikko, el Gajoen de Meguro, el hotel Imperial de Tokio, los canales de Kyoto o los ciervos de Nara. Descubrió un Japón humano y doliente, que se halla muy lejos de las falsas crónicas die Gómez Carrillo, Blasco Ibáñez, Loti y Claudio Farrere. vió los barrios pobres, color die vejez y de muerte, los mendigos, las linternas de piedra, las casas de obreros, las mujeres mal nutridas, los tabis y las getas, los lamentables coreanos. todo ello lo fué plasmando febrilmente en el barro e inmortalizándolo en el bronce, o interpretándolo fugazmente con la línea y el color. De esta manera, ha llegado a reunir una obra copiosa y original que le consagra como un gran artista.
Eudaldo Serra Güell es un escultor nuevo que ama el folklore popular y detesta la retórica del mármol. Esculpe por una necesidad profunda, intima, como para aplacar una sed o un violento deseo orgánico. Trabaja lejos de las escuelas, en la soledad, como un anacoreta del arte. No van únicamente por el mundo los mi.
sioneros de la religión, que van también los misioneros de la belleza, entre los cuales se cuenta Serra Güell, que dispersa por el Japón sus enseñanzas objetivas, sus plásticas y vi.
vientes imágenes. Ha superado el surrealismo y el realismo mágico, y camina tranquilamente hacia un neo realismo de tan potente expresión que se diría una especie de lirisino de la forma o iirismo de lo plástico. Pues su arte es esencial, como un producto biológico de todo lo que a simila su organismo: aire, luz, alimentos, colores y perfumes. asi vemos que al artista, más que leer, le gusta el contacto directo con la vida; y si lee, es solamente geografía o libros poéticos. sea, itinerarios para viajar con el cuerpo o el espíritu.
Serra Güell nació en Barcelona hace vein.
tisiete años. se paseo mucho por las Ramblas, y subió al Tibidabo y a Montjuich a ver desde arriba su ciudad y el espejeo del mar promisor. hizo sus primeras creaciones plásMuchacha coreana Mendigos Bronce de Serra Güell Escultura de Serra Güell Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica