90 REPERTORIO AMERICANO Cordillera Raúl Botelho Gozálvez, novelista boliviano.
Envío del autor. Santiago de Chile, ti viembre 16, 1940 Emma Gamboa (1938)
Reptando. Reptando.
Desde el Norte que tiene sol y selvas y puna hasta el Sur que tirita sus cristales de agua y congela el cabello vertical de la lluvia.
Dolorosa, reptando ascendiendo. bajando.
Desde la Historia llena de batallas y brumas, hasta los hombres de hoy, fuertes y laboriosos, que se doblan alegres a la tierra desnuda.
Misteriosa, reptando. el tiempo, a tus espaldas, va de vértebra en vértebra, de llanura en llanura.
Te llena de portentos y de sangre y de nubes.
Te dibuja una pátina de milagro en las curvas.
El viento es tan lejano. Tan mitológico y tan ardido de aromas y tan lleno de músicas. El viento también pudo dejarte en las caderas ese temblor supremo de danzarina iúbrica.
Por ti volaron cóndores transidos de distancia y capitanes locos de asombrosa locura.
La nieve, el sol, el viento, la guerra, modelaron tu ser de campesina dulce, valiente y ruda.
Reptando, sí. Como culebra. Como el cuerpo de los mástiles y las astas agudas.
Reptando, misteriosa, dolorosa, reptando, emergiendo del mar y tocando a la altura.
La rosa de los rumbos te florece en los dedos, se queda el horizonte desgarrado en tus uñas, y de pie frente al mar sin orillas, integras la soledad magnífica, vigorosa y absurda.
Ahí estás y estarás, misteriosa, reptando y ascendiendo y bajando tus montañas hirsutas.
El rumor que te marca la hora de la muerte agita sin descanso la misma voz. es «липса. HUGO LINDO Versos nuevos de Emma Gamboa Envío de la autora Mis esmeraldas Prendidas tengo en el pecho mis dos esmeraldas claras.
Son tan tiernas y pequeñas que nadie al pasar mirara, sus remansos de silencio sólo conoce mi alma, Con la seda de los tréboles y la inquietud de las palmas: con aguas de manantiales en musgos apaciguadas; con tristecitas de Octubre entre las ramas mojadas y júbilos de Diciembre sobre las frondas doradas; con el cristal del rocío escondido de mis lágrimas; con canciones que arrullaron las verdes olas saladas; con todo eso y el poder de ternura enamorada se hizo el milagro divino que sólo sabe mi alma.
Dulce quietud verde mar!
Tierna aurora aprisionada!
Prendidas tengo en el pecho mis dos esmeraldas claras. Salvado eño)
como una na estrella tibia y fiel alumbra.
Canciones suaves de serenas ternuras en la soledad esperan el nido de una alma.
Posees la llave mágica pero la tienes olvidada.
de la potencia indómita, Mientras, voces de viento y agua desbaratada en briznas, cantan una melodía cristalina.
Los hombros ciclópeos de la roca sostienen a la diosa en su danza fantástica.
Sobre el atleta inmóvil la danzarina elástica apenas se sugiere.
Pero la cabellera rutilante y bien peinada se muestra.
El viento la desgreña y alborea en tules vaporosos.
El sol la ciñe con cintas de iris.
florecerá una bienvenida de esmeralda.
El jardín que parece mustio ahora, potencias vivas guarda que estallarán en rosas cuando llegue la hora.
Amigo, avisora el arribo de las aves viajeras.
Ya las palmeras danzan sus saludos con ritmos de júbilo.
Cuida tu tierra, cálido corazón, y espera.
EMMA GAMBOA Ohio, Enero de 1940.
Catarata del Niagara De la altura se arroja comba y recia Tiene la majestad simple de una diosa y también el capricho.
Proclamase indomable y en vencimiento femenino se doblega.
Parece siempre la misma y pasa en fuga eterna.
En cada instante es moribunda y renacida, simbólica de eternidad y de mudanza.
Tambores estruendosos, martilleando de ruídos el espacio y el tiempo.
celebran la victoria Sé paciente, amigo.
Para Gabriel Jiménez.
Sé paciente, amigo: no es eterno el invierno ni es vana la esperanza.
Traerá la golondrina oculta entre sus alas la primavera, y tu tierra morena Posees una llave mágica.
Posees una llave mágica de una puerta de oro en una morada celestial que es sólo tuya.
Allí vino puro se guarda en ánfora intacta, Una lla mita azul Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica