318 REPERTORIO AMERICANO Un mal incurable CONSEJO Estaba en todos los ánimos la idea de elegir una Constituyente, la cual estaría lista para lempezar el baile en los primeros días de setiembre, a fin de conmemorar la primera salida de la Moneda, donde el señor Alessandri dijo que no volveria, olvidando que hay una enfermedad del poder perdido. Mal incurable, pudo agregar Saint Bguve, autor de esa frase tan certera.
Ay luciérnaga, esconde tu luz maravillosa, dice la hermosa rosa, esconde entre los árboles tu brasa pequeña y misteriosa.
El murciélago vuela por la casa.
Apágala, por ti y por mi te lo ruego.
El murciélago pasa, y es el Diablo, y el Diablo come fuego.
Mi camino BALL, ST DE LA HORMIGA ROJA mia ni mi casaca ni mi labor. propósito: lei no sé délude un cuento con colores y dibujos orientales en que aparece un rey abaritonado al cual todo lo circundante debía declarar su vasallaje, si no quería ser calificado de ingrato y hasta de traidor a su soberano. Con los años, que ya eran algunos, el ergotismo contumaz de llegó a creer que el sol, la tierra y las aguas eran obra suya. Ven alquella montaña? preguntaba a los súbditos estipendiados que le iban quedando. Yo la hice por mis propias manos un dia que andaba de caprichete y dira genésica. Ven aquella gaviota, aquel queltehue, aquel misero insecto. Los hice yo y vean cómo me pagan. empezaba a desvariar y tanto machacó que todo, sin excluir el sistema planetario, era confeocića suya, que hacia el fin de su poderío intermitente y asi lo pregcaba a grito herido, no tenía más amigo fiel que uno que otro que levantaba la pata.
Consigno con placer, por lo demás, que el señor Alessandri no entorpeció en ningún momento mi carrera de modesto servidor público.
Nobleza que reconozco y que he abonado manteniendo en este libro y en los que han de seguir, una serenidad de buen humor al rememorar hechos históricos que habrían justificado otro tono, porque la verdad es que el país sigue tomado de cola y tirante por los acontecimientos que empiezan en 1924; que exteriormente pudieron ser una contienda armada interiormente una contienda civil. No afloje, mi coronel. De dónde vienes, hormiga roja?
De las Sierras del Olivar. Cómo llegaste? En una hoja que viene del monte y que va al mar.
Firmó mi nombramiento. el señor Alessandri, el cual y es natural, dada la idea que ha tenido siempre de su poderío talvez se ha sentido inclinado a pensar que mi modesta carrera se debe a su munificencia. Confieso que creía candorosamente que era algo bien mío esa carrera, seguida grado a grado y si alguna vez me senti inclinado a ampliar pleonasticamente la significación del apoyo gubernamental de aquel entonces, es porque la buena crianza encarece la obligación de atribuir a otros los pequeños éxitos que logran obtener los que han hecho su camino solos y sin tramitar ni conspirar contra nadie. Toda mi carrera fue seguida paso a paso, grado a grado, artículo a artículo, libro a libro y lejos de los cielitos electoreros. aquí me asalta una du.
da que no me atrevo a guardarme por más tiempo: a lo mejor estoy equivocado y no es Traia mi verde canoa blanca harina de la ciudad y una luciérnaga en la proa en las noches de oscuridad. Por el río. Sí, por el río.
Sola y tan joven es mejor viajar así. Del viaje mio se ocupará más de un autor. No había trigo en los graneros. Poco; la helada heló el trigal y las llanuras y los oteros y las cosas del rosedal. Ministro en España, mayo de 1935. RODRÍGUEZ MENDOZA canciones y cuentos. Eres buena y eres honrada?
Como toda hormiga lo es.
Lo que a unos sobra no vale nada, pero hace holgada nuestra vida de la invernada y nos sirve para después. Sacados de la obra: Aventura. San Salvador, El Salvador, 1940. que nos hace pensar en otra cosa: Llueve a torrentes en el camposanto. Ven con nosotras a las eras.
Aún queda trigo, hermana, aqui; y si te gustan las compañeras te casarás con la que quieras siempre que ella te quiera a ti.
llueve en la quinta de Isabel Espejo llueve en la fragua y el Molino Viejo y en el jardín oscuro de la abuela.
JUAN GUZMÁN CRUCHAGA TONADA DEL ABANDONO Malhaya el cielo ofrecido que se quedó en las palabras y el amor desamorado y la voz de su garganta.
Encogiéndose, alargándose, gusano de seda y plata, el acordeón del cuyano se fué, midiendo las chacras.
Rosalinda mira al río que un día se lo llevara.
Entre el nunca y el quién sabe regresa la voz fantasma; sabe Dios de dónde viene y al través de qué distancia, y ocan el acordeón los reflejos en el agua.
Con qué alegría asomarán los brotes a ver el chaparrón que hace palotes de cristal en el patio de la escuela!
ALERO Ala, alero que se inclina como una madrina sobre el miedo del hogar pobre; casa de la golondrina.
MULUTUS No puedes volar y sueñas con un gran vuelo envías al cielo todos los días mensajes de alas pequeñas Ginés ISLA Pujol LA LUCIERN AGA Lines Lejos de todo, en medio de un oleaje de sombras y de lágrimas, vive serena, erguida, mi soledad de isla o de montaña.
La rodea un anillo de silencio y la defiende un aro de distancia. Señor Mango, señora Enredadera. en dónde está mi compañera?
Señor Conejo del oido agudo, que recibes fielmente en el embudo de las orejas todos los rumores del cielo y la tierra. sentiste la seda de su vuelo?
Cuando pienso las nubes la ensombrecen.
Cuando sueño los pájaros la encantan.
LLUVIA EN LA ESCUELA Misiá Griselda gris, pero no tanto, Griselda gris, gris celda cariñosa.
Entra. oído cordial la última rosa a recibir la ingenuidad del canto Mi lámpara encendida busca su huella desde la tarde hasta la amanecida. Nadie la vió pasar? Ya es una estrella, dice el sapo, y la rosa, navegando en el viento, dice que nó, en un triste movimiento, de cabeza, y el grillo dice que sí, cantando, y el alma que la busca. dónde. cuándo?
Cuando fue librero (en la Avenida Central frente a lo de hoy Trejos Hnos. costeó la 2da. edición de ET Moto, en Barcelona, 1901. Fue servicial y bueno.
Para el cementerio salió en hombros de sus amigos numerosos. Alabado sea. Sirva de ejemplo.
de la maestra: Dos por tres. Encanto de la lluvia apretada y bulliciosa. Comienza ya a cumplirse la profecia de la bormiga. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica