Joaquín García Monge

1Repertorio Americano SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXXVII San José, Costa Rica 1940 Sábado 14 de Setiembre Núms. 19 20 Año XVI Nos. 899 y 900 Contenido: Alberto Baeza Flores Gabriela Mistral Joaquin Edwards Bello Historia de un chileno Recado sobre la Cordillera España contra Chile Así se habla. Documentos)
Sintesis de Chile Arte popular La tradición de la Verónica Chile (Una carta y un articulo)
España en el coraznó de Pablo Neruda Con los jóvenes chilenos El Dr. Rodolfo Lenz ba muerto Don Samuel Lillo Poesias Los conversadores Pedro Aguirre Cerda Pino Saavedra Eugenio Orego Vicuña Samuel Lillo Nicanor Parra Noticia de libros Doe poemas Amor, Alba, ocaso Paralelo 53 Sur Chile Canto general de Chile Un Patriarca de Chile La Montana Andrés Bello Guillermo Eduardo Feliu Pablo Neruda Valentin Letelier Victor Lorz Concha Meléndez Antonio de Undurraga Amanda Labarca Humberto Mata Brenes Mesen Pablo Neruda Olga Poblete de Espinosa Angel Cruchaga Santa Maria Emilio Edwards En una estancia de la Patagonia Pintura chilena contemporánea Chile en mi recuerdo Historia viva. canciones y cuentos Roberto Brenes Mesén y Joaquín García Monge Discurso a Pablo Neruda Pedro Prado nos recuerda Gabriela Mistral, símbolo americano Pienso en Chile Juan Marin Norberto Pinilla Guiomar Rodriguez Mendoza Juan Guzmán Cruchaga Samuel Lillo Norberto Pinilla Magda Portal Garcia Monge Historia de un maestro chileno (Leida en la inauguración del ciclo de conferencias de la Asociación Educacional de Cuba. en Marianau, el de agosto de 1939. Colaboración para el Rep. Amer. Hoy, que la Asociación Educacional de Cuba, convoca a esta asamblea de enseñanza y cultura, se nos ha invitado, honrándonos, a unir nuestras voces chilenas al acento cubano de este acto que se inicia.
No me parece simbolo más digno, para traer delante de ustedes, que la historia de un maestro chileno cuya trayectoria y proyección quiero descubrirles esta mañana.
Es la historia de un hombre moreno, que tiene con nuestra tierra del Sur, alianza y parentesco, razón, quizás visual primero, para que el pueblo lo quiera como a persona de su propia casa o parentela. Razón, y no menor, para que la demás gente de Chile se sienta unida a este hombre de ojos agudos que siempre parecen interrogar como profundizando. Hay en él, en la manera de dejar caer las manos, en su modo de accionar y de escuchar, mucho de ése fuego que vive en nuestros hombres forjados entre el silencio del llano y de la piedra. Un saber sonreír con malicia pero con bondad, un tono de voz que dice con el monte, con la mina y con la costa. La historia de un hombre chileno y de un ser esforzado. La vida de un estudioso y de un maestro.
Hijo de seres vinculados a la tierra por larga costumbre y ejercicio, nació en Pocuro, un lugar escondido, modesto, de una de nuestras provincias centrales de Chile, no lejos de la escuela en que otro maestro, don Domingo Faustino Sarmiento, hubo de tomar el respiro o la soledad del destierro pero para verterse luego como una inaudita luz constructiva hacia la tierra argentina. Por la cale polvorienta y larga de Pocuro este otro niño comenzó a familiarizarse con la misma luz redonda y derramada que el magnífico argentino hubo de contemplar en nuestro valle como deleite y compañía a su soledad y pensamiento. El niño fue a la escuela pública con Pablo, con Andrés, con todos los Juan de Dios y los Carlos que asisten a las escuelas rurales de mi tierra. Medio siglo más tarde, como antaño el profesor argentino, tendrá que cambiar el banco de la escuela rural por el asiento de los presidentes. Medio siglo más tarde los periódicos ocuparán sus páginas hablando del antiguo alumno de la escuela de un perdido pueblo. El antiguo niño un hombre maduro y claro hoy es nuestro actual Presidente de la República y se llama Pedro Aguirre Cerda.
Atendamos a su trayectoria de maestro.
Quería ampliar el horizonte de su valle nativo, y darse, en alma y cuerpo, a ampliar el horizonte de otros hombres y a preocuparse por generales problemas que dijeran con el trabajo, con la nación, con la felicidad. Había para él una manera de cumplir con su conciencia, el estudio, y a él se entregó con el tezón con que el campesino desbroza el cam.
po y lo prepara para la siembra.
Hubo de ir a estudiar al Liceo de la ciudad principal de su provincia y luego acudir a la pital de la República a graduarse de bachiller.
Cumplió sus años de Liceo con esmero y prontitud y con no poco incontenido anhelo. Tenía un primer título e ingresó al Instituto Pedagógico de Santiago, doctorándose en Castellano y Filosofía. Antes de los 21 años era ya el profesor Aguirre Cerda. El paso por el Instituto Pedagógico y el contacto con la gran calidad humana de Lenz, Hansen, Schneider, sus maestros, dejará una norma y una ruta en la vida de guirre Cerda. Comienza a ejercer su magisterio, en Escuelas Nocturnas de Obreras, como profesor de la Escuela de Sub Oficiales del Ejército, y en el Liceo Barros Borgoño e Instituto Nacional. los 25 años se doctora de abogado y su memoria de prueba es un estudio de la Instruc.
ción Secundaria de Chile. Es de los Don Pedro Aguirre Cerda Presidente de la Rep. de Chile 11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica