Enrique Espinoza

114 REPERTORIO AMERICANO. fender, ni de amar. No se canse de amar.
Un libro revelador además algunas páginas propiamente incluí(Epistolario, III, pág. 161. das, que sirven de fondo al libro, teniendo en Henry George vino de California, y reimcuenta que se publica en la Argentina, para primió su libro El Progreso y la Pobreza, que Yo ya no soy hombre sentado: nunca lo lectores argentinos. Si el libro se hubiera puha cundido por la cristiandad como una Biblia.
fuí: menos, cuando empezamos a recoger blicado en México o en Guatemala, hubiera la Es aquel mismo amor del Nazareno, puesto cosecha de nuestra paciencia y previsión: mesido legítima la inclusión de trabajos que hien la lengua práctica de nuestros días. En la cieran referencia a esos países. Ni unos ni nos que nunca, hoy. Yo no lo hostigo. Ud.
obra, destinada a inquirir las causas de la po otros trabajos son mejores ni peores en la gran me ayudará allá, en cuanto sea dable. Que lo breza creciente a pesar de los adelantos humaproducción martiana. Todos tienen siempre, que allí se haga, me deje tan orgulloso como nos, predomina como idea esencial la de que en escala mayor o menor, el sello de su gran la prontitud, y placer en el esfuerzo de los la tierra debe pertenecer a la Nación. De allí personalidad de escritor, cubanos que acabo de ver: sobre todo, de los deriva el libro todas las reformas necesarias.
Una sintética nota del compilador sitúa la de San José y Jamaica. mucha amistad, Posea tierra el que la trabaja y la mefigura de Martí y hace un rápido y seguro mayor por la fuerza propia que mostramos, jore. Pague por ella al Estado mientras la análisis de su obra. En ella revela Lida como mayor porque no andamos de mendigos, use. Nadie posea tierra sin pagar al Estado ha penetrado la esencia del pensamiento y de la de los países por donde acabo de pasar. Qué por usarla. No se pague al Estado más con actitud vital de Martí.
pasión la de los colombianos. Qué respeto el tribución que la renta de la tierra. Así el peso El escritor, el crítico, se alzan a gran altude los costarricenses. Qué infeliz Jamaica, y de los tributos a la Nación caerá sobre los que ra en el juicio de Lida, después de hablarnos qué caída con sus libertades inútiles, sin el do reciban de ella manera de pagarlos, la vida con acento profundamente emocionado de minio ni el concepto de sí propia! Es gris, sin tributos será barata y fácil, y el pobre ten aquella vida tan generosa y sacrificada.
como la vida de los esclavos. Los cubanos drá casa y espacio para cultivar su mente, en Son tantas las frases escritas con verdadera iquién lo dijera! son en Jamaica lo más sim tender sus deberes públicos, y amar a sus hijos. devoción que hallamos en estas páginas, que pático y vivo. Epistolario, III, pag. 9)
No sólo para los obreros, sino para los apenas nos decidimos a escoger alguna para piensadores, fué una revelación el libro de ofrecerla en este comentario apresurado.
Piense bien lo que aparte le digo. no George. Sólo Darwin en las ciencias natura Convendrá saber que Lida, hombre consapiense: haga, les ha dejado en nuestros tiempos una huella que es nuestra manera de grado en gran parte a los estudios de nuestro pensar. Epistolario, III, pág. 191. comparable a la de George en la ciencia de idioma español, dice estas palabras: Marti la sociedad. Se ve la garra de Darwin en la fué escritor originalísimo, pero sin rebusca.
política, en la historia y en la poesía; y don miento ni excentricidad. Esto parece una reide quiera que se habla inglés, con impetu so vindicación por tantos que consideran a Mar(Véanse las págs. 201 y 210 del toberano se imprime en los pensamientos la idea tí rebuscado hasta amanerado. agrega Limo IV de sus OBRAS En los Estados amante de George. El es de los que nacen da: Toda su prosa no sólo sus discursos, Unidos edición de Gonzalo de Que padres de hombres: allí donde ve un infeliz, también sus artículos, y aun sus cartas abunsada, Habana, 1905. siente la bofetada en la mejilla! En torno su da en rasgos de voluntaria y magnífica simyo se agruparon los gremios de obreros: plicidad, como de poeta antiguo, y con freEra en Cooper Union, la Unión de Coo. Educarse, les dijo, es indispensable para ven cuente reminiscencia de imágenes bíblicas.
per, la sala de reuniones de la Escuela gratui cer! En un pueblo donde el sufragio es el ori Aun queremos añadir una frase más del ta, que aquel gran viejo levantó con sus pro gen de la ley, la revolución está en el sufragio. juicio que a Lida merece Martí como escritor: pias ganancias para que otros aprendiesen a El derecho se ha de defender con entereza; pero La grandioso y patético acude naturalvencer las dificultades que él había hallado en amar es más util que odiar.
mente a la pluma de Martí.
la vida. jamás ha sido tan bello un hombre (Son palabras de José Martí, escritas todas las cualidades de su estilo, las halla que no lo era!
en enero de 1887. el compilador, aristocráticamente depuradas. o en sus versos.
Martí en la Argentina (Envio del autor. La Habana, 1939. Podemos considerar que este libro que publica Raimundo Lida, y que constituye el volumen argentino octavo de la Colección Estrada. dirigida por el notable crítico argentino Julio Noé, es la tercera antologia de la obra de Martí que aparece en español. La primera, compilada por Américo Lugo, apareció en París, en las publicaciones de Ollendorff, en 1909, con el título de Flor y Lava.
Diez años después 1919 preparó Max Henríquez Ureña sus Páginas escogidas editadas también en París por Garnier. Veinte años más tarde nos llega la palabra de Martí desde la Argentina, por la devoción de un nuevo y auténtico martiano.
FÉLIX LIZASO Raimundo Lida se destaca en el grupo de jóvenes escritores argentinos de este momento que hace seriamente sus preparativos para entrar con toda dignidad en la república de las letras.
Cerca de Pedro Henríquez Ureña y de Amado Alonso, en el Instituto de Filosofía de Buenos Aires, junto a Francisco Romero en los trabajos filosóficos, se nos aparece como un verdadero scholar que quisiera tener bien realizado su aprendizaje antes de lanzarse por completo al campo literario. no satisfecha su ansiedad de conocimientos, afirmados junto a tan excelentes conductores de vocaciones, sale en busca de nuevos perfeccionamientos, camino de Harvard no sin antes dejar circulando en su Argentina este libro que nos acaba de llegar las Páginas selectas de José Martí.
Señalemos de inicio el hecho de que el conocimiento y la influencia de la obra de José Martí se extiende rápidamente en América, prendiendo en las mentes más lúcidas despertando a veces grandes entusiasmos.
Estamos, sin duda, en un momento en que el pensamiento y el modo martianos ganan terreno en las letras de América.
Nada hay en él de afectado ni de exube.
rante. esa mentida exuberancia tropical que Pedro Henríquez Ureña se encargó de dilucidar magistralmente. Hay sólo una convicción profundamente humana y un apostolado inmediato con exigencias ardorosas.
Este volumen que nos llega es la más cumplida demostración de cómo hace camino en América José Martí. Porque si es cierto que siempre tuvo su culto un coro de admiradores fervientes en todos los rincones de América, entre los que lo conocieron o entre los que supieron descubrirle la ejemplaridad de la lengua y de la idea, era preciso llegar al reconocimiento pleno, a la obra capaz de llegar a todas las manos y fructificar en todos los espíritus. ese fin van dirigidas estas Páginas selectas escogidas con acierto entre lo más representativo de la obra literaria de Martí, La Colección Estrada. en que se publican, se destina no sólo a lectores amigos de las buenas letras sino también a estudiantes de enseñanza media.
He aquí otro hecho que debemos destacar: en la Argentina se publica una selección de la obra en prosa y verso de Martí, en una biblioteca que se propone llevar a estudiantes y profesores selecciones antológicas compuestas con páginas escogidas de un autor consagrado en la literatura, las artes o la ciencia.
En Cuba no se hace aun la lectura de Martí en las escuelas públicas, y cuente que Marti es autor de La Edad de Oro, uno de los pocos libros auténticamente escritos para los niños que existen en el mundo.
De la selección cabe decir que todo lo que está es lo que por derecho propio ha de figurar en toda obra antológica de Martí. Entérese y escoja Rubén Darío: Cantos de Vida y Esperanza 00 Enrique Espinoza: Chicos de España 50 Juan de la Encina: Goya. Su mundo histórico y poético 50 Albert Einstein: La Física, aventura del pensamiento 10. 00 Manuel Prada: Grafitos 00 Luis López de Mesa: La tragedia de Nilse 50 Lugones: Lunario sentimental 00 Con el Adr. del Rep. Amer. Calcule el dólar a 00. STECHERT Co.
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