REPERTORIU AMERICANO 107 Cancioncita gozosa En tu cariño me voy encontrando. en sumergido musgo mi dulzura es voluptuoso acorde en mar soltado.
De pie en el eje puro del insomnio, oyendo el corazón del meridiano soledad inauguro a mis deseos, y a tu cariño me voy ajustando.
Con ojo vigilante estoy alerta.
En hora en que se mueven los des mayo: mi alegre paz con besos alimento, y en tí vivo todo lo soñado!
En mi quietud de barca en la ribera me estoy fundiendo en tí, y me ha abonado como a rica tierra tu pasión hacia mi.
Recuperada está mi intima esencia en mi amor hacia tí, y en sosegada paz de casa quieta simplemente me di.
Ay, qué dulce, querido, la promesa de un amor limpio que no tenga fin!
Me dormiré en la luz. Que mis pa labras fatiguen cauces de amoroso gérmen!
Apenas rozo el misterio.
Apenas el himno crece. En el lenguaje fino de las hojas aitosos cantos fluyen convincentes.
Removerán mis manos la alegría. en suspirado norte que conmueve secreto en lumbre de escondida an(gustia mojado cielo mi ilusión presiente.
Apenas rozo el misterio.
Apenas el himno crece. Sobre vagar de nubes, fabricando signos estoy en inocencia fuerte, y en derramada soledad consigo durable sueño que me agite siempre.
Misterio Alfonso Hernández Cotá Vivo el minuto mágico del sueño, y prolongarlo quiero para siempre.
En musgos del descanso bien guar dado ha de encontrarme la inefable muer te.
He de sobrevivir al puro tránsito, munida el alma en el recuerdo alegre.
Con desnudez de forma, sin más arma que la móvil sonrisa, me hago fuerte en la crucifixión de la tristeza.
Espirituales nudos que entumece difuminada angustia, desatando estoy en dura calma del ambiente.
Romance de la madre española Bajo la lluvia de plomo.
a dónde vas, español?
Vas en busca de justicia entre ráfagas de horror. Dulzura Esta dulzura acrisolada que podría caber en un suspiro.
Esta dulzura limpia y casta como azucena de brillos extraños.
Esta dulzura que le da a mi cara, para tu dicha, claridad remota.
Se me adelgaza, y me desborda, y ya no cabe en cosa no probada.
Camino Con impulso de arado penetraste del corazón las márgenes tostadas, y en mis horas que llueven su fatiga corriste como en una firme cancha.
Mis árboles de sueño con hundida raiz en limos que el silencio marca, por tí son habitados con tumultos ligeros de aborígenes calandrias.
Vencidas ilusiones el hirsuto pulmón reconstruyeron en las ásperas selvas que monograma la serpiente como en el alto clima de las fábulas.
En ti me vuelco y mi dulzura crece bajo la tempestad de tu mirada, y solo tú pudiste hacer camino hasta la almendra dulce de mi alma!
LYN LA PROGESION DEL ABDOMEN Deseo Surges, amor, de los caminos quietos.
Me bañas en luz de siempre, me anudas en largos besos.
Alta música perdida ha de volver contigo y yo la siento por la ardorosa vía de la sargre alimentando el trigo del ensueño.
Te he sentido llegar a cada instante con los ojos perdidos en el cielo, y me desbordo alegre en esperanza, pues no conoce límite el deseo!
Nada que Pasan pasan pasan.
Ninguno le cuenta a uno nada nuevo y uno ya sabe de memoria lo que son y a lo que van.
Por conformistas, dóciles, serviles y aborregados, son infinitamente tediosos Ideales de bovino: establo sexo.
Ningún anhelo de cultura y de justicia.
levante y dignifique, ni redima de la condenatoria biológica. Nada de lo que Thomas Mann ha llamado: decencia humana.
En política son derecha.
En los escritos teologales de Santa Teresa son los que no le tienen vergüenza a Dios. como no hay para ellos otro objetivo que el de la concupiscencia, propongo el siguiente epitafio que podría hacerse un profuso tiraje impreso para pegar en cada una de sus tumbas: Aquí yace uno de tantos que perdieron una vida en arrear un abdomen. Envío de la autora. Costa Rica y marzo de 1940. LYN La promesa La ternura que siempre sabe a nueva me está ligando a ti, la ternura que el ánimo sosiega con su gota sin fin. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica