BourgeoisieBujarinCommunismDemocracyJosé Carlos MariáteguiLeninMarxMarxismRosa LuxemburgRussian RevolutionSocialismTrotskyURSSVíctor Raúl Haya de la Torre

162 REPERTORIO AMERICANO con la época de los monopolios, vale cunstancial, fingido según el carIV exaltación de Roosevelt, el bueno.
decir de los imperios. Los países tabón de la ortodoxia imperante, haciendo migas con la democralatinoamericanos llegan con retardo para que sirva de modelo a los jó Marx inició ese tipo de hombre cia farisea de Mr. Chamberlain, a la competencia capitalista. Los venes amaestrados en la obedien de acción y de pensamiento, dice el reformismo mediocre de primeros puestos están ya, defini cia católica del credo quia absur Mariátegui en su Defensa del Mar Daladier y el socialismo domestitivamente, asignados. El destino dum.
xismo. refiriéndose a los lideres cado de Blum.
de estos países dentro del orden deshacer este vergonzoso equi más inteligentes de la Revolución Mariátegui conocía demasiado bien capitalista, es el de simples colo voco en la medida de nuestras fuer Rusa: Lenin, Trotsky, Bujarín, Lu la mentalidad profesoral de Blum nias. La oposición de idiomas, de zas, tienden las presentes notas nacharsky, para detenerse en la y la absoluta faita de escrúpulos de razas, de espíritus, no tiene nin de homenaje al gran lider e inol obra de los dos primeros, sin nom Daladier, No hay pues por qué sugún sentido decisivo. Es ridículo vidable amigo que murió cuando brar siquiera al icono en esta pági poner que se habría engañado con hablar todavía del contraste entre más falta hacia el ejemplo diario na, que concluye con un elogio ver la incapacidad del primero para pouna América sajona materialista y de su vida y de su obra.
daderamente magistral de Rosa nerse a la altura de las circunstanuna América latina idealista, entre Luxemburgo.
cias en el caso de España y con la una Roma rubia y una Grecia páIII Releyéndolo, no hemos podido desfachatez del segundo en el caso lida. Todos estos son tópicos irre.
menos que aplicar sus propios con de Checoeslovaquia. Solo los inte.
misiblemente desacreditados. EI José Carlos Mariátegui era un ceptos al mismo Mariátegui, que lectuales ingenuos y sin experienmito de Rodó no obra ya no ha hombre y un escritor sin dobleces. inaugura entre nosotros, como ya cia de lucha podían entusiasmarse obrado nunca útil y fecundamenDe humilde alcanzarejones en la dijimos, un tipo semejante de teó con el puño levantado de Dalate sobre las almas. Descartemos, imprenta de un diario de Lima, lle rico y hombre de acción.
dier sobre las muchedumbres. Un inexorablemente, todas estas cariga a convertirse en su redactor diez años de su muerte no ha hombre de la claridad de Mariátecaturas y simulacros de ideología principal. Pero poeta decadentista surgido, desgraciadamente, ningún gui no dejaría seguramente de prey hagamos las cuentas, seria y y estrafalario por obra del ambien otro en esta parte de América, tan ver sobre quién lo descargaría al francamente con la realidad. te y de la época, no está seguro de pródiga en amigos de la URSS y fin.
haberse elevado de acuerdo con su en ventrilocuos de las consignas En cuanto a los burócratas irresHacer las cuentas franca y leal: propia indole. La vida bohemia no más dispares de su amo todopode ponsables de la Tercera Internaciomente con la realidad en vez de lo hace feliz. Se cree inútil a pesar TOSO.
nal, el director de Amauta había escamotear sus resultados tras los del talento que todos le reconocen.
Con José Carlos Mariátegui tenido ocasión de afrontarlos indiabalorios de la retórica escolar, he La Revolución Rusa lo arranca al se dijera que ha desaparecido el rectamente en el Primer Congreso ahí lo que intentó Mariátegui, de La Escena Contemporánea hasta fin de su sopor como a muchos o primero y el último de los Jefes Sudamericano de Montevideo Su Invitación a la vida heroica. tros pequeños poetas en el mundo, comunistas criollos, capaces de im unas tesis agrarias que le fueron haciendo de él a la distancia un poner respeto no sólo a sus segui rechazadas por trotskystas.
pasando por las páginas de Amaugran lider de su país, primero y de dores sentimentales, sino también a Pero. a qué las conjeturas acerta, que habían de constituir su lisu continente, después.
sus adversarios ideológicos.
ca de lo que Mariátegui hubiera bro, El alma matinal y otras esta.
Sobre sus mejores años de pre Pensando tal vez en éstos y aqué. podido ser, si nos basta con lo que ciones del hombre de hoy.
La literatura no era para José Italia, Francia, Alemania paración y vagabundaje en Europa llos, el autor de la Defensa del ha sido de modo tan excepcional?
te Marxismo nos confiaba en otra Un hombre completo, un guía realCarlos Mariátegui una categoría nemos el testimonio de sus propias carta su esperanza de que dicho li mente luminoso, un escritor de veindependiente de la historia y de la crónicas reunidas a su regreso en bro contribuyera a darlo a conocer ras admirable.
politica, sino una representación La Escena Contemporánea. De ampliamente en Buenos Aires, pues Cuando se publiquen sus obras perdurable de éstas, que al fin y su febril actividad espiritual du lo estimaba, y con razón, exento póstumas podremos hablar detallaal cabo determinan en forma prácrante el último lustro de su exis de todo pedantismo doctrinal y de damente de sus ideas sociales, potica el sentido social de la vida hu tencia en Lima, nos quedan los in toda preocupación de ortodoxia.
líticas, estéticas y filosóficas, de mana. Por eso no tuvo empacho en superables Siete Ensayos. Amau Ya en uno de los primeros nú sus relaciones con Piero Gobetti, llenar buena parte de Amauta con ta, que contiene la versión integra meros de Amauta había dado bue Sorel y Croce. Entre tanto es pretoda clase de experiencias artístide su Defensa del Marxismo. y na prueba de su extraordinaria li ciso limiarnos a este homenaje per.
cas, tán discutibles por lo general los dos o tres libros dispersos bertad de espíritu, traduciendo in sonal.
como los mensajes idealistas de deología y política en el Perú. El tegramente un artículo polémico de Vasconcelos, Palacios y Haya de Alma matinal. Invitación a la vi León Trotsky sobre el compasivo la Torre a las juventudes.
Un recuerdo más íntimo toda.
da heroica que el autor se proLenín de Máximo Gorki, artículo (Solo con este último, quizá ponía publicar en España, Chile y que no figura en la recopilación vía y un antiguo propósito por ser de su misma tierra, tuvo el Promediaba el año 1935. De la Argentina.
española de Trotsky acerca del director de Amauta ocasión de Muchos proyectos de libro gran caudillo muerto.
vuelta a Valparaíso desde España romper lanzas en una polémica re eseribió un dia visitan mi vigi Con tales antecedentes es más por Nueva York, donde actuaba aún sonante, de la que se recuerda to lia; pero sé por anticipado que só que dudoso, pues, que Mariátegui el John Reed Club, bajamos de padavía una frase cáustica contra la jefatura del APRA, esa vedette mandato vital me ordene. así la táctica del caballo de Troya, las lo realizaré los que un imperioso aceptara el gran viraje de 1935, so en El Callao, vale decir el puerto de Lima. Naturalmente, lo priprosopopéyica. mero que hicimos fue visitar la fue. Porque, además, tanto como repetidas ejecuciones de Moscú, y Pero se equivocan de medio a escribir le interesaba a Mariátegui ese hipócrita lenguaje patriotero tumba de Mariátegui: un humilde medio quienes, fundándose en las nicho, demasiado bajo para ser de poner en acción su pensamiento. del que la misma burguesía argen.
concomitancias literarias de AmauEn consecuencia, no obstante la tina se viene riendo desde hace águila, en el cementerio general. ta, hacen ahora de Mariátegui una enfermedad que lo tenía casi inmó muchos años. Patriotismo. y calun lado un torero; al otro, un fralespecie de precursor del frente po vil en su sillón de ruedas y el rile. Todo un símbolo el sepulcro do gordo.
pulismo entre nosotros. Sus libros y gor de un gobierno policiaco que Lo más probable es que Mariá rojo entre tantos blanqueados que ensayos no permiten tal suposición.
vimos por las calles.
no le ahorraba molestias, el autor tegui no cayera en ninguna comPor otra parte, una carta particuSin consultar ningún libro el se.
de Amauta vivía entregado por en parsa populista de este carnaval lar que hicimos pública en Babel tero a la lucha política. Rodeado sangriento a que asistimos horrori pulturero nos había indicado el cuaantes de su muerte, contiene el si siempre al par que de intelectua zados en el último lustro de la podro correspondiente tan pronto coguiente párrafo que tampoco deja mo le dijéramos el nombre del diles, de obreros y de estudiantes, lítica mundial.
lugar a dudas: rector de Amauta. Estaba sin duda demostró ser un organizador for El autor de la Defensa del Asi pensa Soy revolucionario. Pero creo midable, a causa de su gran auto Marxismo era, como su maestro, vivo en su memoria.
que entre hombres de pensamiento mos aquel día debiera estar tamridad moral precisamente.
un hombre integro con una visión bién presente la obra precursora neto y posición definida es fácil El día de su entierro el propio totalizadora de la vida social e inde Mariátegui en el trabajo de toentenderse y apreciarse aun com gobierno que lo había hostilizado y dividual, que no admitía la dualibatiéndose. Sobre todo, combatión. que pudo apenas sobrevivirle algu dad corriente entre cuerpo y espí dos los intelectuales americanos. una vez en Buenos Aires nos hicidose. Con el sector político con el nos meses, tuvo ocasión de ver el ritu, teoría y práctica, democracia mos el propósito de fundar un cenque no me entenderé nunca es el profundo cariño de que Mariátegui y socialismo, guerra y revolución.
otro: el del reformismo mediocre, gozaba entre el pueblo trabajador de Por tanto, es difícil imaginarlo tro de Amigos de José Carlos Mael del socialismo domesticado, el Lima, que acompañó su cadáver al en el triste papel de idealizar, no riátegui a semejanza del John Reed Club de Nueva York.
de la democracia farisea.
cementerio cubriéndolo durante el importa bajo que pretexto, la estéPero entonces sobrevino la gue.
Imposible, pues, invocar ahora, trayecto de flores y banderas ro ril Liga de las Naciones. ende buena fe, un Mariátegui cir jas.
tregado, hasta nueva orden, a la (Concluye en la pág. 175. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica