Enrique EspinozaJosé Carlos Mariátegui

REPERTORIO AMERICANO 163 Del homenaje argentino a José Carlos Mariátegui (Fragmentos)
Jóvenes, alabad su bello nombre que suena a grito en boca de metal, porque fué en él enaltecido el hombre en cuanto conserva de inmortal.
Glorificado ha sido por la muerte, vuelto a su trascendental magnitud. Envío de Enrique Espinoza. Santiago, Chile, marzo de 1940. es la prueba en que el fuerte sigue fuerte y alcanza en fin toda su plenitud.
Estimé mucho en José Carlos Mariátegui la gui había vivido mucho. La naturaleza le Aun llegará al hermano que trabaja, libertad del pensamiento, la nobleza del pro privó de la fuerza física, de la salud del cuerpo al que piensa y al que ama, algo que no pósito, la valentía del entusiasmo y la clari que necesitan las personas que vienen al munpodrá perderse nunca; es la ventaja dad de la expresión. Estas cualidades que en do con el designio de luchar. Mariátegui no que tendremos sobre él: lo que nos dio.
él descubrí desde que un artículo suyo me cayó quiso sin embargo resignarse al exquisito atura la mano, y de lance para mejor, motivó una dimiento de los seres débiles y asumió el pasimpatía compartida, por decirlo así, tamen et pel de orientador con una valerosa constanEZEQUIEL MARTÍNEZ ESTRADA discessio, según nos lo acuerda con superio cia. digo que ha vivido mucho en sus cortos Del número especial de La Vida Literaria, dad la aristocrática virtud de la tolerancia. De años, porque a pesar de la dolorosa certidumBuenos Aires, 1930.
éste, pues, que fué el mejor entre todos los bre de la muerte, tuvo el coraje de servir a la izquierdistas, tuve afecto y consideración que esperanza de los demás, de olvidar lo que le me bastan y me obligan al homenaje ante la acechaba y rondaba, para entregarse con des Una palabra sobre Mariátegui estela truncada de su sepulcro. Pues se ha ido, interés magnífico a la visión que tenía de su (De 1930. La Habana)
en efecto, antes de la sazón, bien que ya fluci país y a la visión de una humanidad un poco do y doloroso como todos los señalados por menos cruel y un poco menos lastimosa de No me es hacedero de momento detenerme la divina fatalidad de la belleza. Soñando su la que le ha sugerido tantas veces reflexiones a escribir aquella apreciación de Mariátegui aurora roja al dormirse en la eternidad, éste amargas y pronósticos benévolos.
que el hombre merece y que mi devoción por que por su amor al pueblo y a la justicia reALBERTO GERCHUNOFF él me inspira a escribir: un estudio de alguvolucionaria, pudo ser tal vez un Couthon na plenitud. la razón es tal que él la aproDel número especial de La Vida Literaria, sin guillotina. Queriendo la dicha de los déBuenos Aires, 1930.
baría: la de que me hallo inmerso en la difibiles y de los tristes, este fulminado del descil embocadura de un libro sobre esa América tino, sobre cuya lápida podría exhibirse al que él, tanto como cualquier otro hombre vivo modo de un antiguo epitafio, el elogio de la Ha muerto cuando comenzaba a ser impreso muerto, me glicina tronchada: Floreció en su dolor.
e ha hecho real y preciosa, como cindible.
el cuerpo de mi fe.
Empresa severa y de honra la del que puer LEOPOLDO LUGONES Dejad que me detenga sólo lo suficiente da biografiar su espíritu. Sabemos que el tan para saludarle y para unirme a quienes son Del número especial de La Vida Literaria, deleznable cuerpo había amamantado su pensaBuenos Aires, 1930.
mis hermanos en esa devoción por él. Porque miento en una leche fortísima; sabemos que él es, en verdad, lo potencial y lo potente, era de los muy señalados entre los hispanola realidad y la síntesis de nuestra visión de un ΕΙ respeto a un hombre, a su talento, en parlantes con el derecho y el deber de rescamundo verdaderamente americano. En Mariaprimer plano, y en otro superior a su nobleza tarnos de la insolvente cháchara de cenáculos, tegui se encuentran orgnicamente encarnados y probidad morales es un homenaje puro pa parlamentos, universidades y cafés; sabemos los valores que nuestra generación tiene que ra no rendirlo sin reservas en las rarísimas oca que esa mirada de poderosa atención que el encarnar y poner en vigor para que América siones que la vida nos depara para ello. Tal volcaba sobre el mundo, panorámica y minupueda ser.
la figura de José Carlos Mariátegui. No exal ciosa a la vez, solía abrirse también hacia Está dedicado a la severa necesidad de un ta aquel sentimiento la afinidad que hayamos adentro; sabemos de su destreza innumerable nuevo cuerpo económico de la revolución podido tener con su ideología, su jeta como tal en el peligroso buceo de las ideas, y de su social. Hierve con las fuerzas estéticas de nuesa estériles ergotismos. Lo que es indiscutible sensibilidad opulenta como un verano: de totro tiempo, cuya recepción, asimilación e ines el temple, la solidez, la nobleza y la buena do eso que sin duda basta para sobornar al tegración en pensamiento revolucionario consfe de una vida como la de este hombre que olvido; pero yo sólo quiero rememorar aquí tituyen una necesidad todavía más rigurosa.
acaba de morir. Con mucho menos, un artista al hombre, al prometido a muerte de la verNi ha perdido de vista nunca la más urgente y pensador de su talla conquista la admiración dad y la libertad que era ese hombre.
de todas las necesidades: la de la infusión de intelectual de sus lectores. Pero no el respeto.
José Carlos Mariátegui, alma estremecida valores humanos. de aquella especie que viY el haber alcanzado este desideratum consti como una bandera, vida de amor, de miseria ve en el misterio del alma individual en la tuye la gloria de Mariátegui.
y de esplendor, hombre de hierro y de lágriacción revolucionaria, si es que esa revolumas. Hombre? veces pareció eso menos HORACIO QUIROGA ción ha de crear un nuevo mundo, y no meque una oferta.
ramente una nueva muerte.
Del número especial de La Vida Literaria, LUIS FRANCO Es un hombre intacto.
Buenos Aires, 1930.
Del número especial de La Vida Literaria, No le ha tocado ninguna de las herejías Buenos Aires, 1930.
ni de los fracasos de este día. No sólo está liEstaba muy alto en su valerosa torre, José bre de las más vulgares enfermedades de nuesCarlos Mariátegui. Por consiguiente, había una disconformidad perpetua entre su reloj y el de los otros. Cuando sus pupilas recogían luz, los otros, los de abajo, no tenían ni las primeras noticias de la penumbra. Por eso lo persiguieron y lo procesaron los hombres de San José, Costa Rica la tiniebla.
AGENTES REPRESENTANTES DE CASAS EXTRANJERAS América ha perdido acaso el más valiente de sus centinelas. Juramentos de coraje sobre Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Register Co. Máquinas de escribir ROYAL (Royal Typewriter Co. Inc. su tumba.
Muebles de acero y equipos de oficina (Globe Wernicke Co. ARTURO CAPDEVILA Implementos de Goma (United States Rubber Export Co. Del número especial de La Vida Literaria, Máquinas de Calcular MONROE Buenos Aires, 1930.
Refrigeradoras Eléctricas NORGE Refrigeradoras de Canfín SERVEL ELECTROLUX José Carlos Mariátegui no impresionaba Plantas Eléctricas Portátiles ONAN como un hombre joven. Sus libros, sus artícuFrasquería en general (Owens Mlinois Glass los más fugaces, nos ponían en presencia de Conservas DEL MONTE (California Packing Corp. un talento maduro, que agregaba a la sabiduEquipos KARDEX (Remington Rnad Inc. ría sensible y comunicativa esa sensación de Maquinaria en general (James Motley, seguridad que sólo producen los espritus que JOHN KEITH Socio Gerente RAMON RAMIREZ Socio Gerent han vivido mucho. efectivamente MariáteJohn Keith Co.
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