298 REPERTORIO AMERICANO común el ser dos escenarios grandiosos y jo, y a favor de las lluvias y los ríos, la a la diosa pedigüeña, sin que le diera terribles. El primero tiene tres puntos prin decoración cambia. En el mundo muerto una limosna. Por bien montado que vacipales de internación: Arica, Antofagasta que hemos dejado atrás, hay quien nace ya, jinete en su orgullo, señor de grany Valparaíso. Por cualquiera de los tres y muere sin haber visto en su vida, llo des bigotes y retumbantes apellidos, Aque nos internemos, nuestro ánimo se verá ver. Cambiadas las condiciones naturales mor la descabalga. juicio de austeros sobrecogido por la grandeza de una de en esta zona, la geografía humana evo varones, ésta fué su perdición. juicio solación impresionante. Son la prolonga luciona hacia situaciones distintas de de mío, su mayor gloria. Porque, a favor de ción del panorama que empieza bajo nografía y economía. La población es estas descabalgaduras, y al ponerse a haGuayaquil y llega hasta el paralelo 34. densa, y la industria queda montada prin blar con todos los peatones, creaba de En vano buscan nuestros ojos la alegría cipalmente sobre la generosidad del cam facto el dogma de la igualdad y fraterde las grandes masas verdes. La gloria po. En producción vegetal y animal, y nidad, e incorporaba de jure a la hisde la vegepación que nos acompaña y en en latitud y rendimiento, esta zona es la toria un valor universal: la concepción de canta desde Costa Rica hasta el Ecuador, equivalente exacta de su similar nor e eula solidaridad humana. No todos lo ense pierde bajo la línea equinoccial. Pero ropea. nada tiene que envidiarle. Totienden así. Un inglés, pongamos por.
el mundo que aquí empieza, y sobre to das las plantas de España (incluso el oli itonto, no lo entiende así. Es un Tándo, el que empieza en el paralelo 20 en vo) se aclimataron en Chile desde los talo al revés, que no beberá el agua que Tarapacá, es un mundo otro: el de los días de la conquista.
tiene a mano, aunque se muera de sed.
metales, no menos interesante que el priIgual que no se apea el saco en Calcuta, mero. Si desde el paralelo 20 subimos La función y el órgano aunque lo tueste el sol. caballo en el hacia Tacora, en la cres a de la cordillecódigo de sus convenciones, el inglés no ra (6. 000 metros. nos perderemos en Ahora bien: en el plan de la natu descabalga para coger una flor en su caun dédalo de alturas cada vez más frías raleza, cada función crea su órgano. mino, a menos que ella haya abierto sus y más desoladas, hasta contemplar uno este tremendo y rico escenario que es Chi pétalos en un tiesto del cuadrilátero de los escenarios más maravillosos del le debía alumbrar el tipo adecuado de Folkestone Preston Penzance Berwick.
mundo: el Alto de La Paz, en Bolivia. En hombre que lo animara. Una rica gama llá él. El español de los buenos días en las lejanías, la soberbia visión de la corde altitudes, latitudes y climas, crearía al que el sol no se ponía en sus dominios, dillera Real con las cumbres eternamente hombre adaptable, movible, lleno de elascogió flores a lo largo de todos los ca.
nevadas de Sorata, de Illimani, del Huaina ticidad y de muelles. La vida en las auminos de Europa, América, Asia y OceaPotosí, del Mururata, del Quinisa Cruz, yras, al tipo de pulmones amplios, ap nía. Muchos miles de españoles mozos del Cacaaca, con la ciudad de La Paz en tos para luchar con el enrarecimiento del pisaron fuerte los campos alemanes duel centro de este anfiteatro incompara duro. Las bodas con el mar, al lobo maaire. La vida en las minas, al hombre rante dos siglos. el derecho de guerra ble.
de la época, lo consagraba todo. Por esrino. El clima suave, amable de la zona Si entramos por Antofagasta, nos per media, a la mujer bella. La lucha con to, no fué, por cierto, en Alemania (hoy deremos en la región del salitre, del bó las montañas, al hombre cóndor, que nejardín cerrado y sellado de flores arias)
rax, de la plata, del cobre, del estaño, donde los españoles cogieron menos flores.
cesita anchos espacios para moverse: es del oro. De lo que queráis, como no sea si en Alemania hay flores, son polini.
decir, al hombre libre. Mientras que, el zadas. Insectos de todas procedencias deuņa flor para la vista o un trago de agua para las gargantas resecas. Es el desier gado al terruño, consustancial con la tiecultivo del campo, crearía al hombre pevastaron la plantación desde los días de to. Cuántas caravanas de españoles de Varus. Para que hoy nos vengan a canlos siglos épicos no desfallecieron en su rra, casado con ella, base sine quanon tar los tenores de la hora undécima el aria de las vestales azules, cuando en los lucha con el desierto. Cuántos esquele de la nacionalidad: estoy hablando del tos no marcaron los hitos de estas trepatriota.
mismos templos de Roma, y a pesar de mendas rutas. Cuántos corazones que no la pena de muerte, hubo vestales tras.
temblaron en la lucha eterna con lo desEn el melting pot quiladas! La rolliza moza alemana que, conocido, temblaron aquí! El desierto a El injerto heroico arauco español de desde los días de Arminio planta coles trae. Pero la grandeza de sus horizontes bía servir a estos fines. La larga lucha de en Pomerania, no entiende de garambaise traga al curioso que se empeña en ambos pueblos, que duró dos siglos, tenas azules o morenas, cuando un buen alzarles el velo. a medida que avanmozo del sur o del este le canta el aria nía que producir, al fin, sus resultados.
záis por estos páramos, sentiréis otro tor Dos razas iguales en coraje no riñen de la juventud entre cada dos coles. mento: el de los pulmones que respiran en vano mucho tiempo sin que acaben apuesto a que la moza, plantada en jarras cada vez con mayor angustia, para atraentre col y col, no se queda fresca como por conocerse y por estimarse. Lo demás, par el oxígeno que minuto a minuto va la fusión íntima, viene después y por sus una lechuga. Cuando se tiene veinte años, faltando. Pero ante la salvaje majestad pasos. Aunque, a decir verdad, hay cosas y cuando entre pecho y espada, la sande aquellos panoramas, no se os quitarán que empiezan a venir antes. Mamá Ves gre corre a ochenta por minuto, no hay las ganas de exclamar a cada insiante: nus, diosa bachillera, si las hay, conoce dogmas ni lechugas que valgan. Acor.
isublime! sublime! desde cualquier las traias y allana los caminos. el buen démonos de la moza de Groninga: promontorio que volváis la vista atrás, español, jamás ha visto pasar a su vera Capitán de los tercios de España, gritaréis como los griegos de Jenofonte: el de la torcida espada, ithalassa! el mar! sin daros cuenta, de la capa colorada, os imagináis haber caído en una trampa, Caballeros: y el buen caballo alazán: en medio de un océano de olas gigantescas y encrespadas que se hubieran petrisus vestidos de casimir si fuera de empresa mia, si mi honor no se oponía, ficado de repente, hace cinco mil siglos. Señoras y Señoritas: si diera a mi fantasia El corazón más fuerte se siente temblar rienda suelta en este dia, en medio de este pandemonium de monsus abrigos a la medida o sus ya que partes, capitán, tañas sin vida, hirsutas, erribles y amevestidos de estilo sastre, sólo la contigo me partiría nazantes en que os habéis metido imprudentemente y que os aprisionan en círcuSASTRERIA LA COLOMBIANA a la grupa montaría de tu caballo alazán.
los sin fin. En la tristeza de estas alturas, de FRANCISCO GOMEZ e HIJO Clávame, dueño, tu espada no busquéis un hogar, ni una alma vipodrá complacerlos; única especializada del revuelto gavilán, viente: son el imperio de los cóndores.
en esta clase de trabajos.
y llévame amortajada en estos terribles paraísos, sólo el cónHAGA UNA VISITA SERA en tu capa colorada dor, rey de las alturas, se atreve a colgar BIEN ATENDIDO soberbiamente plegada sobre el caballo alazán.
Pero, bajemos un poco más abajo: Av. Central. Frente a las Cías. Eléctricas allá lejos, Valparaíso. Es la zona de transición enTELEFONO 3283 a los extraños reflejos tre el mundo de la gea y los mundos de Solicitamos agentes, servicio remunerado del hosco cielo alemán. la fauna y de la flora. De aquí para abaetc. etc.
sus nidos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica