102 REPERTORIO AMERICANO quito con borde de plata labrada. Era acompañado de zapotillos, piecitas de cidra y marquesotes. Sí, y con ricos marquesotes. En esto hay algo que explicar, ya que en buen cristiano marquesines son cosquetes. Toda la villa sabía que desde tiempos del Rey Perico, la familia de Tatica Padre, es decir, la nuestra, fué motejada en Cartago con Los Rosquetes.
As que aunque Tatica Padre comiera rosquetes, para segundos y terceros se llamaban marquesotes. En casa del horcado nunca mentamos la soga, ni para remedio.
11 silencio de la estancia fué perturbado por el crás crás que hicieron las enaguas engomadas con almidón de maíz de la Tía aporreada, del sentir tan grandísimo de tener güeno. Yo juí y me tomé el tanto de unos a Nuestro Señor al frente de yo.
tres dedos de uno de aquellos vasos de lista Tatica Padre calculó que la historia se es dorada, de aquellos de casa que usté conoce.
taba alargando, sin trazas de solución. Ah sierva del Señor! Ya todo está tar cla Mira, niña, decime una cosa. Antes de ro como que ahora es de día. En cualquier acostarte comiste algo pesado?
momento podés venirme a decir que viste el No Tatica Padre, como estaba desganada diablo con rabo, cachos y todo y no me exno quije. traña, si seguís haciéndote esa clase de reme ¿Y de tomar?
dios.
Güeno, pos a decir verda. Yo tenía como Por la ventana que daba al patio se dejó una cierta picazoncilla aquí en el gargüero y oír la risa desnuda de las hojas.
la comadre de al frente me había aconsejado que me tomara un traguito de anisao con calNACHO MORA do de limón antes de acostame, que eso era Dicgo.
Marcos Antilla retorna al camino.
Muy quedito, casi al oído, le informó que en la oficina unas gentes querían verlo.
Tatica Padre apuró el último trago de su tibio. Sustituyó el chilate por una gerra de lana, para librarse del yelo en la calva salió.
La oficina era uno de los aposentos más grandes de la casa: paredes encaladas con amplísimo zócalo azul, piso de ladrillos colorados, tal cual eran los aposentos en todas las residencias de antes.
En los muchos taburotes que estaban arrimados a la pared, ya se habían acomodado varias personas, entre ellas, parejas que venían a tomarse los consentimientos.
Güenos días, Tatica Padre. Muy buenos se los de Dios, contestó Tatica Padre desde la puerta y fué a sentarse en su escritorio. Pos vea, losotros venimos a que los descase. eso, hijitos?
Pos es que a ella le canta muncho la nariz, y estonce a mí no me conviene estale aguantando una nariz que jiede, más que sea a ini costilla. Hijitico, no seas sencillo. No ves que el matrimonio es un sacramento indisoluble. que no se puede deshacer sino con la muerte. Ah. Estonce quiere icir que tengo que seguimela aguantando. Ya sebés que a lo hecho, pecho y que mujer y mortaja del cielo bajan dirigiéndose a las otras parejas que se iban a tomar los consentimientos: Ya vieron lo que acaba de pasar Métanse detrás de esa puerta y güélanse bien por todas partes, para que después no me vengan ni con andenes ni con repiques.
Otro indio al palo.
No acaban de salir los prometidos, cuando con el con permiso a flor de encías, porque cra moletas, ante el buen cura se presentó una vieja pasmada. La zoncha tapada con un rebocillo. Unicamente la punta de la nariz y un ojo se dejaban ver. Venía con otro retintín.
Como si les hubiera caído la bubonica, la tosferina u otra peste por el estilo en la vecindad. Ah cosa más rara! Seguro que Santo Cristo andaba suelto por la villa. las ovejitas del Señor a buen mañana estaban en la casa cural a dar fe del hecho. Es que yo estaba como dormida, despuesitico de acostarme, pero tuavía, como quien dice, no, porque me metí un pellizquito y me quedó doliendo tamaño rato, y en eso vino lo del milagro. Es que yo vide a Santo Cristo, a toda su presencia, así tan cholitico como es. yo que siempre me ha gustado fijame bien, le vide sus goticas de sudor en la frente, como el cuarto estaba cerrado y a más que la noche estaba calorosa. Como usté se acuerda, al fin el agua se fué en bulla. Yo estuve tentada de secáselo con el polvero de manguitos que guardo debajo de la almuada, pero era que tenía el cuerpo flojo, como si me hubieran dado una (Envío del autor)
Nuevos relatos de Marcos Antilla, la tra su cerebro se agrande, la peligrosidad social de gedia del cañaveral, circulan ya por las libre Marcos Antilla irá creciendo en estatura a los rías habaneras en demanda de lectura para que ojos miopes de estos cuerdos malvados. si se oiga el eco estremecido de su voz angus el manto del más absoluto desprecio le envoltiada. Marcos Antilla hace ahora su segunda viera antes, ahora, se tornará en interesado aparición (la primera data de 1932) particu celo por su persona. Pues habrá llegado el larmente algo enriquecido por la mayor am instante para su reclusión sine die en un maniplitud de su dolor, dolor de Cuba, contempla comio, porque ya Marcos Antilla les hace imdo por más de un agujero.
posible la vida a los mercaderes con el inceEs así como vemos a Luis Felipe Rodríguez, sable estribillo de su delirio: más conocido por Marcos Antilla, nuevamente. Reintegradle al hombre antillano su dig.
de pie sobre el polvo de los caminos tropica nidad. Devolvedle al hombre americano su les para interrogar a los dioses y correr de decoro. Dadle al Hombre su Justicia! Que aquí para allá, buscando la justicia y la no no arranque derecho con el puño no venci.
bleza de la vida entre los hombres. Quijote do de sus manos toscas. antillano, pero sin escudero a su diestra ni flaco rocín por cabalgadura, Marcos Antilla, en soledad fecunda de diálogo consigo mismo, está otra vez recorriendo la ruta geográfica que des Después de presentarnos Marcos Antilla su cribe el arco de las Antillas, con su punta oes tarjeta de identificación, previo el fino ensate en Cuba, sobre los cuatro horizontes mari. yo de Juan Marinello, comienzan a desfilar nos del Mar Caribe. Para llevar también su los doce frescos rurales que constituyen el resonancia, con el mismo temblor de simpatía contenido de este libro (colección de relatos, humana en sus labios, hasta el corazón de toda repetimos) que porta en sus entrañas el gerla América indo hispánica, en esta palabra: men que seguramente ha de producir la gran iJusticia. Justicia para el Hombre. novela agraria de Cuba. El propio autor, con Este es su empeño más limpio y su ambi sinceridad de verdadero artista responsable, no ción más levantada!
juzga este libro concluído, perfecto. Por eso Los eternos mercaderes, que juegan a los declara en líneas liminares que trabaja en el dados con el decoro del Hombre, gritarán al mientras le encuentre posibilidades de superaviento la locura de Marcos Antilla, precisa ción, pues es necesario recordar, como ha conmente, el día en que el fuego de su palabra signado alguien, que todo libro es susceptible queme toda la baba de su perversidad de si de superación en tanto viva su creador. Sólo glos. los ojos de estos fariseos, Marcos An podría afirmarse que se logra la expresión pertilla ayer era un iluso infeliz, hoy ya es un manente con la muerte del escritor.
perturbador aluginado y mañana será un loco En La Chimenea, Luis Felipe Rodríguez, con peligroso. dicho de otro modo: a medida que mano de seguro dominio, delinea el perfil psisu locura progrese, esto es, que la lucidez de cológico del Ingeniero Jefe del Central Punta Gorda. perteneciente a la Cubanacán Sugar Company.
Mister Mason, al servicio del número omnipotente. es uno de esos rubicundos personasus vestidos de casimir, jes del Norte que piensan, ingenuamente, que la misión de Yanquilandia en las Indias Occi.
dentales, como en el resto de la América no sajona, responde a un alto propósito civilizasus abrigos a la medida o sus dor. De ahí que no alcance a comprender ja.
vestidos estilo sastre, sólo la más por qué estos perezosos nativos reciben con tan obstinado recelo a empresa de semejante vuelo dignificador. Si la prosperidad de Cuba, por ejemplo, radica en el desarrollo de FRANCISCO GOMEZ e HIJO de la caña de azúcar, como la de México en podrá complacerlos; única el petróleo, la del Brasil en el caucho y la de Costa Rica en el banano. por qué entonces da en esta clase de trabajos.
esa malquerencia hacia la gran obra de reHAGA UNA VISITA SERA dención social que por el genio de la civiliza.
BIEN ATENDIDO ción realiza en todos estos países la plutocraAv. Central. Frente a las Cías éc cia de Norte América. tricas. TELEFONO 3283 Con orgullo racial, empapado de relente puritano, Mister Mason se contestaría para sí Caballeros; Señoras y Señoritas: Sastrería La Colombiana ecializa Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica