DemocracyGuerrillaVíctor Raúl Haya de la Torre

REPERTORIO AMERICANO SALIDAS Dos FABULAS MODERNAS Comediantes bierto el pecho sin miedo, como han caído millares de hombres sobre la tierra de mi país.
Como vienen cayendo desde hace muchas generaciones. Como caían los indígenas frente a los conquistadores; como caían los patriotas freate a las carabinas de Monteverde y las lanzas de Boves; como se ha sembrado de sangre la entraña más profunda de Venezuela en el sucederse de estériles guerras civiles que son nuestra historia. Con el mismo grito y con el mismo empuje heroico. Cobardes! Hijos de.
tiradores atrincherados en las casas. Pero eso no le basta. Ordena a su guerrilla. Pa dentro! sacá esas gallinas de las casas! se lanza, seguido por sus hombres, contra la granizada de balas que de las casas viene.
Yo hago un movimiento para levantarme tras ellos. Pero Wenceslao me tira de la manga y me grita, mientras cambia calmosamente el peine de su fusil. Está loco, Teniente! Los van a matar a todos. caen. Primero dos hombres de la guerrilla y luego el negro barquisimetano con una bala que le parte el grito y se le incrusta en la garganta, en mitad del pañuelo rojo. Ha caído pesadamente, muerto, sin hacer un solo movimiento después del balazo sino el de desplomarse como una masa inerte. Muerto, descuLos bueyes querían elegir un nuevo presidente, y para eso mugían durante siete horas los unos contra los otros.
Cuando el hambre llegó a dominarlos, uno de ellos, que era una estrella de ingenio, logró hacerse notar. Héroes y Dioses. bramo, nada es más fácil que hallar para vosotros el jefe mejor indicado. Quiero mostraros la manera sencilla en que podéis hacerlo.
Los de recios pulmones alzaron con estrépi.
to la voz. Ensayad vuestras voces. los unos tra los otros, y elegid al más fuerte de los mugidores. Así seréis dominados por el que os supera en la sola virtud digna de nota que poseéis.
Así cayó el negro barquisimetano cuyo nombre nunca supe. Sin que la sangre derramada antes le valiera siquiera para saber por cuál ideal moría. Peleaba por el general Urrutia que viene en la retaguardia. Más nada. Miguel Otero Silva, Fiebre, novela de la revolución venezolane. Editorial Elife, Caracas. 1939. Fundamentos de la sociabilidad El indoamericano (Viene de la página 56)
El león, el gran solitario, se maravillaba de la miserable manera de vivir de los monos. Por qué vivís siempre asi. preguntó él. en montones y en hordas. Nosotros no podemos vivir en la soledad. respondieron acongojados los monos. No podéis vivir en la soledad. dijo el león con expresión meditabunda. por qué no podéis. Tenemos que quitarnos unos a otros las pulgas. respondieron con acierto los animales sociables.
ROBERT WALTER (De Hispania, Londres. Vol. I, Nº Junio 19 de 1912. Stimme en alemán significa voz y también voto.
pintor y escritor peruano, Felipe Cosío del no la realización total de lo programado y Pomar.
predicado durante los años anteriores.
Su epígrafe vale bien el libro: Haya de la Para penetrar en la intimidad del Hombre Torre, el Indoamericano. sus páginas fluidas americano que es el Jefe de los apristas, está y cálidas de fraternal afecto, están llenas de bien este libro henchido de fervor y de fé, en la vida del hombre en función de su obra. Los el que si algo falta, no será justeza ni valoaspectos más saltantes, los episodios más ca ración cabal, sino espacio de tiempo para enracterísticos, los trozos de su historia que focarlo, puesto que desborda los límites aces la historia del Aprismo y del Perú de estos tuales.
años heroicos pasan por el libro de Cosio, Lo que se ve bien en la obra de Cosío, es y fijan para más tarde, datos y fechas que sin que si el Perú era un pudridero. y como pududa deberán figurar en nuestro calendario. dridero, vivero de larvas, de pequeños seres Cosío del Pomar conoce a Haya de la To vivos sin razón de vivir de su muerte ha rre desde hace largos años y le liga a él una nacido nueva vida. Pues que el destino de los amistad firme, que está bien soleada por la pueblos es renovarse, renacer y el del Perú admiración generosa que el artista siente por no era de los menos capaces a la rectificación el hombre de acción. Sin duda para Cosío es y la negación dialéctica. Porque si el hombre ta biografía constituye el homenaje de su a es el producto del medio, y el líder la concremistad y de su fervor, y la contribución al co ción del anhelo de las masas, Haya de la Tonocimiento del creador de la doctrina indoa rre es un producto de la potencialidad de vimericanista y a la doctrina misma. Pues que da de renovación del pueblo peruano, y no no sólo se limita a hablar de Haya de la será admisible decir jamás que no era de su Torre cosa difícil sino que cita trozos tiempo, y que no se le supo comprender. fundamentales de su pensamiento y señala Haya, que supera al medio, se le comprende, su acción, ilustrando el criterio del público y la prueba es que ha conmovido la conciensobre temas de índole americanista, en los cia nacional peruana, despertandola de su que Haya ha emitido conceptos que el pa marasmo y ha indicado en el mundo ameriso del tiempo se ha encargado de darle la cano una revisión de valores y métodos de acrazón.
ción, propendiendo al descubrimiento de las Con capacidad de afecto, Cosío del Pomar grandes posibilidades que en el origen espiripuede afrontar la tarea de biografiar a Haya tual tanto como en el material, existen latende la Torre hasta su momento más álgido, tes en estos pueblos, cuyo destino es ser ellos cuando está justamente en medio de la curva mismos, en libertad y en Democracia.
de su vida, listo a ingresar a su segunda etaMAGDA PORTAL pa, en la que ya no será posible la teoría, si Buenos Aires, Oct. 1939.
El negro barquisimetano ERASE QUE SE ERA. Viene de la página final)
Cuando desembocamos frente a las primeras casas del pueblo, vamos cansados y sedientos.
Sobre las casitas mudas cae vertical el sol del mediodía. El general Urrutia debe venir aún lejos, en la retaguardia. No nos dió orden de atacar al pueblo. Nos dijo solamente que tomáramos, guerrilla tras guerrilla, la ruta que al poblado conducía. Nos tiramos sobre la hierba, bajo unos árboles, a esperar el jefe. Pero, súbitamente, nos sacude el estallido de una descarga. Tiran contra nosotros desde las casas. El negro barquisimetano se ha puesto de pie de un salto. Arriba, muchachos, que empezó la fiesta! mi lado ha surgido Wenceslao y oigo su voz que suena persuasiva. Echese ar suelo, teniente! Así se pelea mejor.
Grito a mis hombres. Al suelo todos!
Hacemos trinchera de los peñascos. comenzamos a disparar, tendidos como los tiradotes moros que asaltan los fortines de la Legión Extranjera en las películas yanquis. El negro barquisimetano está de pie, un trecho más allá, y grita con voz de clarín mientras descarga su fusil una y diez veces. Asesinos. Hijos de puta! Ya van a sabé lo que es bueno!
El negro barquisimetano, con su pañuelo rojo al cuello, es un blanco magnífico para los Se lo llevara al potrero de preferencia, reservado únicamente para animales de mucho valor.
Esa misma noche, emprendieron la marcha los gitanos, silenciosamente, sin que nadie de!
pueblo pudiera salir a despedirlos, y limitándose, algunos chiquillos, a mirarlos desde sus ventanas iluminadas, pues llovía tan fuertemente, que lo único que transitaba por las calles del poblado era el carro de los gitanos.
Muy temprano, al otro día, el hacendado mando al mismo peón para que le fuera a traer su caballo. Quería lucirlo y lucirse con su admirable cabalgadura bajó aquel sol ardiente, de una mañana azul y primaveral. El hombre salió a cumplir el mandato de su patrón, pero algunos minutos después, volvió jadeante y pálido, diciendo: Señor, no he encontrado el caballo que yo mismo dejé ayer en el potrero, sino que he encontrado un rucio flaco y cabizbajo, que más parece el caballo qtte usted le vendió al gitano, que el caballo de pura sangre que el gitano le vendió a usted.
Efectivamente, el rucio con el aguacero se había desteñido, y ya no sentía ningún ardor en las ranuras de sus patas, por lo cual prefería estarse tranquilamente quieto, meditando en su vejez y desventura.
FERNANDO LUJÁN Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica