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166 REPERTORIO AMERICANO unos angustia de nuestra época, de nuestra civilización. No es éste también el drama de Occidente. Por qué nos parece tan terriblemente actual este grito agónico, esta frase agónica, esta emoción agónica? Un poeta super realista francés, Paul Elouard. poeta de la nueva generación ha escrito últimamente un libro con este título: Mourir de ne pas mourir.
Otra alma agónica, como la de Unamuno, se agita en este libro. Pero esta constatación nos mueve a otra: la de que el sabio sexagenario de Salamanca el poeta super realista de París coinciden en Santa Teresa. en esto no es posible no ver un signo. Unamuno tiene algo de iluminado, algo de profético. En su pensamiento se descubre siempre una vaga pero certa anticipación del porvenir. Varios años antes de la guerra, cuando el Occidente se mecía aún en sids ilusiones positivistas!
cuando el espíritu de Sancho parecía regir 1a historia, don Miguel de Unamuno predicó el evangelio de Don Quijote. Entonces el mundo se creía lejano de un retorno al donquijotismo, de una vuelta al romanticismo. el evangelio de Unamuno no fué entendido sino por cuantos alucinados, por unos cuantos creyentes. Mas hoy que por los caminos del mundo pasa de nuevo el caballero de la triste figura, son muchos los que recuerdan que el filósofo de Salamanca anunció su venida. Que el maestro de Salamanca presintió y auguro una parte de esta tragedia de Europa, de este Untergang des Abendlandes. de esta agonía de la civilización occidental. Lo que te voy a exponer aquí, lector dice Unamuno en su libro es mi agonía, mi lucha cristiana, la agonía del cristianismo en mí, su muerte y su resurrección en cada instante de mi vida. Qué es el cristianismo, según Unamuno? Unamuno afirma que Cristo vino a traernos la agonía, la lucha y no la paz. nos remite a las palabras del Evangelio en que Jesús nos dice que no trae la paz sino la espada y el fuego. Invocación en la que tampoco está solo. Nunca han parecido tan vivas como hoy estas palabras de Cristo. Giovanni Gentile, filósofo de la violencia, milite del fascismo, las ha arrojado como una tea en la batalla de su patria, en la agonía de su Italia: Non venim pacem mittere sed gladium. Ignem veni mittere in terra. Voces que vienen de diferentes puntos del espíritu se encuentran sin buscarse, sin llamarse, combatiéndose, contrarrestándose.
Unamuno piensa, como es lógico, que hay que definir al cristianismo agónicamente, polémicamente, en función de lucha. Así es, sin duda, como hay que definir no sólo al cristianismo sino toda religión, todo evangelio. El cristianismo, la cristiandad, escribe Unamuno desde que nació en San Pablo, no fué una doctrina aunque se expresase dialécticamente: fué vida, lucha, agonía. La doctrina era el Evangelio, la Buena Nueva. El cristianismo fué una preparación a la muerte y a la resurrección, a la vida eterna.
más adelante, agrega: San Pablo, el judío fariseo espiritualista, buscó la resurrección de la carne en Cristo, la buscó en la inmortalidad del alma cristiana, de la historia. Unamuno, en este punto, nos advierte que por histórico no entiende lo real sino lo ideal.
Explicándonos su pensamiento sobre la historia que, de otra parte, es realidad, tanto o más que la naturaleza. Unamuno recae en una interpretación equivocada del marxismo. Las doctrinas personales del marxismo de Karl Marx escribe el judío saduceo que creía que las cosas las hacen los hombres, ban producido cosas. Entre otras, la actual revolución rusa, Lenín estaba mucho más cerca de la realidad histórica cuando, al observarle. en sus ensayos críticos de marxismo y soque se alejaba de la realidad, replicó. Tan cialismo dice: Marx no es un puro econoto peor para la realidad. Este mismo con mista, ni puro sociólogo, ni puro historicista; cepto sobre Marx había aflorado ya a otros él no se contenta simplemente con describir la escritos del autor de La Agonía del Cristia realidad social como era en sus tiempos y con nismo. Pero con menos precisión. En este extraer de la observación del presente las lenuevo libro reaparece en dos pasajes. Por con yes empíricas de sus transformaciones por siguiente urge contestarle y debatirlo.
venir; él es esencialmente un revolucionario, La vehemencia polémica lleva aquí a Una cuya mirada está obstinadamente fija en lo muno a una aserción arbitraria y excesiva. Nó; que debe ser.
no es cierto que Karl Marx creyese que las estoy seguro de que si Unamuno medita cosas hacen a los hombres. Unamuno conoce más hondamente en Marx descubrirá en el mal el marxismo. La verdadera imagen de creador del materialismo histórico no un judío Marx no es la del monótono materialista que saduceo, materialista, sino, más bien, como en nos presentan generalmente sus discípulos. Dovstoyevsky, un cristiano, un alma agónica, Marx hace falta estudiarlo en Marx mismo. un espíritu polémico. quizá le dará razón a Las exégesis son generalmente falaces. Son exéVasconcelos cuando éste afirma que el atorgesis de la letra, no del espíritu. no es acaso mentado Marx está más cerca de Cristo que el Unamuno el más celoso en prevenirnos, a doctor de Aquino.
propósito del cristianismo, contra la inanidad En este libro, como en todos los suyos, y contra la falacia de la letta? En su libro uno Unamuno concibe la vida como lucha, como de los mejores capítulos es tal vez el combate, como agonía. Esta concepción de la habla que del verbo y de la letra. En San Pablo. dice vida, que contiene más espíritu revolucionaUnamuno el Verbo se hace letra, el Evanrio que muchas toneladas de literatura sedicengelio deviene Libro, deviene Biblia. el protestemente socialista, nos hará siempre amar al tantismo comienza, la tiranía de la letra.
maestro de Salamanca. Yo siento escribe La Letra. agrega luego. es muerte: en la Unamuno a la vez la política elevada a la letra no se puede buscar la vida. Marx no altura de la religión y la religión elevada a la está presente, en espíritu, en todos sus sualtura de la política. Con la misma pasión puestos discípulos y herederos. Los que lo hablan y sienten los marxistas, los revoluciohan continuado no han sido los pedantes pronarios. Aquellos en quienes el marxismo es fesores tudescos, exégetas ortodoxos de la teoespíritu, es verbo. Aquellos en quienes el marría de la plusvalía, incapaces de agregar nada xismo es lucha, es agonía.
a la doctrina, dedicados sólo a limitarla, a JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI esteoritiparla; han sido más bien los revolucionarios, tachados de herejía como George Sorel otro agonizante diría Unamuno que han osado enriquecer y desarrollar las conseEl superhombre es innecesario cuencias de la idea marxista. El materialismo histórico es mucho menos materialista de En el momento más impetuoso de la ascenlo que comúnmente se piensa. Un filósofo li ción del capitalismo alemán, su filósofo reberal, un filósofo idealista, Benedetto Croce, presentativo hizo descender a Zaratustra de le hace a este respecto plena justicia. Es evila montaña para traer a la humanidad la buedente escribe Croce que la idealidad o el na nueva del superhombre. Sabemos hoy, absolutismo de la moral, en el sentido filosódemasiado bien, la trágica realidad que antifico de tales palabras, es premisa necesaria del cipaban aquellos sueños en apariencia tan gransocialismo. El interés que nos mueve a consdiosos. Su mismo profeta no tuvo que esperar truir un concepto de plusvalía. no es acaso a la reacción sanguinaria de su patria de hoy un interés moral o social, como se quiera llapara anunciarnos que odiaba por encima de marlo? En pura economía. se puede hablar todo a esa canalla socialista eran sus palade plusvalía. No vende el proletario su fuerbras que convertida en apóstol de la plebe, za de trabajo propia por lo que vale, dada su destruyen la satisfacción del obrero en su pesituación en la presente sociedad? I, sin esta queña existencia y le enseñan la envidia y la premisa moral. cómo se explicaría, junto con venganza (1. través de los siglos la hula acción política de Marx, el tono de violenmanidad según vemos no ha variado gran ta indignación y de sátira amarga que se adcosa para la burguesía: cuando en el Renavierte en cada página del Capital? Adriano cimiento nos hablaba del hombre o cuanTilgher que prologa una traducción de Una do en su etapa imperialista anunciaba el sumuno al italiano. La Sfinge senza Edipo perhombre. siempre necesitó como condición ineludible volverse iracunda contra las masas obreras.
El proletariado, en cambio, no disimula con palabras enormes promesas absurdas que no puede cumplir. Sabe que el superhombre sus vestidos de casimir, es innecesario porque el hombre todavía no se Señoras y Señoritas: ha realizado. Ayudarlo a nacer es su destino (2. y para ello no ha recurrido jamás al versus abrigos a la medida o sus bo apocalíptico de ningún Zaratustra con la vestidos estilo sastre, sólo la serpiente y el águila: le ha bastado entrecruzar el martillo la hoz para que el dedo de la historia señalara en ese símbolo, la humilde grandeza del Hombre, de FRANCISCO GOMEZ e HIJO (De Aníbal Ponce, Humanitarismo podrá complacerlos; única especializaburgués y Humanitarismo proletario.
da en esta clase de trabajos.
Editorial América, México, 1938. HAGA UNA VISITA SERA BIEN ATENDIDO (1) Abrevio así el pensamiento de Nietzsche, Obras completas, tomo VIII, pág. 48, traducción de Ovejero, Av. Central. Frente a las Cías éc editor Aguilar, Madrid, 1932.
tricas. TELEFONO 3283 (2) Nietzsche creía, además, que en una sociedad de Solicitamos agentes, servicio renumerado tipo socialista la vida sería negada y sus raíces corta.
das. Idem, pág. 76.
Caballeros; Sastrería La Colombiana Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica