BourgeoisieDemocracyImperialismJoaquín García MongeNazismPrivate PropertySocialismStalinUnited FrontViolenceWorking Class

380 REPERTORIO AMERICANO cosa mente externa. Se trata orgánicamente de un Estado obrero que en vez de avanzar hacia la sociedad socialista o democracia verdadera, desarmando poco a poco el aparato estatal, se ha descaminado bajo la dirección de una casta burocrática. La no es imperialista, pero se ha convertido, ppr fatalidad de su politica termidoriana, en rvidora del imperialismo. Stalin tiene demasia la razón para temer la revolución social en Europa. d) En cuanto a los partidos socialistas que forman (o formaban) la II Internacional, sus direcciones constituyen una verdadera burocracia, cuya función es someter los intereses de la clase obrera a los intereses de la burguesía de cada país, y cobrar el servicio. e) No hay ningún poder ofifial o semioficial que abandere la auténtica causa revolucionaria del proletariado mundial. Al contrario, media un abismo entre la cobardía e inepcia de sus dirigentes, y la conciencia de volun ad de lucha de las vanguardias obreras, como se ha visto en China, e: Austria, en España. f) No hay en los sucesos de los últimos años ni en la situación actual nada que lleve a una sospecha, menos a un convencimiento, de que el proletariado ha demostrado ser incapaz de responder al llamado de su ocasión histórica. Sólo que ésta no ha llegado aún del todo. Aunque en disgregación profunda, la clase capitalista detenta aún un gran poder externo, es decir, militar, y sus distintos grupos saben formar un frente único ante el enemigo único, la clase trabajadora, como en España.
Pero más fuerte que todo eso, la rivalidad inevitable e implacable de sus propios intereses está llevando a esos grupos a destruirse a sí mismos. g) Queda la formidable perspectiva de que un triunfo nazi más o menos blitzkrieg pusiera al mundo bajo la bota alemana. Pero una congregación mundial lograda a base de violencia militar, de espionaje policial y de soborno se disolverá, de fijo, a poco trecho. Entonces, o más antes, la ocasión de salvar al mundo de una recaída en la más tenebrosa barbarie se presentará, sin duda. El proletariado avanzará para extirpar de raíz los dos terribles gérmenes infecciosos de la civilización actual: la Propiedad privada y el Estado nacional.
Insisto en que no es cosa de perder la cabeza, es decir, la fe en el hombre, frente al aquelarre del mundo de hoy. Lo sobrecargado de una crisis indica que su fin está cercano. Una es innegable, entre todas: se precisa de todo el poderoso aparato de opresión interna y externa de la burguesía imperialista para arrear los pueblos a la guerra. Pero hoy es asaz evidente que los pueblos no sienten odio entre sí, no quieren la guerra; el patriotismo no inspira ya a las gentes, porque todos han comenzado a ver que las patrias (es decir, la de los que tienen patrimonio) son las barreras que impiden a los pueblos llegar a la verdadera comunidad material y espiritual de los pueblos.
clase y Belén, Rep. Argentina, de julio de 1940.
Los escritores de Centro América y la Democracia en peligro (En el Rep. Amer. San Salvador, El Salvador, setierabre de 1940. Envio de Antes los escritores centroamericanos tenían comprensión de las situaciones económicas, políticas, diplomáticas y militares de sus diminutos países, del Istmo en conjunto o de la América toda, y valor para exponerlas en presencia de ignorantes y sabios, propios y extraños, amigos y enemigos. Sin ahondar mucho en el tiempo porque no es necesario, sin ir más allá de la Reforma, acontecimiento que se fundaba en una concepción y que representaba una tendencia, vamos a citar unos cuantos nombres ilustres en refuerzo de esta tesis. Un Adolfo Zúñiga publicó El Hondureño en San Salvador para exhibir a un tirano de su país, lo que hizo a las mil maravillas, con clarividencia y coraje, y no reparó en el puñal asesino ni en la componenda gubernamental que pudiera entregarlo amarrarlo a orillas del Goascorán. Un Marco Aurelio Soto y un Ramón Rosa dieron a la publicidad El Centro Americano en la ciudad de Guatemala con el mismo fin patriótico, y no les pasó por la cabeza la idea de conservar salud y guardar años. Un Policarpo Bonilla desde las columnas de El Bien Público dijo cuanto debía decir en favor de la democracia y la libertad en el propio solar de un despotismo, y no le asaltó el temor que suele asaltar a los hombres que desconocen el espíritu de sacrificio y los propósitos altos. Un Lorenzo Montúfar siempre escribió con arrogancia porque no entendió de otra manera las cosas: supo dignificar por igual su propia personalidad y las buenas causas. un Rigoberto Cabezas descubrió el vínculo sanguíneo que existe entre la pluma y la espada y nunca faltó al deber que impone el conocido mandato de Camilo de Saint Croix.
Hoy los escritores de Centro América son muy distintos, con excepción de algunos costarricenses que encabeza Joaquín García Monge. Son una consecuencia del tiempo y las circunstancias. Carecen de la inteligencia y la fuerza de crear situaciones nuevas. Desconocen la sublime embriaguez de la lucha y el futuro.
Jamás en nuestra historia se había visto una miseria igual. Siendo mayor la injusticia que reina en el mundo y mucho más la difusión ideologica, vamos a suponer que comprenden un poco la substancia del Istmo, de América y del mundo en guerra. No puede suceder de otro modo cuando los capitalistas, los hacendados, las capas medias de la sociedad, los obreros y los campesinos tienen conceptos propios y hasta filosofías de interpretación y de lucha. Todos cuentan con su mapa y con su plan. Pero los hombres de pluma no se atreven porque son muy dolorosos los riesgos y muy inmisericordes los fracasos. Con todo, no les llamaremos cobardes en sentido directo y llano, en razón de que este apunte aspira a ser psicológico y no polémico. Les aplicaremos un calificativo que esté próximo y que se parezca a la indolencia y a la irresponsabilidad. De la proximidad o el parecido abundan ejemplos que no han podido ccultar el mimetismo y la simulación. unos les detiene el amor a los bienes heredados, la fiel esposa, los tiernos hijos. a otros el temor a los verdugos, las cárceles, los destierros, las humillaciones extranjeras, la muerte civil, la muere natural. aquéllos y éstos, como por ley fatal, se encasillan según su temperamento y sus inclinaciones. Los hay que renuncian de plano a las lides, convencidos de que no van a componer ci mundo. Los hay Ique desvían sus torrentes hacia narraciones como la venida de los nahoas o hacia relaciones literarias como la suposición de que tiene alma la piedra. los hay, que renunciándose del todo, van llamando genialidades cuantos dislates van saliendo de la cabeza de los sanchos que en mala hora suelen gobernar insulas.
Capítulo especial merecerían los negociantes de ideas y los turcos que venden papel impreso. Se los dedicaremos cuando hayamos completado listas obtenido pormenores.
Por lo que va dicho y lo que se calla, la reacción mundial ha tomado cuerpo en Centro América. Como la reacción sigue un programa, ha saltado por encima de los pasivos y ha tomado posiciones. Ahora para sacarla querría ganas, sería poco menos que imposible. hasta la fecha no vemos por ningún lado un artículo valiente, un periódico resuelto, un libro claro, un plan atrevido. Muy por el contrario, la indolencia y la irresponsabilidad han acabado por confundirse y por declarar que ha vuelto el caos. Federico García Lorca se sacrificó en España. Aquí hay quienes llaman loco a aquel que rubricó con sangre sus ideas democráticas.
Existen la justicia universal, el denecho interacional, la ética de los pueblos, que favorecen el desarrollo de Centro América como sociedad y como nación. Aquí muchos fingen ignorar lo que saben de sobra los niños de escuela y haste muestran alegría porque el destino istmeño está corriendo riego de frustrarse. Con los Estados Unidos hemos liquidado temporalmente nuestras antiguas cuentas, no por degeneración sino por conveniencia política frente a un peligro extra continental que afecta a todos los americanos sin excepción. Ante eso los escritones centroamericanos pasan recordando lo que es historia y lo que es torpe recordar ahora, porque no estamos para dividir sino para sumar. Con Inglaterra tenemos pendiente el caso de Belice, que acabará por arbitraje, y lo que iels de Centro América, y no de Guatemala sola, volverá a su primitivo dueño. Pero ellos en vez de aconsejar el aplazamiento del litigio, porque las partes están amenazadas por un adversario poderoso, gritan a todo pulmón algo que redunda en toneficio de dicho adversario. Con Francia no tenemos nada, sino deuda ideológica. Sin embargo, cuantos debían levantar la indignación y el espíritu combativo, deben estar echando cálculos pensando que los conquistadores que taconean en las calles de Paris, luego estarán en estas zonas de Dios.
Vuelvan sobre sus pasos quienes fueren capaces de hacerlo. Es ley desandar las veredas para tomar el camino recto. la patria se sirve en el peligro supremo con algo distinto a la indolencia, la irresponsabilidad, la componenda y la traición. Nuestros antepasados se batieron en las calles de San Salvador y sufrieron los calabozos del convento de Belén por las ideas democráticas y liberales. Muchos de ellos perecieron en la refriega o a manos del verdugo y otros tuvieron tiempo de testar y de hacer maxdas. Nos dejaron de herencia la cuantiosa fortuna de la República, que lógicamente debemos conservar y aumentar. la República sólo po.
demos mantenerla intacta en esta hora de asal.
to y de pillaje con nuestros viejos aliados y nuestros buenos amigos.
MEDARDO MEJÍA En la ciudad de Nueva York consigue usted este semanario con STECHERT Co.
31 33 East 10th Str. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica