REPERTORIO AMERICANO 265 El último libro de Isola Gómez yan Oo azac Ilustración de Ocampo.
Isola Gómez, tan amable, nos ha traído su tercer libro de poemas: Sonido. Por la editoral Cultura de México, 1940, Edición muy elegante, con dibujos de Ocampo, 1939.
Los libros anteriores de Isola, en orden editorial, y progresivo:Coimena. 1938. Verde Claro (1938. Hemos hecho la lectura de Sonido.
con la simpatía y en interés de costumbre, en busca de adelantos en el arte dificil con que la poetisa se define, día con dia; se ven, claro está.
Distribuído el libro en tres partes: Madrigales de verano, Punzadas secas (titulo afortunado) y Rumor de ia tarde. La sección copiosa es, precisamente, la de Punzadas secas.
De los renglones al margen, al copiamos éstos: Sugiere más de lo que dice.
Alma inquieta; atormentada, no.
Su modito de decir. Los suspensivos de Isola.
Reflexiona siente a través del paisaje.
Es alma muy en contacto con la Naturaleza. Su geografía.
Los dibujos del mexicano Ocampo, tan expresivos en su sencillez. Realzan el libro.
Lírica tan sólo; ninguna preocupación social en ella, todavía.
Los niños le interesan. Lo viejo, el mis.
terio Corazón abierto.
Las imágenes: El nido, Caminos solos, La chiquiliada.
Los símbolos: Por la grieta.
Las cosas de ella: rara, curiosa, musical, enigmática, reflexiva. La mujer!
Hemos señalado estos poemas: van los caminos tendidos llevando el viento del Norte.
Rasgan el velo de la noche con la ciaridad astral y duermen siglos tan largos entre el sabor de su sal.
Rojos de la vida inquieta estos caminos se como si fueran las alas de cóndores que al volar no necesitan caminos, sino alturas que explorar.
Caminos soios. tendidos.
ipobres caminos se van!
ricos hacia lo inaudito cortos sobre el mal jamás.
Sima del bien en su ruta no hollaron trunca al bajar, que en retiro ventajoso, del enigma que al pasar.
secó la sombra sumida, de una lágrima al rodar.
Caminos solos. perdidos ¿por dónde giran y van. Róen el rublo de las filas que traban para una Agar.
Sabios caminos que callan el misterio de acercar; y llevan solos el ruido del tropel al caminar.
Quién sobre el claro del mundo puede olvidar lo que está, es porque hallando un recodo, no busca la inmensidad. Un sentimiento afectuoso debuta a! li violentado.
Persevera poco a poco sin corazón fatigado. qué defiende satisfecha la pajarita aplomada?
un peligro que se acerca y envuelve raza atestada.
ISOLA GÓMEZ 0De Sonido. dice Brenes Mesén lo siguiente: El vaso de agua.
Por la grieta.
Cayó un ciprés.
De un dia a otro.
El nido. Señal doble)
Caminos solos. Señal doble)
Hombre!
Mi grito.
Cuándo. vuelves!
El silencio Te miré como un pozo.
Enojo.
Soñar que soñaba.
Cuando callas.
La chiquilada.
El romance de mis uñas.
Su pico rojo que escribe sobre las frutas picadas encuentra el sabor añejo con que festeja su alma. yuela otra vez al nido revestido de hojarasca, a caientar sus almendras de huevos. como de Pascua. Máximas de amor conserva esta pajarita casta.
Su modo serio de gusto da una razón más sagrada; ensueña pasta de hijos.
que en su calor arrebata.
Los huevitos reventaron isin la cucharita de plata. Abren ahora, pichones, sus piquitos de alpargata; los ojos están cerrados, sus plumas que son de ágata cara arriba que se tuesta al despumarse en la tarta.
Estos huevitos azules de otros días y otras horas.
tienen ojitos abiertos, comen de una misma boca. El nido ya tiene vida. La pajarita esta loca. vuela ilenando su buche con arañas de ias rosas.
Hay en este libro de la poetisa venezolana, bella y joven, una nota personal que lo distingue de sus dos libros anteriores: la del amor, en donde se columbea su parentesco espiritual con las mujeres que han dado a la América Hispánica el tono de fuerza y originalidad que hoy la distingue, Existe en este libro la variedad de color que en los otros dos; peco aqui la mujer se acentúa; va ya tomando posesión de sí misma. No se desborda aún la pasión, pero se la siente vibrante y contenida.
Isola Gómez es artista de verdad. Ama la pintura, y pinta con seguro talento. Muchos de sus poemas revelan esa devoción por el color. Ama la música, poemas llevan consigo ese elemento musical, como si entre sus propósitos de arte se hallase e veclainiano: por sobre todo, música.
Sus aspiraciones artísticas son altas. Este libro Sonido. las manifiesta. Su pasión por el arte, su constancia en el trabajo y cuanto ya tiene realizado le aseguran el éxito final.
Este su tercer libro, publicado en México, es prenda seguca de que alcanzará el cumplimiento de su destino: honrar las letras de su patria, todos sus De los títulos señalados, son más los de la sección Punzadas secas; lo que hallo interesante: se oyen los pasos del amor.
que no hemos visto, lo que se nos ha escapado, así, en una primera lectura?
Estos son los dos poemas sacados de Sonido. para los lectores del Rep. Amer. lo Caminos solos El nido Copa en la paz del verano.
Toda verde, ahora se ha puesto ¡llena del eterno otoño!
arganilla en el cercado.
Cuerdas de un risco, enlazando esa altura que se va.
y estribos de un horizonte que alarga el paso de atrás.
Sobre la tierra perdida de esplanadas y de montes Costa Rica, agosto, 1939. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica