Repertorio Americano SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXXVII San José, Costa Rica 1940 Sábado 30 de Marzo Núm. Año XXI No. 888 Contenido. Daniel Alegría Salidas José Marti Martí en la Argentina Félix Lisazo Los dos Babbits Sanin Cano La luchadora y maestra negra más famosa del mundo Fernando León de Vivero Cabos Sueltos poemas Joaquin Pasos Pienso en ellos Francisco Luarca Lo que expresa Max Jiménez Rómulo Tovar Tome y lea Vida del Dr. y Gral. Benjamin Frco. Zeledón ¿Qué hora es?
Leopoldo Alas, Clarin. 1851 1901 los intelectuales del Continente Max Jiménez como pintor No puede leerse a Gorki en Francia Norberto Hernanz Emma Pérez Salidas de José Martí (Sacadas del Epistolario tres tomos La Habana. 1930)
De lo que podría componerse una especie de Espíritu, como decían antes a esta clase de libros, sería de las salidas más pintorescas y jugosas que Ud. pudiera encontrar en mis artículos ocasionales. Qué habré escrito sin sangrar, ni pintado an haberlo visto antes con mis ojos? Aqui han guardado los En casa en un cuaderno grueso: resultan vivos y útiles. Epistolario, III, 201. En carta a Gonzalo de Quesada, Montecristi, Santo Domingo, 19 de abril de 1895.
Gonzalo de Quesada fué el primer compilador de las Obras de José Martí. Alabado sea. En el corazón, el Evangelio; entre las ce jas, la prudencia; los brazos, a cuantos los quieran, y el arma desenvainada. Epistolario, II, pag. 79. Lo del Libertador San Martín es la verdad. serás lo que debes ser; o si no, no serás nada.
Contra la verdad, nada dura; ni contra la Naturaleza. El Canada francés, ni inglés quiere ser, ni norteamericano: quiere ser francés. Los mexicanos de California, después de cincuenta años de vida con los Estados Uni.
dos, no quieren ser de los Estados Unidos: quieren ser mexicanos. Epistolario, II, pag.
162. 0De aquí a horas embarco desterrado para España. Mucho he sufrido, pero tengo la convicción de que he sabido sufrir. si he tenido fuerzas para tanto y si me siento con fuerzas para ser verdaderamente hombre, sólo a Ud. lo debo y de Ud. y sólo de Ud es cuanto de bueno cariñoso tengo. Epistolario, pág. En carta a su maestro Rafael María Mendive. Martí tenía entonces 18 años. caprichos, es un hombre de una virtud extraordinaria. Ahora que vivo, ahora sé todo el valor de su energía y todos los raros y excelsos méritos de su naturaleza pura y franca.
Piensa en lo que te digo. No se paren en detalles, hechos para ojos pequeños. Ese anciano es una magnífica figura. Endúlcenle la vida. Sonrían de sus vejeces. El nunca ha sido viejo para amar.
Escríbeme sin tasa y sin estudio, que yo no soy tu censor, ni tu examinador, sino tu hermano. Un pliego de letra desordenada y renglones mal hechos, donde yo sienta palpitar tu corazón y te oiga hablar sin reparos ni miedos me parecerá más bello que una carta esmerada, escrita, con el temor de parecerme mal.
Ve: el cariño es la más correcta y elocuente de todas las gramáticas. Di iternura! y ya eres una mujer elocuentísima. Epistolario, pag. 63. En una carta a su hermana Amelia. Allá le envié dos números de una Revista Venezolana, que murió de honrada. Epistolario, I, pág. 75. oMis compatriotas son mis dueños. Toda mi vida ha sido empleada y seguirá siéndolo en su bien. Les debo cuenta de mis actos, hasta de los más personales; todo hombre está obli.
gado a honrar con su conducta privada, tanto como con la pública, a su patria. Epistolario, I, pág. 107. No se me canse. Ponga mejilla de cuero a la maldad. Habrán tantos que al terminar nuestra obra traten de apoderarse de ella. Epistolario II, 201. tarse. Está Cuba alzándose, y sus mozos no le tenderán los brazos, para ayudarla a levanpara levantarse con ella? El que levanta a su país se levanta a sí propio. El que no tiene país propio, se queda sin raíces en el mundo. Epistolario, II, 226. 0Cuando tengo que decir bien, hablo. Cuando mal, callo. Este es el modo mío de censurar. Epistolario, I, pág. 27. Para callados son los mejores afectos: así calla aquí el que le tiene su amigo. Epistolario, pag. 45. Yo ni paro mi vivo: yo no tengo más que una vida. Uds. tengan casa y tiempo para escribir a sus buenos amigos. mí déjenme seguir el camino útil y doloroso. No tengo tiempo para hacer que me amen, ni para demostrar mi gratitud; créanme ingrato todos, y hasta Ud. pero sea libre nuestra tierra y nuestra América con ella. Epistolario, III. 0pag. 26)
Una imprenta amiga puede ser para mí un La patria necesita sacrificios. Es ara y no gran recurso. Puedo ser en ella, para abrigar pedestal. Se la sirve, pero no se la toma para del frío a mi pequeñuelo, desde corrector de servirse de ella. Epistolario, I, pag. 128)
pruebas hasta autor de libros. pienso seriamente en unos sobre América, biográfi Lo primero es ser bueno; y lo demás, para cos, históricos y artísticos, para todos intere que la bondad sea útil, es que los demás sesantes, por todos entendibles libros peque pan donde está. Epistolario, I, pag. 249)
ños, amenos, cómodos y baratos. Epistolario, pag. 54. Por dos hombres temblé y lloré al saber de su muerte, sin conocerlos, sin conocer un ápi.
De querer, podré dejar. De agradecer, no ce de su vida: por don José de la Luz y por dejaré jamás. Es tal vez la alegría más gran Lincoln. Por Lincoln, que merece el llanto, de que me llevaré de la tierra: la bondad de aun cuando luego supe que le quiso oír al los hombres.
intrigante Butter el consejo de echar sobre el basurero de Cuba toda la hez y el odio que Por mi parte, pongo más atención a mis quedó viviente de la guerra contra el Sur.
obras que a mis discursos. Epistolario, pág. Epistolario, II, pág. 26)
59. Tú no sabes, Amelia mia, toda la venera No se gasta dinero inútil. No recojan dición y respeto tiernísimo que merece nuestro nero para cosas no estrictamente necesarias.
padre. Allí donde lo ves, lleno de vejeces y Recojan almas. Epistolario, II, pág. 56)
o De mí, trabajo y ansias, y mucho orgullo de la gente de mi tierra. cuándo, sin obligación pública, si me dejan vivo las pasiones humanas, podré ponerme de maestro de guajiros! Entonces sí vivirá contento Martí. Epistolario, III, pag. 36. o su José ¡Qué grave no será mi deber, y el caso, cuando le pido al santo viejo que empeñe para su patria el techo que lo cubre. cuando se lo pido yo! Honra quien pide: es que cree en la virtud de aquel a quien pide. Episto lario III, 161. Esté yo aquí o allá, haga como si lo estuviese yo siempre viendo. No se canse de de. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica