184 REPERTORIO AMERICANO La muerte del ingeniero Alejandro Una fe y una vida pósitos. El túnel de La Quiebra ponía López deja recuerdos saludables y enseun santo temor en los corazones de los ñanzas de provecho. Poseyó en sumo (De El Tiempo. Bogotá, 18 III 40)
economistas, habituados a refrescar sus grado una cualidad rara en los colomideas en los clubs y restaurantes de la bianos, que fue la fe en sí mismo. Esta capital antioqueña. El costo, decían, de bella disposición de espíritu, que a no esa obra será tan elevado que el ferroestar acompañada de saber competente y carril no producirá nunca lo suficiente de inteligencia abierta a la comprensión para pagar el interés de las sumas inde la vida y de las humanas flaquezas vertidas ya en su construcción y por suele degenerar en pesado y difuso egoinvertir en el túnel. Automóviles baracentrismo, cuenta entre las cualidades tos y camiones inverosímiles continuaban que son menester para llevar a su positransportando por las faldas de la corble grado de culminación las naciones dillera pasajeros y carga de un extremo incipientes. El defecto fundamental de a otro del enorme hiato que la indecisión los habitantes, de la mayor parte de los y el miedo habían dejado abrir en el habitantes del trópico, es el temor a las curso natural de la ferrovía. Crecía el responsabilidades, de lo cual resulta el volumen de las palabras impresas y el culto de la incompetencia. El miedo a la viento se llevaba por sobre los carbonecrítica desequilibra las facultades activas ros florecidos de las bellas avenidas mede muchas inteligencias. De donde acaedellinenses columnas de argumentos orace que la voluntad tenaz y la fe en sí les contra la obra del túnel. El capital mismo viene a ser el distintivo de las de los unos creía defenderse contra una inteligencias mediocres y de la ignoranposible calamidad futura y la incompecia esmeradamente cultivada.
tencia de los tímidos buscaba argumenLópez, el ingeniero, cuya digna vida tos bajo el polvo de los fracasos ferroacaba de desaparecer, acompañó la fe viarios. López argüía de una parte que en sí mismo de un conocimiento prola carretera y los vehículos que de ella fundo de su profesión y de nociones se servían para el tránsito sería por el precisas y documentadas sobre las cienrigor de los hechos más costosa que el cias adyacentes, sin descuidar las discitúnel, y de otra que los caminos de utiplinas de la filosofía. Era hombre de Alejandro López lidad pública no se construyen ni se estudio, de acción, de disposiciones esexplotan según el criterio caminero de peciales para la enseñanza. Sin embargo, las sociedades anónimas sino en consola cualidad dominante de su espíritu, a la que el recuerdo de su vida se perpetua nancia con las honradas prescripciones cual le debe el país servicios y avances ra con un simulacro en que se hiciera de las necesidades nacionales. Qué inculturales, fue la fe en sí mismo. Las presente a las generaciones sucesivas, terés le suministraban y le suministran ciencias se enseñan, las ideas se defien cómo la tenacidad en el propósito y la al fisco los elementales caminos de heden, las nociones aventuradas o felices fe en sí mismo y en las posibilidades rradura, las calles públicas de la ciudad, son susceptibles de difusión o de triste de la patria son el más sólido fundamen los puentes, y los edificios públicos?
y segura derrota; pero la fe en las pro to del éxito para el individuo, de la Por encima de los argumentos, al lado pias capacidades y la decisión de cada prosperidad para el estado. En la entra del celo capitalista, más allá de las cavimomento de ponerlas en práctica y de da del túnel de La Quiebra, en el ferro laciones de la ignorancia, la razón acabó defender sus realizaciones, no es cosa carril de Antioquia, una losa de mármol por imponerse. El túnel de «La Quiede aprender, para quien no ha nacido o una placa de bronce van a perpetuar bra, obra excepcional del genio antiocon esa vocación de actor en la escena la memoria de un hombre que tuvo fe queño, y de la voluntad de esa raza, se de la vida, de héroe si es necesario y en su inteligencia y en sus conocimien debió en parte principal a la fe en sí de mártir en la peor de las contingencias. tos y luchó contra la opinión de mu mismo de Alejandro López, ingeniero civil.
El ingeniero López quiso hacer de su chos sabios y profanos, para hacer pros Su vida es un símbolo, como hemos muerte un símbolo. Fue su voluntad perar sus ideas y darles cima a sus pro dicho, y él escogió el emplazamiento de su tumba para que subsistiera después El Dr. Alejandro López de él un testimonio de sus éxitos.
Colombia, todos los colombianos, deBerna, febrero 28 de 1940.
sidad, del descanso. Recuerdo la sonrisa de bemos aprender la lección augusta. CoSeñor doctor don Jorge Uribe Márquez.
complacencia con que comentaba la opinión de Juan Lozano de que para él la vida sería lombia está abrazada por el mar al Bogotá.
Querido amigo: completa si los week ends se pudieran pasar norte y al occidente de sus límites naEn viejos periódicos lei la noticia de que el en la oficina trabajando. Como descanso fue turales. El mar la ha llamado siempre y doctor Alejandro López estaba gravemente enel pelear, en la gesta española, en el doctor el océano está marcando su destino.
fermo. Después no supe más y lo juzgué res.
López fue descanso escribir, meditar, comentar, obrar, inventar, hacer de buzo en el mar de Todavía no tenemos una vía férrea que tablecido. Hoy, en un número que me acaba la ciencia y reaparecer maltrecho o radiante, comunique a la capital con Buenaventude llegar de «El Espectador, leo con sorpresa y con dolor que ese ilustre colombiano y nopero siempre con una perla arrancada a las ra. Otro hiato de más penosa aparienconchas profundas.
ble amigo dispuso que lo enterraran debajo Sus condicicnes morales, por otra parte, su cia que el de «La Quiebra se interpode los rieles en alguna parte de la línea del adhesión al hogar, la sensación de muro y ne entre Colombia y su destino maniFerrocarril de Antioquia. Linda disposición hiedra que daba con su compañera, su resis fiesto. Se aducen todavía los mismos que muestra hasta el momento de la culminación de la vida, que es la muerte, y la tencia para el dolor, todo hacía de él, se esargumentos que en los días en que tuviera de acuerdo con sus tesis o se estuviera muerte en belleza, lo entrañable de su amor Alejandro López defendía la obra que ha en desacuerdo, un hombre admirable. Pensé por la ciencia y por su tierra.
de inmortalizarlo. Cuál será la figura Ha perdido Colombia a uno de sus hijos como él muchas veces, otras diferentemente, otras en contra, pero siempre sin ocultarle mi colombiana destinada a recordar a los más capaces, más estudiosos, más tesoneros, más dignos. La obra entera del Dr. López fue admiración y mi respeto. Su muerte hiere en colombianos en Ibagué o en Armenia la una ofrenda a la patria. Con afán, con dilimi corazón al colombiano y hiere al amigo.
terminación de la obra con que hemos gencia, con talento, estudio sus problemas e Quiero que usted, tan unido a él por vínculos indicó soluciones, que siempre supo defender irrompibles, sea el mensajero de mi pesar ante de corresponder al abrazo del océano?
la noble dama, hermana suya, que fue la es. SANIN CANO con el poder que dan la convicción y el desposa de él en tantos años de vida limpia y Apulo, domingo de Ramos interés, orientada la mirada al porvenir pero de vida laboriosa. Lo mismo ante sus hijos.
muy bien sentadas las plantas en la realidad Al doctor Libardo voy a escribirle. Acepte En la ciudad de Nueva York del presente. De talento poderoso y de volunusted mi estrechísimo abrazo.
tad indomable, en las reformas sociales y en las reformas materiales dejó su aporte de Su amigo y servidor, muy atento, consigue usted este semanario idealismo y de fe, de construcción y de esL. Nieto CABALLERO con STECHERT Co.
fuerzo. Fue un realista y fue un orientador.
No sintió nunca la fruición, casi ni la nece. El Tiempo. Bogotá, IV 40)
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