136 REPERTORIO AMERICANO pre así: La vanidad y el talento de Vargas Vila (Recorte de La Nación. Santiago, Chile. Envío del autor. El único que desdeñó la crónica, fue No hay ejemplo en ninguna literaVargas Vila. Abroquelado en su or tura de vanidad tan estruendosa como gullo, renunció a la popularidad fácil la de Vargas Vila. Hablaba exclusiva.
y al contacto diario con el público.
mente de sí mismo y en tercera per Para irradiar sobre América, bassona. Perdida la noción del equilibrio.
tad mis novelas. declaraba a quien se entregaba, ciego, a la egolatría.
quería oírle.
Cierta vez nos encontramos por Y, en realidad, sus novelas, escritas casualidad al cambiar de tren, en la en aquel estilo especialísimo, desprofrontera de España. Durante la hora visto de mayúsculas y sin más punto larga que duró la espera, peroró con que el punto final, concebidas, se su abundancia y su ensimismamiento hubiera dicho, con la certidumbre de habitual. Las frases empezaban siemque serían leídas de un tirón (un tirón de 400 págioas) alcanzaron entre 1900 Vargas Vila va para Málaga.
y 1914 una difusión pasmosa y fueron Esas novelas de Vargas Vila.
la cartilla romántica de toda una ju Esos últimos triunfos de Vargas ventud.
Vila.
El editor Ramón Sopena, cuya silueta Yo iba acompañado por una amiga he de trazar algún día, porque fué, con sus innumerables viajes a París y con francesa que comprendía el castellano, sus secretarias renovadas en cada aunque no lo suficiente para percibir viaje, una de las figuras más interelos matices.
José Vargas Vila santes y simpáticas de nuestro grupo, Cuando subimos de nuevo al vagón. Hacia 1924)
me confesó cierta vez: me preguntó. Yo le entrego a Vargas Vila todos. Quién es ese Vargas Vila de quién ustedes conversaban tanto?
por vanidad o sentimiento se presto los años por derechos de autor entre cincuenta y sesenta mil pesetas. El mismo que hablaba repusea servir de proyectil contra su herDespués de lo cual añadió, sonriendo: mano. No te has dado cuenta aún? La franAbundan los precedentes de ese Para que las gaste en chalecos cesita abrió unos ojos enormes.
pérfido ardid que ha servido desde los de fantasía. No ha visto usted la Pas possible. repetía, rierdo a tiempos en que, para combatir a Pierre enorme colección que tiene?
carcajadas pas possible Corneille, se endiosaba a Tomás, de Este Ramón Sopena, que fundó una Y, sin embargo era posible. Era hisquien nadie recuerda un verso.
casa poderosa y ganó cuanto dinero tórico. Vargas Vila llegó hasta hacer, Así pació también el Gómez Carrillo quiso, tenía un alma de artista y de bajo su firma, en la revista «Némesis de Barcelona, bohemio soñador, que publicaba en España, un relato Un hermano de Eorique, llamado Nunca he logrado un negocio de de cierta confereneia que dio en Ma Eduardo, mal aconsejado por gente importancia en el despacho de mi drid. Empezaba en estos términos: aventurera, empezó a escribir crónicas casa editorial. me confensaba en una «De pronto apareció Vargas Vila en que llevaban al pie, para confundirse de nuestras frecuentes charlas, porque medio del asombro general. La asam con las auténticas, la firma cotizada: fuimos muy amigos ilos mejores neblea, compuesta por lo más alto de Gómez Carrillo.
gocios los he hecho en un transatlán.
la intelectualidad madrileña, aplaudio Como eran rematadamente malas tico, en un tren, en un bar, en una al genio. Vargas Vila, dijo.
y desprovistas de cuanto daba pres sala de baile. Al dinero le gusta diSe trataba, desde luego, de una en tigio y autoridad al gran escritor, los vertirse y hay que buscarlo donde la fermedad. De una enfermedad incóque no estaban en el secreto empe gente está contenta y hay música.
moda para los demás y fatal para el a murinurar que Carrillo se Sobre el valor literario de Vargas enfermo, porque creó alrededor de él hallaba en decadencia y que aquello Vila se ha difundido en estos últimos un vacío total. Aunque todos le teera el acabóse.
tiempos una opinión tan categoricaníamos por conversador eximio, nadie Mucho trabajo costó poner término mente hostil, que debe hacernos re.
se avenía a prestar oídos al autobombo al enredo. El nuevo Gómez Carrillo capacitar. No para aceptarla, sino contumaz.
argumentaba que también tenía de para reaccionar contra ells. Las brusPero si la tendencia resultaba inexrecho a firmar con la inicial de su cas unanimidades de América descusable, se explicaba por lo menos. nombre, Eduardo, sin cuidarse de la piertan siempre mi desconfianza. Yo Nacía la exaltación «yoista» de una coincidencia. Sacaba provecho del creo que la obra de Vargas Vila, lejos reacción contra la hostilidad del medio. engaño. Durante varios meses se prode ser inferior como algunos pretenPocos hombres fueros vilipendiados longó el conflicto. Hasta que Gómez den, marca una de las realizaciones como Vargas Vila. Los excesos de la Carrillo, que teoía siempre solución más completas de su tiempo. Alberto jauría enemiga levantaron la llamarada para todo, consiguió eliminar del Hidalgo, cuyas violentas sinceridades de soberbia. Del ataque absurdo nació mapa literario no sólo la firma intrusa, son conocidas, me expresó hace poco la defensa brutal. Hasta cobrar pro sino también al infidente, del cual no una opinión análoga. No tardará en porciones de suicidio.
volvimos a oír hablar jamás.
producirse la rectificación. Dejando Lo que más molestaba a Vargas Por aquellas épocas todos escride lado los arabescos de mal gusto Vila era la estratagema que empleaban bíamos crónicas. Amado Nervo coy alguna reminiscencia incómoda, la sus enemigos para disminuirle, ensal leccionó algunas de las suyas en un obra de Vargas Vila contiene elemenzando los méritos de su hermano Juan volumen titulado, creo. El éxodo y tos sólidos y durables. La negación Ignacio.
las flores del camino. Rubén Darío, burlona pace del prejuicio o de un. José María no tiene ningún ta coordinó sus artículos de «La Nación, examen superficial.
lento. repetían para sacarle de quicio. de Buenos Aires en varios libros, En mi libro. El Dolor de Escribir. el que vale realmente es Juan Ignacio. entre ellos «España Contemporánea. he contado como conversé por priJuan Igoacio, demás está decirlo, ape Yo hice lo propio en «Crónicas del mera vez con Vargas Vila en el ennas escribía pequeñas notas en las Bulevar. que prologó el mismo Da tierro del escritor venezolano Miguel revistas sociales. No queda de él una río, y en «Burbujas de la Vida. GóEduardo Pardo, autor de aquella nopágina y ni siquiera se recuerda el mez Carrillo volcó en el género la vela «Todo un Pueblo, que con más nombre. Tan poco inteligente fué, que expresión suprema de su personalidad. Pasa a la página 143)
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