66 REPERTORIO AMERICANO se renueva ralmente aflora entre las gentes de este epica, las sagas escandinavas y los rela ladado a un país tropical, en donde el desfile continuo una plácida sonrisa. tos bizarros de las aventuras vikinas. sol delimita objetos, siente que se ir los murales del vestíbulo se ven magnMas, su literatura contemporánea rei achaparra la fantasía y necesita de la ncficadas escenas de los cuentos más fa vindica con Andersen aquel inmemorial che para poder respirar y de la luz de mosos, o episodios culminantes de la linaje legendario transportado a la in un candil a sus espaldas para que su larga vida del autor. El hijo de un zapa temporalidad del relato que usa el pre sombra pueda desperezarse por pisos y tero y de una aldeana, el despertador de érito impreciso como una paradoja de paredes y recobrar fuerzas. Frente a la la ilusión de tantas generaciones, es, a presente: Erase una vez.
casa donde vive hay un balcón cerrado no dudarlo, el prócer de más garantia Andersen poetizó la geografía y la y con flores, misterioso, porque adentro da perennidad de este país. El perfil de historia de su comarca nativa. enseño suena siempre una música que no deja los reyes daneses aparece troquelado en a los niños que, de ser la misma sin embargo, lo atrae. as monedas, mientras ellos viven; pero No puede penetrar más que en esa fo. Entre el Báltico y el Mar del la efigie de Andersen permanece en Ics ma reptante, inasible, de su propia siNorte hay un antiguo nido de cistueta colada entre los resquicios de la billetes de mayor valor como un simbo nes llamado Dinamarca. En él han persiana, cuando apaga la luz o corre la lo sin reemplazo. Monumentos, calles, nacido numerosos cisnes cuyos noncortina de su cuarto. Allí vive la Poesia.
parques infantiles, escuelas y bibliotecas bres no debieran olvidarse nunca.
Sólo lo sabrá cuando su sombra, a la dedicados a su memoria son frecuenes Pero hay uno de esos nombres que que él soltó, curioso, se le aparezca años y conspicuos homenajes en Dinamarca.
nadie olvida porque cada más tarde en su nevada patria. El vie, Esta tierra de viejas leyendas. de los día en las mentes más tiernas.
tante es un alto caballero, bien vestido cuales Shakespeare eternizó la de Hamlet aparece en la Historia como u za Haya de la Torre y nada medroso, que, al sentarse, pisa la sombra recién nacida del sabio, como alborada que confunde la fábula la Odense, Dinamarca, Junio de 1955 obligándola a que lo escuche se rebele ella también. Lo primero que pide al sabio es que deje de tutearlo: una somAndersen y su Sombra bra echada afuera, asi, al azar, ha tenido Por Fryda SCHULTZ de MANTOVANI que andar desnuda, asomarse a las ventanas, andar por calles y mercados. En Diario de Hoy, San Salvador, de abril 1955)
saber innumerables cosas, antes que los sastres la vistieran y los hombres y las He aquí la historia de una sombra una palabra es una Sombra. ie mujeres la colmaran de riquezas para Una sombra pintada por Thorning Mad responde su antigua sombra que ha ve que no dijera en voz alta sus memorias sen en medio de una floresta de seres y nido a visitarlo.
del mundo. Además, como sombra entró objetos imaginarios; una sombra que en casa de la Poesía, y si bien no contiene estatua, flanqueada por niños, e!
Quienes recuerden a Andersen en est: testa al sabio sus retóricas preguntas sosu Memorial Hall de Odense, la peque150 aniversario no han pensado, quizi bre si vió o no alli un bosque verde, una ña ciudad que el de abril de 1805 que lo que los atrae en él es sólo el cue1vasta iglesia, un cielo estrellado, o si iacer a Hans Christian Andersen. Este tista de niños, el encantador de las hadas, eran dioses paganos y héroes los que era el único hijo feo y desmanado, de que, como en el cuadro famoso, sostieluchaban, o niños que se contaban sus un matrimonio a cuya boda asistier.
ne en la palma de la mano a una baisueños, es indudable que posee secretos la locura y la indigencia: lo que signifilarina y un soldadito de plomo, de pie él más importantes. La sombra, es deci. ca un buen comienzo para un cuento de mismo, sombra desgarbada, entre las la palabra, la prolongación del hombre, hadas. El muchacho cantaba junto al Fellas y grotescas criaturas desatadas de está ya de vuelta de ese penoso empevio, que hoy sigue corriendo entre tulisu ficción. Pero Andersen era algo más.
ño de querer hablar sólo de cosas altas, En su nativa Fionia, de nieves y campapanes, para que, si alguna vez lo escide lo que nadie hace caso. Le propone narios, el sueño se entremezcla con el chaba el Emperador de la China, lo inviun viaje, un turno en la vida en el que tase a cantar en su palacio. Pero su voz día y los fantasmas con los principes que se deje tratar familiarmente y consienno tenía buen timbre, ni su cuerpo gramueve Shakespeare traducidos a una lenta el antiguo amo en convertirse en somcia para bailar en el Tetro Real de Co gua que recorre el mundo. Todo vertido bra de la Sombra. Como todos los saa un solo fantasma: el de Hamlet, que penhague, y cuando se hizo hombre 1: bios vienen a menos, o sucede que nece mujeres querian oirle hablar de todo, pite words, words, words. ante la sitan vivir a costa de sus ex sirvientes.
menos de amor. Principalmente de hisrealidad que le parece incomprensible, el del cuento acepta. Pero he aqui que torias fingidas, que era lo que le atraia tierra incógnita y un poco loca habital nuevo señor no le crece la barba, y más público. La buena sociedad comerda por seres que mienten siempre y alen un balneario a donde ha ido en buszó a admirarlo; sólo los niños sospechamas en pena que dicen la verdad.
ca de reposo conoce a una princesa cuyo ban que decía la verdad. Esto comendo La propia infancia es un mundo evo mal es, precisamente, ver demasiado claen 1835. Es decir, cuando Andersen ecado; paraíso, que se vuelve lugar co ro, y ella se enamora de ese personaje cribió su primer cuento; entonces deio mún, repetido por el hombre, que discu cuya sombra sabe contestar puntualmende ser hombre y se convirtió en sombru, are a medida que se interna en el tiem mente a todo lo que se le pregunta.
en verbo, en soplo que dibuja cosas sosu propio infortunio, desde el Es evidente que lo que Andersen se bre el espejo del inundo.
que añora e idealiza el punto de partida, propuso no fue contar una historia para. No diré a nadie quien eres. Aq la primera edad. Por eso el sabio, que en niños. Otras de sus obras pueden serlo, tienes mi mano, te lo prometo. die el cuento de Andersen quería escribir y de hecho lo son, ya que el oyente inel sabio. Un hombre es un hombre, sobre lo verdadero, lo bueno y la bello. fantil proyecta su simpatia en los peruna palabra.
sin que nadie le prestara atención, tras: sonajes que se le asemejan en tamaño, po, en 17 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica