116 REPERTORIO AMERICANO Se alimentan en la tribulación o en las arenas de la desdicha. Las obras que dejan huella honda fué porque encontraron en el duro y áspero trayecto, adversidades, tropiezos u hostilidades.
La frialdad del medio, la indiferencia, la orfandach de calor a veces generan a los conquistadores y campeones de la victoria, del éxito.
Mary McLeod Bethune desciende en sólo dos grados, de negros esclavos libertados por Lincoln. En un hogar azotado por la pobreza, donde en días el único alimento era un rancio mendrugo de pan de trigo ella era una de los 17 niños que el padre proliferó en acatamiento del precepto bíblico.
En su niñez aristada que no supo de juguetes, de juegos ni entretenimientos, se distinguió como la más rápida y experta recogedora de algodón en una granja de la Carolina del Sur. los once años ingresó a una escuelita distante cinco millas. Todos los días, descalza y con la ropilla rota, iba a pie al pequeño plantel de enseñanza, y en las noches junto al chisporrojeo de las leñas de la estufa, leía pasajes de la biblia a sus parientes y relacionados.
Los libro de Moisés y las imprecaciones de Isaías conmoviéronla. Sus ojos vivaces y traviesos que entorna se fijaron clavados en el pasaje aquél en que Jehová le dice al viejo Moisés: He visto la aflicción de mi pueblo. Ve al Faraón y saca de allí a mi pueblo.
Su cerebro comienza a comprender la postergación de su raza, el odio y el desprecio de los blancos, la actitud equívoca y vacilante de sus hermanos de raza que buscan en la oración murmurada, alivio a sus males; o que se encierran en un nirvana de resignación que mata todo deseo y aniquila toda voluntad.
Poco tiempo después, y gracias a la fundación establecida en Scotia Seminary por un sastre para educar de su cuenta y costo, un estudiante que prometiera por su talento, obtuvo la beca, completando sus largos estudios hasta recibir el título de Maestra.
La visión de los suyos no se esfumó en este período de su vida. La llama heroica de hacer algo y mucho en bien de los negros no quedó reducida al apagado Tescoldo de las cenizas.
Se avivo, creció, nutrióse. Frente a la codicia de los ricos, a la iniquidad de los hombres, a da vaciedad de un mundo absurdo, la lección de la paciencia que aprendió en los grises días de recogedora de algodón, hízola sistema de educación y pedagogía de lucha para emprender la cruzada en defensa y salvaguardia de los débiles y escarnecidos por tener pigmentos en la piel su primera obra al retornar con el pergamino fué fundar un Colegio. Tener una tribuna donde sembrar ideas y recordar a los usufructuarios y explotados, a los poseedores y a los incrédulos del bien social, que la supremacía y perduración de los pueblos radica no en los organismos fuertes por el poderio material sino en las colectividades recias por la virtud, por la fé en el destino humano, inmediato, presente, telúrico.
Ese Colegio que nació en una cabina de madera arrendada y con un capital de lun dólar cincuenta centavos, hoy cuenta con hermosos edificios, valorados en cerca de dos millones de dólares.
Bajo sus aulas sobrias y bajo el temblor de dos robles que pueblan el jardín se educa una juventud negra con la misión determinada de redimir a su pueblo.
Los que allí están comprenden que se entra a estudiar y se sale a servir como se lee en los demas que esta extraordinaria mujer hizo grabar en el frontispicio del local.
Asi la inteligencia cumple su notie de fuego que consume lo corruptible para iluminar y contribuir al bienestar del grupo social.
Todos los años egresan centenares de hombres y mujeres capacitados, diestros en preparar y encauzar a los demás. Los vínculos de solidaridad se estrechan y se labora por una nueva conciencia.
Mary McLeod Bethune que ostenta varios grados universitarios y académicos; que ha desempeñado la presidencia del National Association of Colored Women Clubs. la del National Association of Teachers in Colored Schools. la del National Council of Negro Women. que es Directora del National Youth Administration for Negro Youth. y que ha merecido innumerables homenajes, medallas y distinciones por sus servicios prestados a su raza y patria, como Spingam Medall y el premió Drexel es una formidable causeur y conferencista.
Dominadora del idioma subraya cada frase.
Baña sus expresiones con la emoción afiebrada de su alma en pasión, y con su mímica, rica en efectos, sugestiona e inclina al auditorio, a la audiencia.
Una vez, en el Carnegie Hall de Nueva York, obsuvo un éxito resonante al defender el derecho de las razas de color ante espectadores difíciles e incomprensivos.
En aquellos días como ahora mismo, habla del rol que debe jugar el negro en la vida nacional. Panegirista sincera de su raza, señala el papel que han encarnado en los Estados Unidos, las grandes figuras negras. Desde un Carver y un Just en las ciencias, un Hayes y Anderson en la música, un Walker en los negocios hasta un James Weldon Johnson en la poesía.
El negro es un elemento valiosísimo en este país y ha probado su capacidad, su técnica, rindiendo tanto como el blanco.
Ella, expresa, que siendo el negro un factor vital en el progreso, realiza por ende, una tarea de sumo valor, fundamentalmente en la agricultura y en las industrias. El y sólo él ha sido el que ha levantado los vastos imperios del algodón, la azúcar y el tabaco. Ellos cumplen su parte en cada actividad. Ellos gastan dos billones de dólares en comestibles, un billón en vestidos y un millón y medio más en acce.
sorios y suplementos. los hombres de mi raza apostrofa la Maestra se les explota como bestias de carga, se les lincha, se les priva de los derechos civiles, se les segrega de los cargos públicos, se les paga los más bajos salarios y se les emplea en las más denigrantes tareas.
Los herederos de los hombres que lucharon contra Lincoln y que soñaron constituir un estado autónomo de la Unión, en su afán de que nada cambie y que la vida y la existencia social continúen su ritmo uniforme, su paz de cementerio, vociferan: Los negros viven ahora como hombres decentes y no como perros.
Ellos tienen representantes en las legislaturas de doce Estados; en tres Estados hay Jueces Negros; y no hace mucho otro negro fué nombrado Juez para las Islas Vírgenes. 22 exponentes de sus filas han sido miembros del Congreso, y en nuestros días hay un negro en la Cámara Joven.
Se olvida exprofesamente, que los negros junto con los mexicanos de la zona suroeste y oeste de los Estados Unidos son los trabajadores más explotados. Los salarios que reciben son insignificantes, casi ridículos, en tanto que las jornadas no tienen límite, no obstante las disposiciones de la ley.
Se ha establecido en forma cierta e inequí.
voca, que el promedio de dinero que queda libre después de una campaña agrícola anual a los arrendatarios negros en los estados algodoneros del Sur, apenas llega a 105 dólares.
La crisis económica de los años 29 30 afectó rudamente a los negros, quienes perdieron la propiedad de tres millones de acres de tierra. Lo que fué duro golpe para la economía de la población de color, ya que el 36 por ciento de ellos se dedica a la agricultura y un 26. por ciento a trabajos domésticos.
De otro lado, el porcentaje de muertos es elevadísimo. El año 30, por ejemplo, el promedio fué de 82 más que entre los blancos; la mortalidad infantil de dos terceras partes, más elevada; y la tuberculosis arrojó un saldo de tres veces más que en la mayoría blanca.
El promedio de vida en la raza de color es de 47 años, comparado con el de la blanca que es de 59 años.
De los doce millones de negros, el 80 por ciento vive en 15 Estados que mantiene el medioeval sistema de enseñanza racial separada, y en ellos el 13. por ciento son analfabetos.
De un millón de niños en esa zona sólo la mitad estudia y del total una tercera parte prosiguen sus estudios hasta el cuarto grado.
La Ku Kluk Klan castiga salvajemente cualquier delito perpetrado por un negro, aun cuando ese delito importe uno o dos años de prisión.
En el Sur yo he visto cómo se obliga a los negros a habitar en barrios separados, a viajar en la parte delantera de los tranvías y en los trenes en carros especiales, a no transitar por las manzanas de los blancos a partir de las once de la noche, a no tomar el agua de los bebederos especiales que abundan en las droguerías, boticas, kioskos, establecimientos.
Hay una legislación de hecho, trasmitida por la costumbre, que envuelve severidades y humillaciones incompatibles con nuestra calidad humana.
Tres años hace, un joven cubano que corte.
jaba en Miami a una negrita, recibió una noche una misiva de la Ku Kluk Klan para que cesara de pasearse con esa mujer. El joven encogió los hombros y no hizo caso alguno de la insinuación. los tres días, justos, ella y él aparecían asesinados de bala sobre la línea del ferrocarril.
El problema social negro es pues complejo.
Los prejuicios constituyen una barrera infranCaballeros; sus vestidos de casimir, Señoras y Señoritas: sus abrigos a la medida o sus vestidos estilo sestre, sólo la Sastrería La Colombiana de FRANCISCO GOMEZ e HIJO podrá complacerlos; única especializada en esta clase de trabajos.
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