120 REPERTORIO AMERICANO. r exLA Ahi, a las puertas de San Sal Masferrer, el idealista indoibero bros de Masferrer a la presidencia.
vador, en San Marcos, PanchimalY acabó el poema. La tragedia ramco, y casi todos los pueblos circunPor HUMBERTO TEJERA pante centroamericana recobra su dantes, los moradores en su gran imperio. Los latifundistas, los ex De El Nacional. México, 15 noviembre 1938 mayoría son verdaderos parias, craportadores del café, esconden el trasamente ignorantes, tan distancia po engañador y regresan riéndose a dos de la mentalidad capitalina codisfrutar los empréstitos y regenmo un habitante de París puede hatear el millón y medio de siervos.
Harse respecto de un negro congo Befado, traicionado, el poeta sucumlés. En las grandes plantaciones de be en su sombría impotencia. Emicafé, hombres y mujeres viven como gra.
animales, entregadas a una promisPero el bandidaje tendrá que cuidad tar grosera como si en dostemblar y que hundirse cada vez cientas leguas a la redonda no humás en el crimen inexpiable. La cribiera trazas de civilización. iPosis de 1931 castiga al café horribre maestro Masferrer! Poeta de coblemente. En vez del alza de salarazón, por fijarse tanto en los parios, los peones, echados al hambre, deceres del indio, por querer redinic exasperados, se sublevan. Los tachan tanta infamia y tanto do! or con dulde bolcheviques, de monstruos, de ces modos y santas palabras, acabacuantos adjetivos denigrantes les suron por devorarlo a él también los giere el miedo y la cólera a los tecuervos. Tenía una pupila tan rratenientes y millonarios enfureci.
perta como la de Salvador Mendiedos vencedores. Desde hace cuata; pero su moral lirica remontaba renta años, se les explota, se les emdemasiado azul.
brutece con el alcohol, se les extor Este señor, enviado ocasionalmente siona y se les miente. ahora, cuande cónsul a Bélgica, en vez de los do tenían más de un año de casi no consabidos cursis bocetos de Brujas comer, se les extermina. Así ep.
que se creen obligados a mandarnos loga el mismo Masferrer, ya agolos cónsules, dedicóse a oír a Fenizante él también, la utopía de esrriere, a Decroly, y a perfecciona: peranza y dulcedumbre de su Minisu vocación de educador. Para homum Vital, la migaja de justicia nor de la sensibilidad que puede ca.
que esperaba obtener de la bondad ber en la piel de un salvaje de nues.
cordial de los ricos. Masferrer lo tras selvas, aquel poeta se improviamortaja, como a todos los redensó maestro, sociólogo y apóstol votores, la piedad femenina. Carmen cacional. Aprendió de Carlyle que la Lira, la maestra costarricense, expriAlberto Masferrer tierra, de ser de alguien, debe ser me nardos y ungüentos de su ternuMadera de de del que la cultiva; y con Tolstoy, ra, para hablarnos del hombrecito que hay que luchar por la satisfacmagro, cetrino, doloroso; del maesción del derecho más indiscutible y tro débil, del poeta, que no fue sólo esencial: el derecho a vivir sobre la poemas, novelines, limpios de estilo, de los espíritus que han ennoblecido un intelectual, sino un hombre de tierra que tiene todo sér, y a sacar sobrecargados de intención redento la historia humana, los ensueños de honor; y por eso, no se hizo el desde ésta su alimento, sin pedir per ra y de admirables atisbos psicoló Asís, de Owen, de Fourier, con entendido ante la explotación de los miso a los demás hombres. No pasó gicos, se van apilando en sus obritas céntranse y renacen en el poeta amos y el hambre de su pueblo.
maestro de Cuscatlán, nubazones Supo en su vejez ser fuerte come de allí el aprendizaje social de ante modestas, pequeñas, invalorables: El guerra, de Masferrer; pero fue bas Dinero Maldito, Una Vida en el áureas crepusculares en el vaso de no saben serlo la mayor parte de tante para su experiencia histórica, Cine, Pensamientos y Formas, Nue cristal del llopango. Forja así su u los jóvenes. Esto, mientras los panpara su experiencia de iniciador vas Ideas, El Buitre que se formó topía: el Minimum Vital. Su lla cistas, los satisfechos, los hábiles, de mártir, para su indispensable de Calandria, El Libro de la Vida. La mado al buen sentido de los fuertes, los que miden el cosmos en sueldos mostración de lo que pueden la raMisión de América, Hojas al Vien de los poderosos, de los ricos, ante y pensiones en dólares, empezaron a zón y el amor frente a la guerra ca to. Ebulle este follaje una de las la situación exasperada y deshonro referirse compasivamente al fracaso pitalista. Enfermizo, delicado, pce más fragantes y virtuales obras li sa de los pueblos. Abre los brazos del pobre Masferrer.
ta, careció del puño de hierro, de la terarias de nuestra raza. Hay alli para implorar: Al trabajador, con De entre la antología que habrá bruta habilidad de los trucos y nuestro Maeterlink, nuestro Ruskin, fórmate con lo imprescindible, sin de hacerse de Masferrer, va esto: contradicciones de los hombres de ac y nuestro Angelo Patri. Todo efu lo cual no podrías vivir: y al rico, Tienes que hacer, hombre, una oción; pero menos aún tuvo la do sión cordial ante la niñez perenne consiente en que haya un límite bra trascendental: la más seria, dicilidad de esclavizarse al ambiente, de los pobres, de los tristes, de los para tu ambición; convierte todo en fícil e importante; fecunda en bieres de y su vida se fue estrellando así de desheredados, de las mujeres y oro, las piedras, el árbol, cuanto en o en males, digna de todo encomio tumbo en tumbo, de las cimas coro los niños. Cantaba su canto, soña. cierra el planeta; pero no la mise o de vituperio indecible, según lo nadas de astros de sus proyectos, ba sus sueños; no había para él ria, no el hambre, no la salud, no trabajes con yerro o con acierto. Ba no hallarás para hasta las sucias y siniestras realida amigo olvidado ni pequeño; alguna la sangre de tus hermanos. Su jo el sol des de la geografía y el tiempo que vez el ilustre vate Salomón de la Sel Minimum Vital, no era sino un plear tus fuerzas otra empresa de lo contuvieron. Su ideal inás huma va vino a buscarme a mi insignifi salario mínimo, un seguro social, mayor responsabilidad, ni encontrano, inofensivo, dulce: insuflar calor cancia para entregarme sus saludos. modestísimos, que comprendiera la rás que a nadie se le haya confiado paternal y hogareño en las escuelas, Pero lo mataba por dentro, a a seguridad de trabajo, alimentación. una obra más significativa. Tiene fundir en el trabajo pedagógico la quel corazón, en su dulzura rosa de habitación y descanso dominical. pa que hacer a tu hijo. Cómo lo havirtud educadora de los padres, lo fue fruta tropical, la amargura de su ra el labriego salvadoreño, cuitiva. rás? Esta es la cuestión suprema desgarrando a retazos la enconada tiempo. Un anhelo de servicio so dor de las riquísimas haciendas capara ti, y para los que te rodeamos barbarie de las escuelas ripaldenses. cial. Creia en la posible armonizafetaleras, uno de los labriegos más Tu hijo, precisamente tu hijo, pueUn gran maestro argentino, Julio ción pacifista de intereses entre pu trágicamente explotados, como el de ser para nosotros instrumento de Barcos, que visitó por entonces mas y torcaces. Creia factible una venezolano, como el peruano, por los condenación o de vida. No pasarán al Salvador, lo encontró digno de alianza defensiva perpetua contra el amos del continente. La zorra con treinta años, y ya tendremos en él un redentor, un guia, un hombre ser el protagonista de La Bodega de imperialismo, entre nuestros pueblos cabeza de sierpe, la politiquería voBlasco Ibáñez.
Creia poder crear por la prédica, raz y traidora, oyendo aquella lin útil, inofensivo al menos, o un tirano, un verdugo, un azote, un expoCon la piqueta de oro de su ideal, por el convencimiento, el patri da canción del bardo, se apodero de incansable sobre la cantera de la vi monio familiar de los humildes. Los ella para captar votos eleccionarios. liador, un egoísta. No hay medio: da, va amontonando obra. Trazuma grandes presagios quiméricos que há Un candidato prometió cumplir la será para nosotros un bien o un mal, leche y miel su libro Las Siete siglos arrastró el horizonte histórico, fórmula del Minimum Vital y ganó una carga o un beneficio. de estu Cuerdas de la Lyra. Sus cuentos, las utopías heréticas y filantrópicas las elecciones. Subió sobre los hom tuya será la gloria o la vergüenza.
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