ImperialismOmar DengoPopular Fronts

106 REPERTORIO AMERICANO a que recuerdan desgraciado se cebó en él, que sólo sabía hacer el bien, y no se fijó en tánto pícaro? Puso su ojo de asesino en lo mejor que teníamos.
Su entierro ha sido una de las manifestaciones de duelo más grandes e imponentes que hemos visto. En avión, en el tren, en carro y a pie, acudió gente. Vinieron de los cuatro puntos cardinales de Costa Rica y su ataúd fue al cementerio en hombros de los pobres y de los ricos que se disputaban el dolor de conducir sus restos. Al salir de la iglesia el cadávər, el pueblo se apoderó de él, para llevarlo llorando al sepulcro. Con aquella solicitud adolorida parecían querer decirle: Eras el hombre que le convenía al país para la presidencia de la República y he aquí que te estamos llevando al cementerio. El pueblo encabezaba el desfile: era un hombre suyo el que se enterraba, uno que lo había defendido siempre y con lealtad. El Presidente de la República y los altos dignatarios quedaron relegados a segundo término. Los sindicatos decretaron el paro y muchos establecimientos de comercio se cerraron en señal de duelo.
Sólo los que le tuvieron envidia y aquellos para quienes la honradez activa del Dr. Moreno Cañas era incomodidad, no han sentido su desaparición; más bien les debe de haber sacado un suspiro de alivio que han ocu tado en lo más recóndito de su conciencia; se les quita un estorbo del camino.
Recordamos sus campañas de higiene social en contra de pillerías que habían perjudicado al pueblo y en las que habían tomado parte personajes destacados del país. Una vez que se decidía a cortar por lo sano, procedía como cuan.
do operaba: si había que sacar un tumor o cortar un miembro podrido, lo hacía sin vacilaciones. En los sectores perjudicados por estas campañas, se despertaba gran inquina contra él y lo tenían por hombre despiadado. Ignoraban la lucha interna que significaba su actitud. ΕΙ ejercio de la verdad necesita individuos de mucha fortaleza para desoir al egoísmo que aconseja que es más cómodo guardar silencio, o a la debilidad que aconseja pardonar y olvidar.
Pocas veces la muerte ha hecho más daño a un pueblo como ahora, con este asesinato. No es que nosotros creamos en los predestinados, en los héroes a lo Carlyle. Sabemos que la historia la hacen los hombres mismos y que en sus capítulos más trascendentales toman parte muy importante los grandes hombres. El Dr.
Moreno Cañas fué uno de los grandes hombres de Costa Rica; fué uno de los órganos que la necesidad de la vida costarricense se había venido creando con dificultades desde hace tiempo para su propio mejoramiento; este órgano ha sido aplastado por la brutalidad de un asesino. Es como si un pedregón hubiera caído sobre un vaso precioso. La colaboración de este hombre en el ennoblecimiento de nuestro pueblo va a hacer mucha falta. Sin él la lucha será más fuerte y más dura. No era un ecléctico, es decir, no era de los que echan mano del eclecticismo para estar bien con Dios y con el diablo; era simplemente un hombre honrado que sabía tener la voluntad de la lucha por lo que creía justo. Por eso lo estimaron todos los que tienen dos dedos de anhelo de justicia dentro del pensamiento. Este asesinato parece haberle hecho juego a la reacción, que ahora sin el Dr.
Moreno Cañas, podrá reinar más a su antojo en nuestro pueblo. Era el punto en donde parecían juntarse los caminos que van hacia el mejoramiento de Costa Rica. su sombra se habrían podido poner de acuerdo los elementos de la derecha y los de la izquierda que alentaran empeños por una mayor equidad para nuestro pueblo. El Dr. Moreno Cañas pudo ha ti imperialista decidido y que siempre militó en la ber logrado la realización de lo que len Costa vanguardia de los que guerrearon contra el fiRica habría sido el Frente Popular. Ahora toca libustero moderno, encarnado hoy entre nosotros los que combatieron a su lado, no dejar vol en la United y en las Compañías Eléctricas. Fué verse polvo sus anhelos, como se volverán sus miembro de la Liga Cívica y hace diez años que restos. Sus esfuerzos no parecen haberse perdido tomó parte, junto con Omar Dengo, en la prien el vacío: la manifestación imponente que fué mera campaña de peso que se ha llevado a cabo su entierro, nos lo está diciendo. El pueblo de en Costa Rica contra el trust eléctrico.
Costa Rica había comprendido que en el Dr. Es curioso: su tumba queda a la par de la Moreno Cañas, tenía no sólo un posible defen de Don Juanito Mora, el defensor de Costa Rica sor de la salud de miles de individuos, sino tam contra los filibusteros del 56.
Lién un decidido defensor de sus derechos. Que Fue la suya una vida con unidad: su conducta su ejemplo sea acicate para los pocos políticos como cirujano eminente guardó perfecta armohonrados que aún le quedan al régimen liberal nía con su conducta como político que trataba de en Costa Rica.
cortar por lo sano y con su conducta dentro del. Tampoco debemos olvidar que fué un anhogar, en donde sabía ser cortés hasta con el más humilde sirviente. Sus gestos y sus palabras en la intimidad del hogar eran limpios y dignos como los que usaba en la Cámara y en los actos Un mal ejemplo de Cicerón públicos. No perdia altura entre bastidores. Su existencia fue de una sola pieza: no estaba comDurante su Cuestura, Cicerón dió una triste puesto de retazos como la de la mayor parte de prueba de su debilidad por la clase aristocráti.
nuestros grandes personajes. ca y de su afán por congraciarse con ella. esos ccbertores que hacen las amas de casa inVarios jóvenes pertenecientes a la aristocra dustriosas, en los que el trapo de seda auténticia de Roma prestaban sus servicios en las le ca sabe hermanarse con el de seda artificial.
giones de Sicilia. Llevados de sus impetus juCuando lo oíamos defender al país de la venaveniles, cometieron grave falta contra la dislidad criolla y del ansia de lucro de la United, ciplina militar, y ante la inminencia del casrecordábamos al cirujano que sabía poner recta tigo, prefirieron desertar de las filas y huir. una columna vertebral torcida.
Llegados a Roma, la mano de la justicia cayó sobre ellos, conduciéndoseles como presos ¡Y cuántos detalles de nobleza a lo largo de a Sicilia, para ser alli juzgados por el Pretor.
esta vida! Cuántos hilos delicados se entrecruCicerón, a pesar del cargo público que des. zan en la trama con los hilos fuertes de sus heempeñaba, tomó la defensa jurídica de los cul chos de hombre que sabía enfrentarse a la menpables y logró que los jueces absolvieran a tira, por poderoso que fuera el que la sustenlos jóvenes aristocratas.
taba; a la par del tesón, del estudio minucioso Triunfó el orador: se arrastró el funciona. y del valor que ponía en sus campañas de derio, que en todo momento debió respetar los fensa para el pueblo de Costa Rica, está la miprincipios de la vindicta pública. En cambio, nuciosidad con que curaba al enfermo más poel arribista se congració con poderosas fami. bre o el amor con que ponía buenos los huesos lias, que le facilitarían más tarde el acceso a enfermos del que poseía dinero y del que no nuevos honores y dignidades.
lo poseía. Yo sé de una muchachita campesina de unos tres años de edad, de padres pobres. Alejandro Vicuña, Cicerón. Santiago que en una ocasión sufrió terribles quemaduras de Chile. 1933. producidas por unos alambres de la luz eléctrica y que fué llevada al Hospital. Cuando la curaba con sus dedos de seda, se esforzaba por libros que le pueden interesar: volver los más sutiles para que la criatura no sufriera él, que era tan serio, se ponía a sonreír con su sonrisa de hombre bueno, cada vez José Antonio Encinas: Encique la chiquilla le acariciaba la frente con sus clopedia escolar. manitas curadas. Para entretenerla, fué él misJosé Antonio Encinas: La edumo con una de sus hijitas a una tienda a buscación de nuestros hijos. car una muñeca bonita para su pequeña enferma y para que su niña misma fuera la que lleDiego Carbonell: General vara el regalo. Cuando ella salió del Hospital Leary intimo (Corresiba a verla y cuando pasaba por el camino frenpondencia con su esposa. te a la casa en donde ella vivía, sonaba el claxon Manuel Prada: Libertarias 43 de su automóvil para que saliera a decirle adiós con sus manecitas que él había logrado poner Jalil Gibran: Poemas escogidos C5 buenas. Cuánto dolor habrá tenido la campeGermán Pardo Garcia: Presensinita al saber que le mataron a su Dr. Moreno!
cia. 3 Fue uno de los hombres menos plateros que he conocido. cuántas personas curó, sin Solicitelos al Adr. del Rep. Amer. cobrarles un cinco y cuántos comodidosos dejaCalcule el dólar a ron de pagarle. Si hoy todos los que se quedaron debiéndole, pagaran a su familia, lesta recogería cientos de miles de colones.
Leyendo el Libro de San Michele, del Dr.
Alex Munthe, pensé mucho en el Dr. Moreno Cañas. Hay tantas cosas parecidas en la vida del protagonista del libro y en la del Dr. MoreQuincenario antológico de Letras, no! Sobre todo el amor para los animales y el Artes, Ciencias y Misceláneas.
imán que ejercían ambos, tanto en los seres humanos como en aquéllos. Qué tristes estaDirector: FROYLAN TURCIOS rán con su ausencia sus pájaros y sus perrros!
Pienso que sus perros vagarán por la casa busAp. 1622, San José, Costa Rica, América Central cando al amo. que tanto los cuidaba y pondrán su hocico tibio en el asiento de la silla vacía.
ariel Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica