Enrique Espinoza

Repertorio Americano SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXXVI San José, Costa Rica 1939 Sábado 28 de Enero Núm. Año XX No. 864 De Proaño se fralo.
SUMARIO Juan Montalvo, José Marti.
Masferrer, el idealista indoibero Aquileo Echeverría y El Hay una feoria.
Pichincha.
Página lirica.
Rodrigo Facio Brenes Erase una vez.
Federico Proario Tres cuentos de mi tierra olaqueñe.
Enrique Espinoza Cuento del zorrillo Peralia La cantora mágica Humberto Tejera Isaías Araujo Alfredo Cardona Peña ¿Deben hacer los poelos poesio politica?
Proaño en Costa Rica Dos articulos.
Omisión lamentable.
Masferrer humorista (1)
Francisco Luarca De Proaño se trata Es uno de la sant legión en marcha BARRY Federico Proaño El Times no podía ocultarse a la mirada escrutadora de ese ilustre colombiano (se refiere Montalvo a Adriano Páez. los encarecimientos que hace de ese periodiquito, merecidos son por él; mas supone que es obra mía, a causa de su buena frase, y yo, por lealtad, debo sacar a la luz del mundo al joven modesto que, mereciendo tanto, ha ocultado con tanto empeño su nombre hasta ahora poco. Páez estará curicso de saber quién es esotro castellano que así rasguea tan garbosamente la lengua de Cervantes en pais de donde la tiranía, el desenfreno, la barbarie están ahogando la ilustración, y aun la inteligencia? Llámase Federico Proaño ese escritor de papeles chiquitos; chiquitos, pero buenos. Unos son las perlas gruesas; el aljófar sirve para hilos que rodean gargantas de Hermiones. El café grueso no es el mejor; el de la Moka es menudillo, redondo, y no hay quien no se deje embriagar por esos humos aromáticos. E!
mérito del Times, todo le pertenece a Federico Proaño; yo no tengo ninguna parte en esa graciosa miniatura. Si mis obras, si mi ejemplo han influido algo en él, ya para lo escritor, ya para lo patriota, bien puede ser, y ese si sería mérito mio Federico Proaño y Miguel Valverde, casi niños, tuvieron la gloria de ser desterrados, por escritores y hombres libres: La Nueva Era le causaba singular desazón a García Moreno, quien los hizo callar, aventándolos a las selvas del Oriente, según la costumbre de ese virtuoso republicano, como le llamaban sus sicarios. Que padecieron mucho los noveles periodistas mundo enmarañado y terrible del Amazonas, no hay para qué se diga: la honra quedó salva.
Brindoles el tirano con la libertad como descubriesen el autor de una carta que le había escocido por extremo: los jóvenes optaron por el destierro, iy qué destierro! En esos dos muchachos hay tela para dos egregios ciudadanos: donde lealtad y firmeza van unidas, ya podemos estar ciertos de que el talento hará sus grandes cosas. Proaño y Valverde, nuevamente desterrados por ese Monipodio que llaman Ignacio Veintemilla, son dos esperanzas para las letras y para la República. Proaño, más feliz, está padeciendo en el destierro; Valverde, más desgraciado, ha vuelto a su casa y, en libertad, está disfrutando de la ignominia de la servidumbre y la ignominia de su patria. Pero tiene, sin duda, el cocazón devorado por esas santas fieras que con elocuentes rugidos le llaman a uno a la libertad y a la honra. De Juan Montalvo, en la cuart de sus Catilinarias. Paris, 1925. Federico Proaño, periodista ese Anoche dejó de existir nuestro descalzo sobre breñas y torrentes por queridísimo amigo Federico Proa el destierro hasta el Perú, halle mal ño; tengo el alma desgarrada. us do que la tiranía trama en el Perú ted sabe que lo queríamos tánto!
o El Salvador, y diga su censura, Asi anunció José Joaquín Palma, el con ira y con fuego, en la tierra expoeta cubano que sólo ama a los jus tranjera; pero en América, a initos, la muerte del incisivo periodista rarlo bien, el único extranjero im ecuatoriano a Joaquín Méndez, lu perante aún por la fuerza de su or chador de los buenos por la Améri denación y terquedad de agonía ca criolla y definitiva. así era de la teocracia que lo fomenta es Proaño, que salvó el fresco ingenio el espíritu de amo, ridiculo y abc de la fatiga y vergüenza del perio rrecible y deshonroso espiritu, que dismo de oficio en las repúblicas aun nos queda de los tiempos vierudimentarias. Es América la taza jos. El descendiente de un presienorme, hervidero nuevo de las fuer diario de Palos, de un matón de zas del mundo, que llevan a las es Flandes, de un mercenario de Ná.
paldas unos cuantos héroes y unos poles, de un machetero de Aviñón, cuantos apóstoles, comidos, como de se cree, por rara heráldica y marajauría, de todos los egoistas cuyo revilla del blanco pigmento, superior poso turba la marcha de la al inca y al chibcha, al criollo quesanta legión; la pelea eterna del mado por su sol nativo, al hijo del vientre contra el ala. veces el cen pueblo robado y asesinado, a su prosor tacha, como pudo tacharse a pio hijo. Las autoridades se buscan y Proaño, que el natural de Guayaquil, se ayudan; los del alma de amo se a quien echó un déspota a andar juntan; la iglesia, que bebe málaga y Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica