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186 REPERTORIO AMERICANO Tampoco la tientan los radicalismos de las izquierdas liberales, que le huelen a siglo diez y nueve y a revolución francesa. En tanto habla, evoco a Aníbal Ponce. Está muy distante, Nos lo distanció irremediablemente la muerte.
Hubiera sido bella la escaramuza de enfrentar al argentino con su dialéctica materialista que subyuga y arrastra, a la enorme chilena espiritualista, que condena el individualismo sinceramente, aunque llega sólo a Peguy en sus especulaciones socialistas. Hubiera sido bella y provechosa, la batalla de los dos escritores, que me tiran por igual de la apetencia estética. De todas maneras, nos sentimos complacidasy entre nosotras, la izquierda predomina de que Gabriela Mistral asegure que se hubiera sen.
tido bien en una sociedad medioeval de los inicios, enclavada en un gremio cristiano. Gremio distinto, Mirta Aguirre, más en la costumbre familiar que en el fárrago de vuestros sin dicatos. Yo soy criatura muy gremial y esta vez también camino lado a lado con los escritores europeos y americanos. Tres puntos separan a Gabriela Mistral de los marxistas! En cuanto al fascio, no hallo siquiera neutralidad en sus reacciones. Si se implantara el fascismo en el mundo entero iqué sabrosamente deglute sus frases el conmovido auditorio femenino. yo andaría todo el orbe siete veces, en pos de una roca pelada, donde no me alcanzara el sistema. El fascismo no es vivible para un escritor, pero no lo es, además, para un cristiano. El Papa ha dicho sobre esto cosas esenciales.
Puedes, pues, reportera, titular sensacionalmente la información de Bohemia: Gabriela Mistral no es fascista. Qué te pasa que no te decides? Ah! Más allá de la política, la tarde lluviosa de hoy marca una trayectoria regresiva. Vuelves a ser muchacha. Lamentas que la gracia poética no acudiera a la cita, cuando pareció precisarse tu vocación en aqueYo sé que lla tu adolescencia, voraz de lecturas. Tendrías ahora, como Fina Garcia Marruz esa niñita que llegó al finalizar la tarde y arrimó también su sillita. la primicia de unos versos, publicados o inéditos, para engalanar tus timideces. Ella se te hubiera acercado, maternal y sugestiva, captando en la afín inflexión poética, el cariño que hiciera retoñar con nuevos bríos, su palabra. la palabra de Gabriela Mistral, en el grupo de mujeres presentes, Envío a Gabriela Mistral irta Aguirre comunista militante. te ha de llevar su trabajo muy pronto.
Yo adivino que esa niñita, Fina García Marrúz, a quien dedicaras, como a una colega, tu libro Tala, soñó contigo aquella noche. yo me atreveré a leerte este reportaje mío, antes de que lo propague la imprenta, feliz, si logré interpretar, suprimiendo el sensacionalismo y la clarinada, tu opinión sobre el fascio, y agradecida, si me señalas alguna inexactitud o falta.
Una tarde con Gabriela Mistral, sencillamente. Si me asusta que revises las humildes cuartillas, sacaré fuerza de una oración que aprendí de niña, para pasar quince minutos en compañía de Jesús Sacramentado. Su frase inicial, no es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho, basta que me ames con fervor es el pasaporte que utilizo para llegar al dintel de tu gracia. Así habla Cristo cuando lo interpreta su vestal franciscana, cuya batería no es ficticia. Cristo de Gabriela Mistral, idoloroso y transido, pero acogedor y esperanzado! Símbolo de triunfo, cuando se trata de hacer prosélitos para una justa causa!
Una tarde con Gabriela Mistral, es página de block, donde anoto mis reacciones más íntimas. Va al periódico, es cierto. Pero, antes será revisado por la autora de Tala cuya estatuia intelectual no reniega porque la ampara de esa humildad del indio, que se pierde en la noche de sus antepasados, en pugna continua con el abuelo vasco.
Noticia de libros (Viene de la pág. 184)
las otras, de las doradas del monte Himeto.
Porque de Francia y porque de Grecia hay aromas en las páginas de este libro.
Toda la novela es una sucesión de paisa jes del alma de un hombre; tiene el lector la impresión de vivir siempre adentro; el mundo es su mundo; es como una dramatización de estados de conciencia. No hay desenvolvimiento de caracteres, y la tragedia es, como todas las tragedias, una cosa recóndita del alma donde se pronuncian las palabras infalibles del destino.
En tal sentido esta novel es muy de nuestros días y cuando se ha terminado su lectura se está seguro de que no se escribió pensando en la popularidad, sino en el arte visto a través de entendimientos cultos.
una BRENES MESÉN BERTA AROCENA Lector, hágase de un ejpr. de La Tragedia de Nilse. 4. 00, con el Adr. del Rep. Amer.
Calcule el dólar a con ello gana el encanto del análisis sin que se pieddan ni la exactitud ni el acierto.
Se siente en esta prosa el gusto por lo finido del concepto, por la línea ondeante y voluptuosa de las cláusulas. Hay aquí la misma redonda perfección que en Rodó, pero con una mayor animación. Lo que en Rodó es sucesión de estanques aquí es movilidad graciosa de ondas que bullen y se deslizan sin ipremura hacia su fin. El autor ama la música de la palabra, esferada en las curvas sinuosas de su prosa. lo largo de la narración florecen los temas artísticos: así, por ejemplo, el tema de la hechicería de los jardines cuando el narrador va describiendo el suyo, el del árbol en función con el hombre; el del reposo y el movimiento en función del espacio y el tiempo; el del pequeño monumento coronado por una urna cineraria entre dos altas palmas de folla je vivo; el del romántico recuerdo de las ciudades de Italia donde retardeció el Renacimiento; el de los contrastes entre los lugares solitarios y las ciudades populosas donde aperece como una graciosa filosofía de la urbanidad; el tema de la inolvidable peregrinación por una bella Atenas que se lleva en el pensamiento; el de la fuerza que fue Roma; el de la arquitectura; el de la pintura; el de la escultura, todo lo cual forma un fino tratado de estética que abarca una cuarta parte de la extensión de la novela; y no fatiga la atención así por el hechizo de la prosa como por el pensamiento que le da alma y movimiento. aquí y allá bajan de lo alto ideas que se enlazan a nuestra memoria con tenacidad de yedra o de mujer enamorada, como: Nuestra raza infortunada no olvida aunque calle. Es la única raza que puede amar con rencor. es que la vida al actual se hace belleza vida y belleza son una misma cosa. Un bloque errático de un planeta infragmentado que perdió su órbita y va al azar de los espacios sin rumbo, sin luz ni conexión de gravedad con la masa matriz: imagínese usted ese aerolito consciente de su soledad en su incesante fuga a través del vacío de los espacios penumbrosos, y tendrá la comparación de lo que es un alma que medita en el vacío de una vida sin hogar ninguna mujer cede su cuerpo sino a cambio de nuestro espíritu.
Hay, pues, epigramas a la manera de Wilde; se diría, a veces, que lo alado de este estilo viene de abejas de Fontainebleau, o de AHORRAR es condición sine qua non de una vida disciplinada DISCIPLINA es la más firme base del buen érito LA SECCION DE AHORROS DEL Viajemos en primera Les faucons rouges, como llaman en París a los jovencitos de la extrema izquierda, son entre nosotros simplemente unos muchachos malcriados. Tienen la mística de la mugre, y el odio a todo lo que sobresale. El líder socialista Bebel a quien se le criticaba que viajara en primera, contestaba: Lo que yo quiero es que todo el mundo viaje en primera. bañarse. vestirse bien. ser culto y decente. Los comunistas de aquí consideran que se le sirve al proletariado obligándole a vivir siempre de ruana y de alpargatas. Descendiendo hasta el.
y no haciéndolo subir. En un desastroso empeño por bajar y no en un vigoroso empeño por subir, como lo dijo anoche el presidente ide la república. Son los descendientes directos de aquellos que hace ochenta años odiaban en Bogotá, a los patiaforrados. El calzado representaba entonces la máxima separación entre las clases sociales. Los de ahora odian al frac. Creen que es muy gracioso presentarse al Colón de ruana. Es de Calibán, en El Tiempo, Bogotá, 20 II 39. Banco Anglo Costarricense (el más antiguo del país)
está a la orden para que Ud.
realice ese sano propósito: AHORRAR Con la CENTRAL DE PUBLICACIONES Avenida Juárez, Apartado 2430. México México. Tels. Eric. 59 75 y 20 838 Méx. 94 30, consigue Ud. este semanario. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica