Capitalism

REPERTORIO AMERICANO 271 y cuartelaria de Maria Cristina e Isabel II, que llenó nuestro infausto siglo xix. se pretende que una creación como la República, nacida paca vencer al Tiempo, sea vencida por unos bárbaros que queman libros y dan mueras al Espíritu Santo! Pero, también los bárbaros se equivocan.
Lo que el Espiritú mande hacer, eso han de hacer, un día u otro, todos los hombres, incluso los bárbaros. Esta es la ejecutoria de su acistocracia. Como él conoce su superioridad sobre los demás valores, puede permitirse el lujo de darles en handicap una ventaja, pues está seguro de que, al final de la carrera, los llevará a todos a su espalda. Todo lo que no sea Espiritu, pertenece al mundo de las cosas que se dan de añadidura. Una nación no es grande por la tencia de sus armas. De qué le sirven al enano coronado, un millón de soldados. Qué es lo que va a guardar con su fabuloso armamento. Los cementerios. Las ruinas. Los piojos de la España imperial una y trina, escuálida y aniquilada? Repito que, una nación sólo es grande por el número de hombres que piensan o escriben en ella. en especial, por la calidad de lo pensado o de lo escrito, porque éstas son cosas eternas que vencen al espacio y al tiempo. De todo el pasado que ha quedado a nuestra espalda, tán, hace unos trece mil años: o de las Pirá¿qué es lo único que se perdió, lo único que mides, hace cuarenta siglos; o el de Laotsé, hace se trata de salvar a toda costa? El pensamiento veintiséis siglos, es lo que nos interesa. Todo lide los hombres, simbolizado en el libro y en el bro es una biblia, una revelación, una chispa de arte. Estos vencen al Tiempo. Al Tiempo, que lo Verdadero; como toda creación artística es es el que, al fin, vence al Hombre. El libro y el un perfume de lo Bello. entre ambos, forman arte son la única herencia que no se pierde. lo Bueno. entre los tres, la trinidad de mitos acumulada y capitalizada de siglo en siglo, acrece supremos que perseguirá eternamente el alma la cultura común, que es el patrimonio inaliena del hombre. Ni hombres ni pueblos valen, si sus ble del género humano. Todo lo que no sea esto, valores respectivos no encuentran su ersatz o su se ha perdido. si, ningún hombre de un siglo equivalente en valores universales. El tiempo lo ha pensado jamás copiar una institución política mata todo, absorbiéndolo. Cronos, que mató o religiosa de otro siglo, pero los hombres de to al hombre prehistórico, y al hombre histórico andos los tiempos se han esforzado en desenterrar tiguo, medio modemo, matará también al actual.
y guardar con celo religioso, el pensamiento de Bajo los golpes de Cronos, éste desaparecerá con todos los siglos. En las cavernas del hombre pri su capitalismo, con su egoísmo, con su crueldad, mitivo, no hay pintura que no sea reproducida con su brutalidad, con su hipocresía y con sus para que hable a las generaciones futuras. No privilegios. Toda forma que muere, por inadehay jeroglífico, palimpsesto, inscripción, tablilla, cuada, por no ser la expresión real de su ecuao retazo de literatura aljamiada o mudéjar, que ción con el tiempo, tendrá su ersatz en otra forno compren las naciones (a no importa qué pre ma más perfecta. La inteligencia no tendrá jacio) para que les diga a los siglos venideros, co más su orsatz en la fuerza. ningún enano pono pensaba el hombre de hace sesenta siglos. sible, será el ersatz del espíritu gigante que, en Saber lo que pensaba el semihombre de las cue el crisol del tiempo, hace hervir hombres diovas de Altamira, hace unos trescientos mil años; ses, en transformaciones inexorables.
o el contemporaneo de Yati Richi, en el IndosVÍCTOR LORZ poBolívar rechazó la. Viene de la página 267)
lo exaltó y lo alabó en cien ocasiones. Sólo que una cosa son las nuevas colinas de la Hélade, y otra cosa los cráteres tremendos de los volcanes de América. Extinguidos, esos volcanes, solidificada la lava candente. por qué no erigir sobre ese cimiento el viejo templo, el de Fidias y el de Temistocles?
Medítese ahora en otras palabras muy nítidas escritas por el Libertador a su consejo de gobierno en Angostura: aunque el momento no ha llegado en que nuestra afligida patria goce de la tranquilidad que requiere para deliberar con inteligencia y acierto, podemos sin embargo, anticipar todos los pasos que aceleren la marcha de la restauración de nuestras instituciones republicanas. Por ardua que parezca esta empresa, no deben detenernos los obstáculos; otros infinitamente mayores hemos superado; y nada hace imposible para hombres que lo han sacrificado todo por conseguir la libertad. En tanto que nuestros guerreros combaten, que nuestros ciudadanos pacíficos ejerzan las augustas funciones de la soberanía. Todos debemos ocuparnos de la salud de la república, como debemos desear que todos a la vez la consigamos. No basta que nuestros ejércitos sean victoriosos; no basta que nuestros enemigos desaparezcan de nuestro territorio, ni que el mundo entero reconozca nuestra independencia; necesitamos aun más: ser libres bajo los auspicios liberales emanados de la fuente más sagrada que es la voluntad del pueblo.
Estas palabras son concluyentes; dentro de su elegante brevedad condenan para siempre la tesis de que el Libertador se hubiera adherido doctrinal o sentimentalmente a los regímenes aristocráticos, dictatoriales y menos aun despóticos. Nos basta obtener la independencia. Reflexiónese en lo que esta frase representa en labios de Bolívar, que a la independencia había dado y siguió dando todas las palpitaciones de la sangre arrebatada que bullía en sus arterias. No basta la independencia; necesitamos aun más: ser libres bajo los auspicios liberales emanados de la fuente más sagrada que es la voluntad del pueblo; acelerar la marcha de la restauración de nuestras instituciones republicanas.
Este corto pasa je contiene en germen toda una teoría política. Cuál es esa teoría? Que la libertad es el punto de llegada, hacia el cual es preciso marchar sin vacilaciones; que mientras tanto hay que recurrir a expendientes transitorios, a recursos aptos para garantizar el resultado final, sin peligrosa precipitud que comprometa el objetivo; sin desaliento ni temor, a pesar de la inmensa magnitud de la empresa. No basta obtener la independencia. afirma Bolívar; se necesita más: alcanzar la libertad! Pero desde luego el orden de los ideales y su prelación en el tiempo quedan definidos. Primero la independencia, después la libertad. Aspirar a algo más que la independencia es, desde luego aspirar a la independencia en primer término.
No obstante la concisión del párrafo, el sentido es diáfano; libertad sin independencia, no; libertad antes que independencia, tampoco, porque las circunstancias inexorables hacen imposible, hacen quimérica, la relación de valores presentada en esa forma.
Citemos ahora, para concluir, unos pocos textos más, escogidos al azar, entre decenas, que por estar separados por espacios conside rables de tiempo, indican la continuidad de un pensamiento que rechaza el autoritarismo bajo todas sus formas, como régimen permanente y como sistema deseable de gobierno. El ejecutivo dice el de agosto de 1828 guiado por esa tribuna engañosa y por la reunión desconcertada de aquellos legisladores, ha marchado en busca de una perfección prematura, y nos ha abogado en un piélago de leyes y de instituciones buenas pero superfluas, por ahora.
Aquí aparece una vez más el convencimiento de la bondad intrínseca del principio democrático puro, y a la vez el de la necesidad de aplazar su aplicación integral.
1826. Tan sólo el pueblo conoce su bien y es dueño de su suerte, pero no un poderoso, ni un partido, ni una fracción; nadie sino la mayoría es soberana. Es un tirano el que se pone en lugar del pueblo, y su potestad usurpación.
1827. Hasta ahora he sido dócil a los ruegos; pero no lo seré más, porque me es insoportable sufrir el oprobio de oirme llamar tirano y usurpador. Yo sé padecer todo, menos esto. El horror que profeso a la opresión no me permite ser víctima de este sacrificio.
Esta es mi pasión dominante, no la puedo doblegar, y mi mayor flaqueza es el amor a la libertad; este amor que me arrastra hasta olvidar la gloria misma. Quiero pasar por todo, prefiero sucumbir en mis esperanzas, a pasar por tirano y aun a parecer sospechoso. Mi impetuosa pasión, mi aspiración mayor es la de llevar el nombre de amante de la libertad. El papel de Bruto es mi delirio; y el de Sila, aunque salvador de la constitución romana, me parece execrable.
1828. Me han cometido un poder ilimitado, pero en recompensa yo no lo ejerceré sino restringido por una constitución provisoria que durará cuanto quiera el pueblo.
1829. El artículo de que usted me habla, el más favorable que se ha podido escribir en mi honor, únicamente dice: que mi usurpación es dichosa y cívica. Yo usurpador. Una usurpación cometida por mí! Mi amigo, esto es horrible; yo no puedo soportar esta idea; y el horror que me causa es tal, que prefiero la ruina de Colombia a oírme llamar con este epíteto.
CARLOS LOZANO LOZANO (Hágase de un ejemplar del Discurso de Bolívar en el Congreso de Angostura. Precio: 00. Con el Adr.
del Rep. Amer. Ud. consigue este semanario en Caracas con doña Cela Lang de Maduro Señas: Norte 8, No. 100 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica