REPERTORIO AMERICANO 313 Maritza Alonso Categoría artística de la emoción BRIXENCE Maritza Alonso ofrece vino de fino cada sencillez de la anécdota, Maritza essabor, que sube de calidad a medida que cenifica gestos y actitudes lo que de transcurre el tiempo, al paladar artistico panorámico tiene este bello romance del de los buenos catadores de emociones.
Maestro, y recoge en su garganta extreHace pocos años, cuando recitó por primecida voz tierna, voz maternal, Voz mera vez ante el público inteligente de consagrada, voz inocente. su contenido La Habana, mostró esa peculiar fisonodelicado. mi juicio, la escenificación mía de las frutas en agraz cuyo sumo inteligente de «Los patitos de Rosa de buena ley anuncia la perdurabilidad (variada por la artista, con deliberado de sus valores definitivos. Consolaba obtacto, según interprete este poema ante servar que no le sobraba nada a esta auditorio de mayores o exclusivo de nimuchacha a quien le faltaba mucho. Maños) no sólo no le resta, sino que más ritza Alonso, autodidacta por fuerza de bien le añade con tino y con buen gusto las circunstancias, liberándose a tiempo rango y categoría artística a su emociode su paso fugaz por pretensos studios nada interpretación. Es el caso, por no de declamación, olvidando los defectos citar más que dos de sus creaciones que le habían sido enseñados, asimilando personalísimas, del «Martirio de San Sey re adaptando felices conocimientos, pebastián. de Eugenio Florit y de la ro, sobre todo, tratando, en un esfuerzo «Angustia IV. de Nicolás Gulilén.
titánico y perseverante, de realizarse a sí misma, marca una curva de superación en el ambiente de nuestras artes vernaA Maritza Alonso hay que señalarle culas. En ascensión lenta y segura, ha me e einslein como fundamento básico de su calidad ido ganando en sobriedad lo que ha el buen gusto estético y la elegancia esperdido en timidez, ha ido madurando piritual. Buena prueba de ello nos la ofrey puliendo gestos y actitudes, ha ido ce en su interpretación de los poemas escogiendo sus programas hasta converMaritza Alonso anteriormente mencionados, su «Martirio tirlos en programas de selección. De (1939)
de San Sebastián se juzga unánimemenselección, repito, pese a la permanencia te insuperable. en el «Farewell de en ellos de algunos poemas que se repio tiempo más alta, más grave, y al Pablo Neruda, en la «Despedida de Paul sienten de cierta cargazón de sensibilidad.
propio tiempo más ligera. Algún esteta Geraldy, en «Mañana de Primavera, de exigente la querría menos preocupada de Juan Ramón Jiménez y en el «Lullaby la elegancia espectacular de sus túnicas, Mayor. de Clara Lair. Sobria de gestos Se ha dicho muchas veces que la re y hasta tal vez sugeriría la supresión del pero ajustada y expresiva, en cada una citación, para que devenga espectáculo cambio de las mismas en cada parte del de estas composiciones Maritza hace deartístico de sólida validez ética y estética, programa. Algún crítico acucioso y mi rroche de comprensión y de buen gusto; ha de culminar en una síntesis formidanucioso le pediría mayor ductilidad en cuando voces desesperadas llaman a Feble de valores diversos, ha de ser, en sus facultades interpretativas, obligándola derico en la voz de nuestro Guillén; cuansuma, un punto de coincidencia de mula mostrarse polifacética, a ella, a Maritza, do por el «Farewell» de Neruda y por titud de factores que convierta al artista criatura de veta triste que gusta de sula «Mañana de Primavera de Juan Raque recita en portador de un mensaje perar en sus interpretaciones de poesía inón desfilan todas las modalidades de emocionado de poesía entregado por el la categoría artística de la emoción. No la ternura y de la dulce angustia; cuando poeta y percibido por el espectador. En faltarían, además, ni el poeta de factura en el «Lullaby Mayor una mujer enatal sentido, se exige la triple autenticidad moderna que le reprochase su gusto morada quisiera que no despertara nunca del contenido del mensaje, de la facultad clasicista, ni el poeta académico, lírico y su niño grande dormido rendido; cuando, interpretativa del artista y de la capacidad romántico, que no le quisiese bien a Ma.
en fin, el auditorio conmovido recibe el sensible dei público receptor. El audito ritza, a Federico o a Neruda. quedaría, desgarrador mensaje del «Poema del hijo. rio da, en definitiva, la tónica del especaún, el espectador de escasa sensibilidad de Gabriela Mistral, no hay un solo gestáculo. Permanece en silencio recogido, emocional a quien la filigrana de «Los to, una sola actitud, un solo matiz de siente un temblor de emoción en el eszapatitos de Rosa. una de las más be voz que no se ajuste a los cánones más píritu y reacciona, total y espontáneo, en llas y ajustadas creaciones de Maritza exigentes del arte de la recitación.
la manifestación tangible del aplauso, o Alonso. le dejase perfectamente en se agita inconforme e inquieto, incapaz blanco el espíritu ausente de semejante de tolerar en la tensión augusta de sus paisaje de maravilla. Porque paisaje de Hablemos de los matices de su voz.
nervios una demostración de mediocridad, maravilla y no otra cosa, es, en su deli El arte de Maritza consagra la categoría de artificiosidad o de cursilería.
cadeza, en su suavidad, en su ternura espiritual de la emoción en la medida en fiero, desde luego, a ese auditorio de descriptiva y en su sentido profunda que utiliza sus gamas y recursos. Hay calidad, muy extenso, muy inteligente, mente humano, este poema que algunos que decir, aplaudiéndole el esfuerzo te muy alerta y muy experimentado, que devotos literarios de Martí califican de sonero, el estudio cuidadoso y la volunacude habitualmente, entre otros, a los cursi» y «sensiblero.
tad fuerte con que se ha dedicado a enrecitales de Maritza. En ocasión próxiLa creación polifónica de Maritza Alon riquecerla y a dominarla, cuánto ha ma hablaré, porque hay mucho que ha so en «Los zapatitos de Rosa. aun ganado en sonoridad, flexibilidad, riqueza blar acerca de ellos de los recitadores cuando se aparta de las modalidades es de matices y hondura la voz de esta eminentemente populares y de las formas pecíficas, sobrias y concentradas de la de emoción características del público recitación como arte de comunión que muchacha joven en cuya personalidad definitiva se funden la alada ligereza de ante el cual se presentan.
se realiza entre el poeta que sueña y el una niña perenne que tiene fe en la auditorio capaz de saborear su sueño a vida y la serena gravedad de una mujer través de la voz del intérprete de poesía madura a quien le ha sido dado recibir En la mañana del domingo 30 de. le ofrece, sin embargo, una magnífica el don de las terribles plenitudes cardiabril actuó desde el escenario del teatro oportunidad para perfilar en el espíritu nales: la del amor, la del dolor, la de la «Campoamor una Maritza Alonso de las finas jerarquías de la emoción. Agil, soledad, la de la felicidad, la de la insubidos quilates. Más ágil y al propio sutil, muy penetrante, muy comprensiva, quietud, la de la angustia. Maritza le ha tiempo más sobria, más honda y al pro muy identificada con la difícil y compli ganado la batalla al que parecía, en los Me re Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica