190 REPERTORIO AMERICANO Dos poetas nuevos de Colombia De El Libro de los Poetas. Selección y Notas de Darío Achury Valenzuela.
Ediciones Antena. Bogotá. 1937. Envio del Dr. Plinio Mendoza Neiro.
Arturo Camacho Ramírez Jorge Artel El mundo poético de Arturo Camacho Ramírez está definido en Jorge Artel con su gaita, su bongo y sus maracas tiene puesto toda la rosa de los límites por los telones murales del Yo. Mundo de honor en este convite de 12 poetas, al lado de su musa de ébano. PoeYhdividual que no trasciende, que se queda temblando dentro de su ta desde la cabeza ensortijada hasta el calcañar forrado en piel de caramepropia intimidad. No importa que la esencia quede reprimida dentro lo, Artel ha transfundido en las tubuladoras del verso la vida mulata de del alma de la redoma, si por los poros se filtra el aroma que sube sus ancestros, los cumbiamberos. Cimbra una música de tambores model mundo intimo. El poeta libra su batalla, corazón adentro, pero renos, de berlingas, de cofas, de veleros, de guitarras Oscuras a través de la lucha llegan hasta nosotros gritos que el dolor y el júbilo arrande los poemas de color del poeta cartagenero que han sido creados para can a la garganta de su canto.
que los cantara el ebanita desde un mástil. Tienen el rubio sabor del Arturo Camacho Ramírez es poeta ciento por ciento. No razona, rón costeño y del aguardiente de caña. Parece que un viento marino carece de lógica, no piensa dentro del verso. Para qué? Tan distante sacudiera de la palmera del canto senos, caderas, grupas y hombros está de la poesía algebraica de Valery como de la poesía pura de Maredondos que quedan vibrando en un aire de bietún y brea, con un llarmé. Está más cerca a Lamartine y a Hugo, aunque con balbuceo paisaje de acordeones en la distancia.
distinto y una expresión menos fabulosa. Es ide la estirpe de Barba Artel le ha abierto las esclusas al alma para dejar que el canto Jacob, abuelo cordial y risueño de nuestro poesía suramericana. Su hondo se riegue en libertad. Su musa negra no ha sido regada por la motivo es él Caracolí sin Flor. o la niña sin sombra, o el viento fecundidad oprobiosa del blanco. No hay mancha mestiza en toda su Capitán, o el incumplido deseo de iniciar un olvido. El tema mínimo negrura solemne. Se ha salvado de la influencia poética de las escuelas se aclara ay cobra inesperado valor al ascender por la arteria de sus europeas. Artel es vanguardista, sin necesidad de estar matriculado en cánticos. Sabe quebrar la palabra para que, al recomponerla, se tiña los ismos ni en algún nooturno curso de psicoanálisis literario. Su poede un nuevo sentido poético. Sabe dislocar un verso, abriéndole cesuras sía le ha impuesto un ritmo, una rima, una prosodia y un metro inmusicales, para hacer una frase melódica. En sus poemas se conjuntan confundibles. Musicalmente toda su poesía es bullerengue y tamborito las dos músicas: la interior y la formal, la que es esencial al poema y y sentimentalmente el recuerdo de la raza oscura trasfundida en sus la auditiva. No malabariza como León de Greiff con palabras buscadas riñones cabríos, a través del látigo, del cerrojo, del canto y de la danza.
fatigosamente en la esquiva cantera de olvidados cantares. No juglariza Nació Jorge Artel el 27 de abril de 909, en Cartagena. Ha No canta. Habla. recordemos a Juan Ramón Jiménez: escribo fundado y dirigido varios semanarios y revistas de vida efímera. Su como mi madre hablaba.
mayor actividad ha sido el periodismo. Es estudiante de Derecho y Anotamos influencias en la poesía de Camacho Ramírez: García Ciencias Sociales. Pronto publicará un libro de poemas porteños bajo Lorca, algo del Guillén de Cánticos y mucho de Alberti, con sus ánel título de Tambores de la Noche. Juicios críticos sobre su poética los geles helados y sus vasares mágicos, estridulados de luz y sombra. La de: Victor Aragón, Juan Roca Lemus, Carlos Vesga Duarte y Arturo influencia, sin embargo, ha sido canalizada dentro de una sensibilidad Regueros Peralta.
fina, buida, y prodigiosa. Modificada, se embellece y fluye como agua LA CUMBIA natural por el arcaduz del verso.
Nació Arturo Camacho Ramírez en Ibagué (Tolima) en el año Hay un llanto de gaitas diluido en la noche.
de gracia de 1910. Publicó en 1935 un libro de poemas: Espejo de la noche, metida en rón costeño, Naufragios. No ha intervenido en la política, fiel a su misión de bate sus alas frías poeta.
sobre la playa en penumbra, NIÑA DEL PUERTO EL MAR que estremece el rumor de los vientos porteños.
Eres la capitana de tus propios cabellos, Amalgama de sombras y de luces de esperma, niña del puerto, suave gaviota desvelaaa, la cumbia frenética. curua dulce de barco, piel de tinte lejano la diabólica cumbia, que vas rigiendo el viento sobre la pista de agua.
pone a cabalgat su ritmo oscuro sobre las caderas ágiles Un tango que se escurre sobre la onda en viaje, de las sensuales hembras.
niña del puerto, cantas con voz ensangrentada.
Toda tú estás bañada de amor y de silencio la tierra, como las amapolas, los dioses y las lágrimas.
como una axila cálida de negra, su agrio vaho levanta, denso de temblor, Te acodas en el puente de este barco extranjero bajo los pies furiosos para escuchar, sonriendo, mi voz mediterránea; mientras tú dices sílabas que son como la espuma, que amasan golpes de tambor.
a distancia y olvido te suenan mis palabras.
El humano anillo apretado es un carrusel de carne y hueso, Niña del mar, imagen perfecta de la ola confuso de gritos ebrios cristalizada en airc, silueta de oro y brisa; y sudor de marineros, el mástil de tu cuerpo sostiene mi destierro, de mujeres que saben a la tibia brea del puerto, la playa es más humana cuando tú la transitas.
al yodo fresco del mar Estos vientos sin patria que vienen de levante y al hálito de los astilleros.
marcan de sal y iodo tu carne agrimorena.
Se mueve como una sierpe Mapa de mis deseos que enredas en mis brazos sonora de cascabeles, tus caminos a todas las distancias eternas.
al compás de los chasquidos Estar contigo es irse más allá de la muerte.
que las maracas alegres Tu boca es en el beso naufragio y salvavidas.
salpican sobre las horas ¿A qué abismo me lanzas como un pez azorado desmelenadas de ruidos.
y me recoges luego con tu red infinita?
Es un dragón enroscado brotado de cien cabezas, Cuadrante que divides la aurora y el crepúsculo, aguja que señala nortes definitivos: que muerde su propia cola con sus fauces gigantescas.
dime ahora de qué estrella se nutre tu mirada para saber qué sitio del horizonte es mío.
Cumbia. danza negra, danza de mi tierra! Toda una raza grita ¿No sientes en tu sangre mi amor que se ha varado, clavando en tus entrañas el ancla de mi grito?
en esos gestos eléctricos, por la contorsionada pirueta ARTURO CAMACHO RAMIREZ de los muslos epilépticos! Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica