Violence

156 REPERTORIO AMERICANO Musa civil Envio del autor. Liberia, Costa Rica, enero de 1939 desde sus hondas oscuridades sueltan las nubes su catarata en fresca lluvia de hilos de plata, hincha los ríos y el arroyuelo, que desbordados por los eriales, de infecto lodo cubren el suelo y surge vida de los fangales en las praderas y los maizales.
ALAS Sentado en su cabina, seguro de sí mismo el aviador intrépido, dice al avión: levanta; el motor se estremece y la hélice canta con sus aspas rotundas la canción del abismo.
Ya de los niños la inocencia inquieta no merece respeto, ni clemencia: qué importan sus cadáveres. completa con ellos su escalera hacia la meta el militar repleto de insolencia. se eleva cantanuo bajo la mano fuerte del hombre que le empuja por los aires y sube sobre la alta montaña, sobre la blanca nube, vencedor del espacio desafiando a la muerte.
Por defender la libertad se muere: esto enseñaba en pertinaz reclamo el viejo honor con altivez que hiere; hoy la vileza de los hombres quiere para abdicar su libertad, un amo!
Así tras esta era de crímenes y males vendrán otros regímenes, sin plebe ni nobleza, capital y trabajo, serenamente iguales, se esforzarán unicos para crear riqueza y en fraternal consorcio marcharán los mortales.
Se le oponen los vientos con un recio coraje y le obstruyen las nubes con su rayo el camino, nada ataja su vuelo ni detiene su viaje, va en sus alas el genio vencedor del destino. quienes con milicias extranjeras sumen su patria en ruinas y dolores, héroes aclaman gentes insinceras, mas la historia en sus páginas severas dirán lo que de ellos son: viles traidores.
No habrá soberbios amos de pueblos y Naciones, inteligencias limpias gobernarán la tierra, del hambre amortiguada no se oirán maldiciones, no habrá crueles conquistas, no habrá ominosa (guerra y vivirán unidos todos los corazones.
Si sus alas conducen el cañón acerado, la metralla que mata o el veneno inclemente, sea siempre en defensa del hermano inocente, de la víctima débil o el derecho ultrajado.
VAMPIROS que en sus alas veloces, en su pulmón jadeante, en su rápido giro que la distancia anula, lleva el ansia insaciable, que el espíritu emula hacia el ideal que huye, siempre bello y distante.
Roncos aviones que pasáis veloces como banda de cuervos, asesinos, despiadados, traidores y feroces, tal como salteadores de caminos, Vuela avión y suprime la distancia y la hora, vuela avión y difunde desde el cielo la nueva de que tu ala de hierro, poderosa y sonora, amor a los humanos por todo el orbe lleva.
Generosos espíritus, almas selectas, que soñáis con un mundo bueno y tranquilo, donde las gentes sean leales y rectas y el hogar de los hijos un santo asilo: donde no brillen nunca las cimitarras, donde no reine nunca la cruel violencia, donde en vez de hombres fieras ae agudas garras surjan hombres honrados y de conciencia, no desmayéis, asoma por lontananza la luz risueña de un nuevo día, el nuevo día de un sol que avanza a disipar las sombras de esta agonía de un ciclo de violencias y de maldaies: triunfarán del Mesías las enseñanzas sobre tantas sangrientas atrocidades de los que envían recuas a las matanzas.
Vuestra misión se siente envilecida cuando siembra terror y desconsuelo; las alas son para tender el vuelo hacia la cumbre del amor, que es vida.
Que tu ala temblante, que tu ala ligera mate en los corazones del oaio la carcoma, que el mundo, sea uno, uno solo su idioma, sin razas y sin sectas, sin vallas, ni frontera.
Los malvados que os han esclavizado y os empujan con odio a la matanza, vampiros que de sangre se han saciado, no triunfarán, el mal no prevalece sobre el bien que levanta y ennoblece, porque el bien es peraón y no venganza.
Que tu ala tendida entre los dos abismos, el del espacio arriba y el de la tierra abajo, impida de las guerras los negros cataclismos y triunfen la justicia, la paz y el trabajo.
Cuando en el cielo roncan las tempestades y el tayo atruena, sorprende y mata, FRANCISCO MAYORGA RIVAS Que tus alas tendidas cual dos brazos abiertos fundan en un abrazo y en un anhelo solo, al que viaja en los mares, al que vive en el polo y al que habita la urbe y en los tristes plesiertos.
Historias breves Envio de la autora. San José de Costa Rico, enero de 19:9 El talismán de la buena suerte GUERRA LA GUERRA Guerra a la guerra, la violencia crea siervos para Señores engreídos, de la brutalidad de la pelea surge el amo bestial que señorea; vencido vencedor quedan destruidos.
un gran favor?
Arrasan las falanges asesinas cuanto es emporio y de riqueza asiento, el vencedor bestial, beodo y sangriento, que incendia y viola, de robar hambriento, erige su poder sobre ruínas. quién lo que sucecie no contrista?
La cultura se esconde, pues desfila ante sus ojos la feroz conquista que alza sus fascios y su hacha afila como en los tiempos de Scipión y Atila.
Julián era un viejo extremadamente supersticio Julián ya no escuchó más. Se olvidó de que coso y creía ciegamente en amuletos. Las colas de umía solamente una vez al día, y salió corriendo conejos que colgaban de su llavero según él, con gran emoción en busca de un herrero. Dile impedían morirse de hambre a pesar del mal chosamente había uno a poca distancia del reséxito que obtenía en cuanto negocio emprendia. taucán y allí entró Julián diciendo en tono suUna tarde comía en un restaurán barato, cuan plicante: do oyó un ligero murmullo al entrar un indivi. Me vendería dos herraduras viejas como duo al comledor. Los de la mesa contigua a la de Julián le dieron la bienvenida al recién llegado. Siempre que pague le podría ceder hasta el y lo felicitaron con gran regocijo. Nuestro ami taller, dijo el dueño, riéndose sorprendido.
go comía con gran apetito, ya que lo hacía sólo Julián compró dos herraduras, pagando por una vez al día, importándole muy poco lo que ellas todo el dinero que llevaba en el bolsillo, y conversaban sus vecinos.
se encamino hacia la casa con el paquete de mí no me vengas con que no te has he bajo del brazo, cuidándolo codiciosamente como cho de algún talismán, escuchó Julián que desi fuera un verdadero tesoro. Apenas llegó a su cían, porque de otra manera no se explica que destino, colgó en la puerta de la casa una de a una personas tan torcida como vos, de un mo las herraduras, poniendo la otra dentro de su mento a otro le venga la buena suerte, y apunte deterionada camioneta, que le ayudaba a despaal premio mayor. Eso yo no lo creo!
char su compra y venta de puros.
Al oír esto, Julián automáticamente dejó de Al día siguiente fue a su trabajo, animado por comer y miró con desesperación hacia el lugar las más halagüeñas esperanzas. Nada malo puede donde provenia el argumento, deseando en de sucederme ahora pensaba, dejando su poca contrarse en medio de ellos para no perder una mercancía al descubierto, mientras iba a entregar sola palabra.
parte de ella a sus clientes. continuó la conversación.
En un momento que se descuidó más de lo Ciertamente, amigos. En mi propio hogar ten conveniente, le robaron el cesto de los puros.
go mi ventura colgada de la parte superior de la Pero. cosa cara! apenas si concedió un ligero puerta. Mi talismán es una herradura: ella pensamiento al suceso. Estaba él seguro de que debo toda mi felicidad.
en su propia casa lo esperaba con brazos cariñoLa virtud retrocede, ya no es Cristo el del dulce Sermón de la Montaña quien impera en la tierra, desprovisto de sentido moral el mundo apaña a quien de sangre y lágrimas lo baña.
La moral se envilece, crimen era en otros tiempos la infidencia astuta, hoy la moral es pobre prostituta, que el pundonor desdeña y placentera rinde homenaje a la traición que impera. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica