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REPERTORIO AMERICANO 261 consumidor, desconfiad más todavía del que los obsequia, porque ese al cabo no los da, sino que los vende. Tener una convicción, es valer en el concepto propio; no tenerla, es valer dinero; así vemos que los gajes de la vida son patrimonio de los que dan o toman en alquiler las ideas. La intransigencia es la verdad en pie; la convicción no tiene espaldas; ceder a título de concordia es cometer una estafa. La ocasión hace al ladrón; tanto puede decirse de la oportunidad, porque con el solo hecho de buscarla, se relaja la voluntad de obrar bien. Quiere la virtud, para ser tal, que no se la dé vueltas, ni se la fraccione, que es como el diamante, que subdividido llega a no valer nada. No hay dos morales, una para el individuo y otra para el partidario; cuando nos ceñimos a un precepto, ése comprende nuestras acciones públicas y privadas. La oportunidad si no es el vacío o la idiotez, el cansancio o el miedo, encubre planes de provecho personal en perjuicio de nuestros semejantes.
Los hombres providenciales. Envío de Mr. Frank Tannenbaun. Bogotá, marzo, 1934)
sus adLos hombres providenciales acostumbran emboscarse en las palabras, o presentarse como enigmas, para que la credulidad los eleve, y al estar arriba bien seguros, se ríen de los sufragáneos candorosos y por estas artes, los traidores y farsantes, adquieren celebridad política entre las gentes corrompidas. Dícese de ellos que son hombres de Estado, con aquella facilidad y frescura que tienen los mendicantes para encontrar excelencias en el primer tuno afortunado que les da el pienso. No hay un solo providencial que no se presente como mártir, como redentor, como reformador; todos con un expediente arreglado y limpio en que resplandecen la seguridad y la buena fe.
Los partidos se alucinan, se entusiasman, se apoderan de ellos como de un pendón, los cargan en andas, los llevan a la plaza pública, al debate, a las urnas y a los campos de batalla en donde les rinden la oblación de la sangre; después lloran lágrimas tardías de arrepentimiento, cuando el providencial desenmascarado hace de su bordón de peregrino un garrote para medirles las costillas a miradores. Iacobinos sornos! los que pensamos de este modo, nos llaman los conservadores y los oportunistas, jacobinos, socialistas, nihilistas, petroleros, anarquistas, materialistas y ateos. En buena hora!
Jacobinos somos, jacobinos inmortales, si echamos al canasto la cabeza de los reyes para que los ciudadanos tengan la suya propia sobre los hombros; petroleros somos, petroleros sublimes, cuando incendiamos los campos de Cuba para que la tierra no se prostituya alimen.
tando a los esbirros de España; socialistas somos, socialistas admirables, que por la unión de los débiles, vencemos a los privilegiados y por la caridad distributiva, satisfacemos a los menesterosos; nihilistas somos, nihilistas heroi.
cos, que abandonamos la vida bajo el carro de la autocracia porque salte en pedazos el despotismo de los Czares; anarquistas somos, anarquistas videntes, cuando nos aislamos en contemplación afanosa de una sociedad nueva, en la cual nunca jamás sea explotado el hombre por el hombre; materialistas somos, materialistas convencidos, si echamos fuera esa alma intangible por donde se nos entra al cuerpo la opresión, y somos ateos, ateos rebel.
des, armados contra Dios si cuida a los hombres para pasto de los sacerdotes! Nuestra fuer. el bedel a la espalda son muestras de caligraza estriba en la multiplicidad de energías, dis fía más o menos estúpidas. Si hoy decimos tribuidas en el globo por el empuje de la de únicamente lo que nos permiten los opresores mocracia.
y la sociedad meticulosa, mañana aquéllos y ésta se descargan con nuestras palabras, como e si encio, o el grito la prueba de nuestra complacencia. el silencio o el grito: nada de circunloquios, ni Los oportunistas liquidan los pingajos li.
bertarios aparte de los hechos comunes, y el apólogos, ni charadas.
bandido que pueda mover una pluma, ya sabe Hay otros caminos para la juventud el precio de su rescate, en esa moral del embudo que hace dos porciones el escritor y el El señor Aristizábal enseña a la juventud hombre para salvar al último por desprecia con su libro (El Pichincha, de que fue director. ble que sea.
que hay otros caminos para el talento y la Las sectas religiosas y los gobiernos auto virtud, que no son las veredas que le han heritarios, en consorcio con todos los que explo cho recorrer los tiranos, por entre falsos contan a los hombres, declaran sobrantes y per ceptos de la vida, enseñanzas caducas e imponiciosas las palabras que sirven para expresar siciones dogmáticas; y que en la prensa, redilas quejas de los débiles y el sufrimiento de los mida la juventud por el estudio despreocupaoprimidos, y dan la venia solamente a los que do, tiene un escenario maravilloso para prellevan su marca ca; pero los mismos que pararse día que viene, que es el suyo, y castran el lenguaje de los vencidos por la fuer gozarlo feliz, sin las vicisitudes de los que la za o la desgracia, se valen del repertorio ve han precedido en las fatigas de la democracia.
dado, sin fórmulas ni cumplimientos para De no, desahogar sus odios; de suerte que los mismos Ay. las generaciones venideras términos son indecorosos y punibles en boca nada sabrán de ti de los hombres de bien, y recatados y justos porque abatida, soñando cor. hermosas primaveras si los profieren los malvados. Los oportunismuriendo éstas, en manos traicioneras, tas, como es natural, encuentran que eso está en pleno invierno al comenzar la vida!
muy bien hecho, se asocian a la gavilla y echan mano de la lengua, para arrojarla como (Julio Flores, pág. 747 de El Pichincha. botín de salteadores en manos de los rábulas, los jueces y los alcaides. Entonces reina el Un asunto capital: el clero orden, florece la literatura y pueden salir bajo palio la letra pastrana y la pluma de ganso Si las comunidades religiosas han sido perexhumadas por la gente devota del nido de las judiciales al país, porque lo hayan embruteurracas; entonces es cuando se esponja la Gra cido, explotado y tiranizado; si por su orimática, la venerable Gramática, que de Espa gen, su constitución y sus fines son antagonis.
na nos vino con el gálico, el catolicismo y las tas de la República y de los principios del barajas.
partido radical; si le han prestado apoyo al Acostumbrada la sociedad a oír como úni despotismo con sus recursos morales y mateca voz la de los palaciegos y sacristanes, se riales, y se lo prestan todavía a una reinvindipone nerviosa con el acento de los escritores cación liberticida; si figuran sus miembros enindependientes, porque juzga que han de tre los cabecillas rebeldes y con el dinero que cobrar a ella la audacia de los otros: en efecto, manejan hacen levas contra el Gobierno densucede que la rabia de los tiranos fustigados, se tro del país y en el extranjero; si los inmenconvierte en azote de justos y pecadores, y de sos recursos que poseen los habilitan para man.
aquí deducen los oportunistas que es prudente tener en jaque al Poder y en peligro las insti.
callar, como si en algún caso fuese compatible tuciones republicanas; si los caudales que rela dignidad del escritor con el miedo.
tienen son del público por haberse sacado del Si escribimos, hemos de decir la verdad. Los haber de todos los ecuatorianos; si no se ha periódicos y los libros que se componen con dado el ejemplo de que las comunidades reli Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica