206 REPERTORIO AMERICANO Poesía épica española (Colaboraciones)
VICTORIA DE LA ACEITUNA Para una Andalucía libre, brava y con honor; para una España la mia que sea del trabajador.
Jaén, que en vez de morir, naces un Guadalquivir, Jaén, ibérico y moreno, con tu trigo y tu centeno.
Con tus minas de Linares y tus campos de olivares.
En esta lucha certera, eres único, Jaén; contra la garra extranjera, todo entero eres Bailén.
ANTONIO OLIVER (Del libro inédito de poesias: Mensajes de Ayer y de Hoy. Envio de Carmen Conde. Boza, Granada, España Agosto de 1938. Para triunfar vayamos todos al olivar, Todos a una al sol, al viento y a la aceituna.
Por la derrota del enemigo, vayamos toios a los olivos.
Coged la espuerta y los capachos; sacad las varas, tended los faldos; corred, andad, vayamos todos al olivar.
Mientras la guerra truena en el frente, la retaguardia gane el aceite.
Con las garrochas en nuestras manos, vamos al árbol. de las ramas que golpeemos caigan olivas y vuelen pájaros.
Corred, andad, vayamos todos al olivar.
nuestro POEMA OCTAVIO MOLINA. Envio de Sánchez Trincado. Barcelona, XII, 38 Que en un frente de luna te ametrallen, de una frente partida en treinta soles.
cosiéndote con balas de luceros, Los dientes y los ojos, lumbre y lumbre.
y en viento azul, bajo tu paso, estallen Tus dientes y tus ojos españoles. las venas de ansiedad de tus senderos.
Te vas ae ti. Hacia ti. Las sienes llevas Va tu perfil cual mástil de tu nave, con cicatriz de besos de otra vida, disputando su sombra en claro cielo.
y en la ilusión de tus pupilas nuevas. Rómpete, palomar! Que salga el ave. una inquietud de sangre contenida.
Yo te brindo mi puño y mi pañuelo!
JUAN ALCAIDE SÁNCHEZ En tu mano, furiosa, apretujada, España. Estio, 1938.
partiéndose en astillas de carmines. Octavio Molina Lacarra tiene abiertos sus la sed de una amapola desbordada veinte años seguros a aire dramático.
buscándose en un mundo sin confines.
Levantino, él ha podido decir que su corazón es un naranjo ébrio de azahar. De azahar y de en tu sonrisa despectiva, abierta azar. Poeta. Poeta de poesia ardiente y verso su entraña de granizo en clavel duro, roto, su gran obra es su vida, eléctrica y macila eternia ad del alba de esa puerta za, con verticalidad de plomada, desde las puntas de las uñas de los pies hasta su más desque vas a abrir sobre el terrible muro.
peinado cabello. Yo soy la Ilíada. podía haber dicho Aquiles, de haber tenido bajo su piel heroica sangre de vida y no de libro. Yo soy la España te hace grande. Su latido Ilíada. Aunque no hubiera existido Homero desboca el huracán de tu deseo, ni se hubiera escrito tal cosa. por eso, porque te saca de tu ayer, rompe tu nido habría de escribirse después. Octavio Molina es, en vaho de axilas y sangre en ímpetu magy hace que brame un toro en tu zureo.
nífico, la obra que nosotros. quién. quiéLa salvarás porque el Amor lo quiere, nes. con papel y tinta, hemos de plagiarle, para el mundo!
porque el perfil que en tu valor se talla Con los Internacionales primero, con la 114 tiene el altivo acento del que muere Brigada después y aprendiz de contraminero para quedarse en la mejor medalla: hoy, Octavio Molina Lacarra encarna esa figura de la cual podemos decir que es un muchacho La crencha, en rebelión. Limpia la cumbre que marcha al Infinito.
LA TIERRA ES YA TU AMIGA ¡SOLDADOS DEL PUEBLO!
Estabas en lucha con la tierra, campesino.
La tierra paradoja aún era tu enemiga.
Tu pie, por ella, iba prestado, envidioso del árbol y la espiga.
Ahora, ya no; la tierra es ya tu amiga, camarada.
Toa a cabe en tus ojos vegetales.
La tierra, sojuzgada, como tú, al poder de los burdos capitales.
La tierra que vivía sin aguas ni caricias fraternales; la que apenas paría cosechas en los junios candeales.
Cuidala, campesino.
Mejora con el tuyo, su destino.
Hazla tu amada, tu mujer, tu amiga, y ta pie sobre ella crezca a la par que el árbol y la espiga.
Toda la tierra tuya, camarada.
Tierra de España, de la España honrada que no vende su planta al extranjero.
La que defienden juntos el fusil y el arado, compañero. Envío de Sánchez Trincado)
Suenan vientos de fraguas, de fusiles y espigas; las frentes sudorosas desprenden resplandores; pasan lentos, cantando, con ansias desbocadas, los soldados del pueblo.
Esos hombres, esos hombres del campo, cortezas milenarias talladas por los soles; y esos otros hombres, hombres de las ciudades, músculos y cerebros de fiebres redimidas; mineros, pescadores, argonautas del alba que avanza con nosotros.
Todos, todos los hombres, todos los españoles, llevando el mismo signo de su heroico destino, forjado con sus brazos, labrazo con sus pechos, en el ayer de horas con luces reprimidas.
Vedlos ahí, la lucha los perfila gigantes, y por toda su tierra natal martirizada pregonan su actos la consciencia que tienen de que el mañana es suyo.
Ha sonado la hora, y sobre el limpio suelo de sangre y sal de España, con el único gesto del que sabe su triunfo, combaten y sucumben, pero nunca vacilan, por conquistarle al hombre su libertad de vientos.
CANTO JAEN ¿Contra quién todo Jaén es Bailén?
Contra el repugnante coro del alemán invasor; del italiano y el moro, y ael general traidor. Para quién todo Jaén es Bailén?
BERNARDO PEREA MORALES Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica