REPERTORIO AMERICANO 259 porque de seguro el día en que, oscurecida su inteligencia y vacías sus manos, no tuviera qué ofrecer al semejante en desgracia, le daría el rico y espontáneo tributo de su llanto.
JUAN CORONEL San José de Cosa Rica, 14 de octubre de 1893.
por una coraza de metales no dúctiles, que se oponen al balanceo y le mantendrán siempre sano y salvo de corrupción. Hay un gobernante audaz que ha convertido a los hombres en esclavos? Pues ahí viene, sin requerimientos previos, el Dr. Uribe y la emprende contra el tiranuelo. Le encarcelarán, le maltratarán, pero quedará vibrante y sonora la protesta. Hay un pueblo empeñado en no ver la luz, en confundir nociones que deben separarse? Paso al discípulo de Rojas. va a colocar la verdad en su sitio. Que le odian y persiguen? El filósofo e innovador audaz, se ríe de odios y persecucioarSiempre queda, así, tiempo leyendo a Montalvo para emanciparse de él, ora sea porque no se le entienda bien, ora porque la idea, demasiado diluida en la frase que en Montalvo es puro énfasis, si ilumina no calienta, y si calienta no abrasa, como en Uribe, que se pega a las carnes, y abriendo surco calcinado hasta el espíritu, es allí cual zarza diente de un nuevo Sinaí, anunciador de otros dogmas para la conciencia de mayores ideales para la razón.
Le juzgo únicamente por lo que yo conside.
ro la cualidad peculiar del estilo de Uribe; esto es, por esa potencia absorbente y determinante en el que lo lee de actos que no le son prouios, tan resaltante es su verbo de escritor originalísimo y grandemente audaz, patente en los caracteres de fuego ustorio que fulminan en sus libros, sin que sea posible comprender cómo el mismo papel que los contiene, no se volvió ceniza en el punto y hora en que aquella pluma, que era como de diamante en ignición, los estampó allí en defensa del derecho humano y para eterno triunfo de la palabra escrita.
RAFAEL LÓPEZ BARALT nes.
Escritor a la manera de Montalvo no tiene rival, ni en el autor mismo de Los siete trataubs, Las Catilinarias y Los capítulos que se le olvidaron a es, que es el que más se le asemeja por la intención reformista de sus escritos y la potencia irresistible de su estilo, que vibra y deslumbra como boja de espada esgrimida con fuerte y diestra mano, como rayo aterrador que cruza el éter y se dilata en el estrépito de la catástrofe.
Montalvo, no obstante ser, como es, más filósofo, es menos preciso; y, por tanto, más difuso que Uribe en todo lo que escribió, y si abruma por el volumen de su ática palabra, en cambio no convence siempre, ni siempre logra arrastrar con él al lector, a los abismos de conciencia heterodoxa en religión y liberal en política, a donde Juan de Uribe arrastra fatalmente al suyo.
Una condición de la personalidad de Uribe, que vamos a mencionar la última: su bondad de alma. No escatima la dádiva ni el consejo. Inteligencia y bolsillo los tiene a disposición de quien los necesita. él podrían aplicársele aquellos versos de Tomás Gray: De una sentida lágrima el consuelo, y era cuanto tenía, dió al mena igo. El Dr. José María Rojas Garrido, maestro de Juan de Dios Uribe.
Maracaibo, enero de 1900.
Somatén (Prosa política de Juan de Uribe. Sacamos estos cabos del célebre folleto En la fragua. Politica, Religión.
Quito. 1896. Recuerdese que lo compuso Juan de Dios Uribe como prólogo a una edición en libro (Somalén se titula) de los articulos aparecidos en el diario El Pichincha, Quito, 1896. En Somaten el prólogo se titula: Abro el libro.
La oportunidad truian. El catolicismo que era la matriz de la tradición estaba incólume. Los indios y Me ocuparé en estudiar la oportunidad, los negros eran esclavos por distintos modos.
que yo rechazo como un criterio liviano para La herencia española, se recibió, pues, por inconseguir el bien público. Se acomoda a mi ventario. dejar las cosas seguir su curso objeto, porque El Pichincha fué tachado de ciego, habríamos tenido los males de la Coloinoportuno en su brega por las reformas, nia, agravados por el desorden y la impericia después de la guerra de 1895.
de los nuevos agentes; pero algunos espíriEl de Octubre viene al caso, así como tus lúcidos y audaces, que fueron los radicael 20 de Julio de 1810, porque prueban que les de su tiempo, evitaron semejante desdicha; la oportunidad no es el criterio de los grandes se apoderaron de las ideas, las opusieron a la hechos, y que los proceres de la Independenfuerza bruta, al prestigio de la gloria milicia no se estuvieron tomándole el pulso a la tar, a la nombradía de los capitanes, a la ruColonia para proclamar la libertad de los más que la sabiduría novísima que amansa el tina de los ciudadanos a lo antiguo y lo pueblos. Hubiéranlo hecho, y se habrían abs ánimo, y yo prefiero al filósofo que me deja reciente y despertaron donde quiera un gran tenido de tan temeraria empresa, pues si al con los brazos cruzados, el bruto intrépido de sentimiento popular de apego al derecho. Forcabo de tantos años las masas no han llegado cuatro patas, el perro de San Bernardo, que se máronse hombres nuevos de la noche a la a la evolución mental que se necesita para enmañana, redimidos del legado español y de va derecho a la nevasca y salva por la melena la obsesión criolla, a tal extremo celosos, que tender el gobierno propio, según los sociólo al peón de los Alpes.
gos oportunistas, menos lo comprenderían en.
con la punta del puñal se atrevieron al más Después de los libertadores, los fundadores.
brillante de los dictadores. Si alguna vez no tonces, bajo el régimen de apócope intelectual Los españoles legaron a la América indehubo oportunidad como la entienden los evoque era el medio de gobernar España. Los que pendiente los vicios de su raza, fanática en tuvieron la visión del bien, se fueron tras ella, lucionistas a todo trance, fué entonces, con religión, servil en política, sanguinaria en gueatenidos a la convicción íntima, sin pesar los antecedentes tan viciados, en un medio tan rra, haragana en industrias, nula en ciencias, peligros en la balanza química que ahora se hostil, sin estímulos y con éxito inseguro.
hueca en literatura, aventurera, covachuelista, acostumbra; y la guerra de Independencia Comprendieron aquellos hombres que el prosutil teológica. La Independencia barrió a que nos asombra, fué una serie de batallas sin greso es una abreviación de los sucesos, y los peninsulares, pero ellos dejaron la simienmás filosofía inmediata que la muerte en el procedieron en consecuencia, sin mirar hacia te en la religión, las leyes y las costumbres, y azar de las espadas. Los libertadores sintieron atrá y sin miedo, con lo cual nos enseñaron apenas terminada la guerra magna, los guerreel mal y lo sacudieron como una carga indiga ir adelante, caiga el que caiga, como aquellos ros se arrogaron los derechos del Rey a título na; no conocían la guerra, y se formaron ca de libertadores, y se continuó la explotación jinetes de Ney, que rellenaban los fosos con pitanes ilustres; no tenían soldados, y los pi con el solo cambio de fórmula, pues la viosus cuerpos para facilitar las cargas de la dieron a la casualidad, y cuando les faltaron caballería épica.
lencia autorizada antes por Monarca, se hizo armas, fabricaron de una piedra un ariete, de derivar ahora del pueblo; y sin parar en esto, No importa la hora!
una estaca una lanza y un obús de la cavidad algunos pensaron en importar un Príncipe No importa la hora!
de una guadua. Nos redimieron a la Metropoli de sangre o en improvisar una dinastía criolla. Olvidaré las pláticas de José Martí, en así, para confusión de los oportunistas, pues por parecerles aventurada la república. Los Nueva York, el año de 1888? El patriota cusi aquello fué justo, debemos imitarlo, y si más encumbrados por las armas no se fami bano describía el triunfo de su causa como fué un error, no debemos conmemorar estos liarizaban con la libertad, que tiene conse si se hubiese realizado, engrandeciéndole hasaniversarios. La simplicidad de los hechos vale cuencias niveladoras: la contenían, la des ta la apoteosis con su palabra vívida y nume Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica