Marxism

REPERTORIO AMERICANO 285 Armando Barrameda Morán De La Prensa. Barranquilla, abril de 1939 Con una estampa maestra de to nisterio, pero un día se le antoja rero metida dentro de diez y siete no volver más a la oficina, y enyardas de desenfado, Barrameda Mo tonces hace de periodista, y de rán es un gimnasta de la aventura, fotógrafo. En el ejercicio de su la que practica con un claro fer profesión de periodista, un día anvor deportista. Es su clásico depor te el ex presidente Alfonso López te. Una inviolable obsesión de fo y jineteando una gran dosis de rastero lo persigue y de ahí que whisky, asombra a todos los consea un erudito en distancias, ca tertulios con una conferencia sobre minos, horizontes e itinerarios. Co las hormigas, en la que expone a mo Ramón Basterra podría decir volapie las más complicadas teorías que es un bachiller en panoramas, maeterlignianas. o como el italiano, afirmar que su Al igual del personaje de León vida es una colección de sellos de Lunst, le encanta ser el hombre correo. Un texto de geografía, un fuera de la ley. como Sanin, el mapa y una brújula son su mejor más interesante personaje Artalmohada, porque, a semejanza de zybacheff, es, exteriormente, un Cosma, el personaje de Panait Is hombre sin hondas preocupaciones trati, también lleva consigo la psi lacerantes. Así, su vida es disconcología y la vocación del vagabun tinua, desesperada, ilógica: es una do. Como la ventana es siempre cabellera despeinada.
una invitación al viaje, según el Pero a través del peregrinaje de verso de Carrera Andrade, le gusta su vida no faltan las noches diasomarse a todas las que encuentra. luidas en alcoholes. como en el Con sabiduría de prestidigitador ba Nocturno número 13 de León de raja el naipe de las sensaciones y Greiff. Es entonces cuando su palasorpresas para ser un extraño en bra transida de camaradería y olotodas partes. no siendo de ningu rosa a borrachera madura penetrano, es un nativo de todos los pai ciones sobre los más variados temas. Barrameda Morán sajes. Es un contrasentido lógico. Porque tiene del mundo, del hom(Bogotá. 1930)
Como Puck, el espíritu travieso bre y de las cosas una concepción que describe Shakespeare en el Sue equivocada; recita sus sentencias ño de una noche de verano, Barra marxistas con el fervor de un apa leccionar imágenes en el carnet de la vida, o sea la traducción de los meda Morán se ocupa en muchas sionado; porque no cree en la or las mejores inquietudes. Sus versos, estados del alma por medio de ritcosas. En esa mezcla de ausencias todoxia ni en la sintaxis de la polí distanciados de la gravedad de las mos de líneas y colores, según el dey regresos, de fugas y encuentros tica; detesta a los fouchés de palabras esdrújulas y en abierta re cir de Sebastián Gasch. todo porque es su vida, siempre está en todos los climas y de todas las eda beldía con las exigencias ñoñas de que Barrameda Morán es una gran quinto año como aprendiz de todo. des; porque le atribuye a la vida todas las preceptivas, revelan siem sensibilidad, dueño de un Un día por las calles de Caracas es una función consciente de belleza, pre una emoción de la vida y una do interior con lógica de ingredenel buhonero del majarete. allá proclama la necesidad de las gran diafanidad de perspectivas. Por ellos tes subjetivos. Por eso en el esceen Costa Rica se hace novio de una des travesías espirituales a bordo desfilan mujeres indecisas, caligra nario de su vida de rapsoda hay gitana de ojos lánguidos; en Pana del submarino del canto. aquí fía de horizontes y bandreas, ama ansias reconditas y desesperantes, má se embriaga con un descono está su mayor debilidad.
neceres perfumados de pan, suge como el dolor de muelas de Bencido que le saca el dinero y se lo Porque Barrameda Morán no es rencias anímicas, imprecaciones fan Tovit, en el cuento de Andreiev.
guarda; en otra parte trabaja como sólo el aprendiz de gitanería ni el tásticas y mediodías tropicales con Barrameda Morán un aventupeón de albañilería en la construc pasajero de todos los puertos, sino rayos de sol y olas de mar por ca rero y una sensibilidad, fiel a ción de una iglesia él, tan vol que es también una gran sesibilidad. bellera.
sus urgencias de despedidas y silenteriano, ayudando a construir una Por ello no es el turista de Kodak Además: es un perfecto dibujan cios, se ha fugado una vez más.
iglesia. en su pueblo natal ven mecánica y visión de superficie, si te. Como García Lorca, Max Jade hielo al menudeo; en Bogo no el peregrino que se va untando cob, Jean Cocteau, también él tie JOSE CONSTANTE BOLAÑO tá es empleado público en un mi las retinas de paisaje para luego co ne la tendencia plástica poética de mun YURRO Poema costarricense Colaboración San José de Costa Rica, 1939 Ebria del tierno aguardiente que destilan los luceros tropieza con los recodos y torna asustada a escapar, que quiere llegar al cruce donde la aguara a el sendero blanco de amor en acecho!
Las solea ades decantan sus odres de aceite mudo en la quietud campesina.
Con el vestido empolvado por el vaivén carretero, rastreando los matorrales vuelve una trocha de Heredia.
Al pasar frente a las breñas tibias gotas le salpican las piernas blancas, febriles y así rezonga mohina. Idiai, cochino. Qué es eso?
Chiton murmuran los ecos del agua que anda en cuclillas.
baja a esconderse medrosa entre las zanjas obsortas temiendo que la descubran y busquen refugio en ella los amantes a deshora, que son lugares aquellos propicios a los eslices del amor en despoblado.
Hebra de pávido lino borda una ruta furtiva Vereda por la montaña.
NOCHE SERRANA VEREDA Descalza de duros guijos un yermo caudal de polvo desliza blandiendo el talle, Vereda por la montaña.
Porque no vaya a enlodarse los pies al saltar los baches, ronda de prietos cocuyos le prenden a la cintura la clorofila encendida do sus linternas gemelas.
Entre la rala penumbra de chata fronda aledaña su paso angosto entreteje raudo pespunte de cal.
Cuando retrepan las lomas, por aguaitar el sendero, Vibra una clara orfandad de mil banderas arriadas sobre las frescas terrazas de la meseta central.
Que ella es bien que lo saben!
humilde, casta, silvestre, vecina de aquellos términos, huso de tierra gitana, aguja que anda zurciendo los cañamazos agrestes.
Hilo torcido en la noche, sut candida fiebre desata a la sombra del vellón moreno de la maleza.
Desde el regazo tupido de la colina nodriza un arroyuelo se orina sobre el silencio rural.
Los montes conjuran sombras al pie del negro Almuecin de un grávido certo que alza su vasta y yerma plegaria. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica