REPERTORIO AMERICANO 331 Benito Lynch versus Juan Valera Es el espíritu del adolescente soña.
dor que pone su tacto fino en cada gesColaboración San José, Costa Rica, octubre de 1939 to, en cada acto, frente a la irreflexión de los muchachos locuaces, francotes, Son «Los caranchos de La Florida mundo queda contento, pero la novela alegres, pero sin delicadeza. El, tan corcontra «Pepita Jiménez. hacen de jue sólo subsistirá para estudios de vocabu to de palabra, paraba atención en la lo.
ces Sófocles y Shakespeare.
lista. En la tragedia argentina de la pamcuacidad de sus compañeros de mesa.
Más o menos mediada la novela del pa ilímite, don Panchito, a pesar de su Si fuera como ellos. pensé desenvolverargentino empiezase a pensar en Pepita cultura europea no ha logrado domeñar me con soltura y contestar con rapidez Jiménez, y con esa casi obsesión se fi a la fiera. El encuentro es fatal, y el y oportunidad. naliza la emocionante lectura. Pero se león y su cachorro olvidan, en relámpago El árbol de los ahorcados nos pre ecuerda a la viuda virgen no por ana trágico, vínculos de sangre, y la lucha senta un choc, en un espíritu que apelogía sino por contraste, y en la antitesis se traba feroz. Los rebencazos de don nas se abre a la vida; en una mañana manifiesta asaltan dudas. son los prota Pancho mueven la llave inglesa en las alegre, en un ambiente feliz, bajo los gonistas de extracción distinta y por ello manos del hijo, y el gaucho viejo, fulárboles de un parque. El cuento se diferencian fundamentalmente. Son minado, cae.
se repite! ahora es mi hijo el que ve un acaso, como «bestias. del mismo barro La figura de Mosca, el tontiloco, enhombre colgando «como un péndulo maedénico. Son los autores los antagonis tregando la carta de Marcelina a descabro. hace apenas pocos meses.
tas? Problema es éste de disquisiciones tiempo, es el detalle que origina el drama.
Se le apagó la vida, Se fué en más amplias que ahora no intentaremos. La misiva, en las manos del destinatario agosto: son dos cuentos de sabores.
Del viejo Valera recordamos entre otras vivo, apenas nos habría dado un don pañol, tan español, que nos recuerdan cosas su prólogo a «Azul» de Rubén Panchito aligero, reuniéndose, a mata a Azorín, a Rusiño. Darío. En el señala al aedo inmortal una caballo, con su desvelo, la suave Estaba escrito: es licción que nos corblasfemia, no lunar de adorno en el deruela, y un don Pancho chasqueado enseña todos los días la Vida en esa Anagke: la imposibilidad de que convi con las orejas gachas y derrotado. Pero voz interna que tanto se desoye.
van, en la creación, palomas y gavilanes. Lynch tuvo el acierto de demorar al posta No quiso ver más el mar: es tamPor ese hueso reconstruímos al megate en su obligación, y allí la confirmación bién la voz de la Vida que habla. Quién rio y pensamos que Valera escribió la del apunte filosófico, pequeñas causas no ha visto o ha previsto esta escena mejor novela de la Colección Rosa. De producen grandes efectos. Ese Cosme, en su propia vida alguna vez!
Lynch adivinamos su desinterés por los castigado en el tremedal y ofendido en Páginas estas de observación psíqui.
asuntos del gnosticismo y la preocupa la Hierra. es otro tipo fundamental; ca y filosófica, que dejan una impre.
ción viva y constante por decir las cosas la tremenda puñalada mortal que retira sión de veracidad; con dominio del es.
como son, no importa cuales sean las de la circulación mundana a don Pan tilo, con dominio del idioma, En ellas consecuencias ulteriores.
chito es el lógico desquite con que prese nos revela don Lorenzo como un exEn la novela española, lucha incruenta tende talionar, y la sucediente y pasmosa quisito narrador, claro, sincero y fuerte e intrascendente, el alma candida de don tranquilidad al beber su agua de pozo como es en su propia vida.
Luis el seminarista. y esa es astilla de es la satisfacción a una sed física, ya su propio palo. vence, en la batalla que la otra quedó para siempre finiquiAMALIA DE SOTELA erótica, a su rival, y el sentimiento pa tada al mirar, juntos en racimo de muerte, ternal, en el diamante ético que se ha a los caranchos de La Florida.
San José, Costa Rica, octubre 1939.
pulido, se sobrepone al instinto genésico: un corazón que sangra silencioso es la SAMUEL ARGUEDAS única víctima propiciatoria. Todo el. La Hierra Argentina es nuestra Fierra guanacasteca Mi padre Siguió los estudios corrientes y se licenció como predicador; pero nunca ejerLa señora de Sotela se refiere al libro de ció el sacerdocio, convencido de que no podía creer en la doctrina de aquella ni don Lorenzo Vives. De la propia vida»
de ninguna otra iglesia.
Colaboración Era hombre que por nada hubiera escrito contra sus convicciones, y que, por De la propia vida, y propias de de niña; una casa familiar en Burdeos, el contrario, ponía de ellas, invariablemente, en cuanto escribia, todo lo que la vida, son estas páginas. Escritas con donde nació mi hermana; en el trasfon las circunstancias toleraban. Debe tamesa sutileza que sin apartarse de la do de estos recuerdos: una toca blan bién decirse de él que nunca hizo nada realidad, pone un color de poesía en ca y un hábito azul. Es la «Hercon negligencia, y que nunca emprendió labor literaria o de otro género en la cada detalle, un reflejo de claridad en mana» Melanie prima de mi padre; su que no pusiera concienzudamente todo el cada observación, un sentimiento pro voz exquisitamente modulada la oigo trabajo necesario para realizarla con perfundo en cada pasaje.
relatar escenas intimas de su casa pa.
fección.
Leyéndolas nos viene no sé qué le terna, que era la misma de mi padre. Esto dice del padre, John Stuart jana evocación de nuestra vida propia; allá en un pueblo de los Pirineos: en Mill, Autobiografia. Calpe. Madrid. 1921. tal vez porque la subjetividad de un ni. Belcaire, trasladada más tarde la famiño o de un adolescente es casi la mis lia a Burdeos. donde ponía su gracia ma en los espíritus un poco soñadores. como una floración, pues que era herCon Lorenzana viajamos hacia la fron mano del esposo de una tía el arzobis En «crisis de raciocinio tera de Francia. De la amada Francia! po de Burdeos. Rostros amables y ojos «Los olmos puntiagudos en fila, los te ilorosos al decir adiós. después Prof. Pickup. Quiere entonces dechos grises de pizarra y las torres de un trasatlántico. Hermanita Melanie cir que lo irracional es más fuerte que lo racional. que para poner en molas iglesias terminadas en punta exa Bonnel! su toca blanca, su cara rosada vimiento grandes multitudes se deba llagerada» nos llenan las pupilas con el y su hábito azul tienen todavía un aro mar siempre a sus instintos primitivos y paisaje lejano que nos recuerda un nom. ma de confites! sus ropas, sus manos, no a razonamientos? Esto coincidiría con bre amado: el de Daudet.
ha declarado el filósofo lo que nos toda ella me olía siempre a confites Huizinga, visitado por nosotros en HoMi infancia fué pródiga a mi espíritu Lorenzana nos presenta el complejo landa: La crisis de nuestra civilización en experiencias de belleza: las calles e de la subjetividad ante el ambiente ex es crisis de raciocinio, debilitamiento del vocadoras de Granada, el paisaje azul terno «Es tan cohibitivo andar y ac sentido crítico. Es un conflicto entre la de Cádiz, de Sevilla, los bulevares en tuar sabiendo que sobre nosotros está vida y la razón, y la juventud moderna presta su culto idolátrico a la vida. otoño y en invierno de París y de Ma la curiosidad de tantos. Perpignan drid con todas las sugerencias de su (Ignazio Silone, La escuela de le gustó. Qué bien se podría mover allá los dictadores. Editorial Losada.
enorme belleza, gravaron mi imaginación sin conocer a nadie!
Buenos Aires. 1939. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica