376 REPERTORIO AMERICANO Juan Ruiz de Alarcón Envio del autor. México, Setiembre de 1939 La literatura española ostenta obras conservan unidad lógica en desde siempre un recio y rancio su desenvolvimiento. No es pródigo abolengo romántico que explicaen conflictos y menos en palabras.
pero no justifica la confusión tan Su sobriedad se pone de manifiesto frecuente que se hace entre clasicisen los enredos. Nunca se propasa.
mo y romanticismo dentro de ella.
Le repugna diluir la intensidad de En la literatura y en el arte en su obra en la mezcla de intrigas.
general lo romántico se caracteriza Su lenguaje es siempre parco. No por el desequilibrio que existe entre extraña, por consiguiente, saber que la forma y su contenido, con la prepara oídos acostumbrados al preponderancia evidente del fondo sociosismo predominante en aquella bre su expresión. En el romanticisépoca, la versificación sensata y jusmo todo es sentimiento exaltado.
ta de Alarcón sonara como prosaisSentimiento que se traduce en aumo e incapacidad. Lo cierto es que dacias al quedar manifiesto. El desu estilo, por tener hondas raíces rroche formal define lo romántico.
personales, rechaza lo artificioso, El sentimiento se rebela contra toda. brillante y retorcido para identificar las limitaciones objetivas y es talla su verso con su idea y dejarla transen abundancia y despilfarro.
parente.
Por otra parte, el clasicismo siempre es equilibrio, mesura, discreción. Cuándo amor no fué locura?
El artista clásico siempre identifica Si; mas los fines ignoro el fondo con su forma. No exprede estos disfraces que veo.
sa más de lo que debe. Su obra Así miro a quien deseo, tiene unidad y proporciona lo más así sirvo a quien adoro.
con el mínimo de expresión. Siem No; traidoras intenciones encubren estos disfraces.
pre entrega en sustancia más de lo Falsas conjeturas haces que muestra. En el clasicismo, el por negar obligaciones.
pensar y el sentir son una misma cosa. Se puede decir que el artista En lo que respecta al conteclásico siente con el cerebro.
nido de su obra, Alarcón parte de la observación y análisis de los ca2. Esta reflexión sobre lo cláracteres y hábitos de su época para sico y lo romántico en el arte se Juan Ruiz de Alarcón transmutarlos en valores estéticos.
impone cuando uno se traslada al La comedia de costumbres se gesta siglo de oro de España y concentra y cumple en el mundo interior de su atención en el teatro.
obias, Alarcón se conforma con poco Alarcón y su trascendencia aun persevera El llamado teatro clásico español no más de treinta.
en nuestros días. Corneille, Goldoni y Momerece en rigor ese nombre. Su fecun Por lo que se refiere a la apariencia, liére, fueron los primeros en aprovechar didad y derroche verbal, su falta de uniAlarcón se desenvuelve en el mismo los aciertos del autor de «La verdad dad en la acción, su dinamismo, su mundo creado por Lope. En uno y otro sospechosa. complicación y variedad le impiden el los personajes son nobles, las intrigas No se puede negar que, en esencia, calificativo de clásico. Todas las carac dependen del amor y las soluciones se la obra del mexicano es una viril proterísticas que acabo de especificar perte reducen al matrimonio.
testa contra las licencias del teatro espanecen y perfilan a un teatro romántico.
ñol de su época, tan deshumanizado co ¿Conocéisme?
Lope de Vega es el más destacado mo indirecto y complejo. Su extrema representativo no podía por menos IY bien, por Dios!
precisión le proporciona sencillez y limde semejante teatro. Su fórmula, que Tanto, que desde aquel día pieza a toda su obra. Evita en la memás tarde se convertiría en el canon de que os hablé en la Plateria, dida de sus posibilidades cada truco y no me conozco, por vos; toda su época y de su país, pretende convencionalismo. Se reduce a lo que de suerte que de los dos bastarse a sí misma y lo consigue. No vivo más en vos que en mi; conserva un valor intrínseco y desprecia tiene más ambición que el divertir. Parte que tanto, desde que os ví, la vana apariencia en vos transformado estoy, del artificio y se desprende, por el proBasta considerar el concepto del hoque ni conozco el que soy, pio hecho, de su raíz humana. Su exni me acuerdo del que fui.
nor que tiene Alarcón en pugna con el trema libertad le conduce, de modo inede Lope, para dejar establecida la diferencia de idiosincrasia no sólo entre uno vitable, a un cesenfrenado romanticismo. Aunque el mexicano respira la atmósSu afán de movimiento unido a la ra fera del teatro español de su tiempo, su y otro, sino entre todo el teatro romántico. mal llamado clásico del siglo pidez e ingenio que derrama, le quitan fórmula es, en esencia, por completo ditoda posibilidad de profundizar en pro ferente. En Lope. tomado como máximo de oro español y el del mexicano.
blemaas de índole filosófica.
representativo del teatro español del siglo En Lope de Vega, lo mismo que en XVII la obra y sus personajes no tienen Tirso y en Calderón, el honor, tema fun Al precipitado dinamismo y abiga más que dos dimensiones. Carecen de damental y perdurable del teatro esparrada complicación de la obra de Lope profundidad. Toda su vida es objetiva y ñol, depende de los demás. Está condi.
se opone y se impone la mesura de Juan es el autor poco menos que incapaz de cionado por la opinión ajena. En tanto Ruiz de Alarcón. Lo que en ésie es li introvertir a sus personajes para sacar a que en Alarcón el honor tiene un valor bertad er aquél se vuelve licencia. Lo flor de arte problemas intimos de estreeminentemente subjetivo.
que en el español es actividad externa mecida raigambre humana.
Sin mirar sus nacimientos, en el mexicano se resuelve como vida Ante los arrebatos líricos de Lope, hazañas de hombres humildes interior.
Alarcón contrasta y se señala por su honraron sus herederos.
Luego en obrar mal o bien En la discreción y equilibrio de Juan prudencia. Cierto es que escribe poco, está el ser malo o bueno.
Ruiz de Alarcón radica, precisamente, la pero siempre vuelve sobre sus obras y diferencia que tiene con los demás es no las abandona hasta que consigue No me interesa saber si Juan Ruiz critores teatrales de España y de su época. identificar su intención con lo que deja de Alarcón y Mendoza nació en 1580 o en Mientras Lop escribe mil ochocientas expreso. Sus diálogos son breves y sus (Pasa a la página 378. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica