Democracy

REPERTORIO AMERICANO 351 cipales de sus adversarios, reservando el hacer después otro tanto con gran número de personas.
Montúfar, olvidando que entre el vulgo de sus lectores podía haber algunos que entendiesen la significación de las palabras, pretende defender a Morazán diciendo que sólo había peometido respetar las vidas y las propiedades. Como si el cuerpo de un hombre no fuese su primera y más sagrada propiedad!
El que secuestra el cuerpo, secuestra más que la casa y que la hacienda.
El habere corpus de los publicistas y jurisconsultos, consignado en todas las constituciones modernas, significa, y Montúfar debe saberlo muy bien, tenee propiedad sobre el cuerpo. La República, 28 XI 87. 0а Estaba reservado a los seudoliberales centro debe ceder al general, se admitia sin reserva de americanos el concebirlo y proferirlo.
ninguna clase el derecho de expropiar a los parEl pueblo en masa, conforme a la doctrina de ticulares en beneficio del público; pero a medida los hombres que tenemos la raiz en el pasado, que el principio sajón ha ido prevaleciendo soes impecable, el único sobecano: la ley, nada bre el romano y colocando al Estado en igual más que su voluntad: mudable cuándo y mejor categoría del individuo ante la ley, esos privilele plazca: las autoridades, simples delegados eje gios han desaparecido. Así, el Estado no puede cutores de esa misma voluntad.
alegar hoy prelación entre los acreedores de un Para el pueblo sólo es bueno y justo lo que administrador de rentas por hipoteca tácita, coquiere y manda; no siendo, por consiguiente, ma mo ningún otro de los llamados fiscales.
lo e injusto sino lo que él no quiece o prohibe. Queda, sin embargo, en el código de algunas La misión de los hombres pensadores está li naciones, como resto de despotismo, el derecho mitada a ilustrar y persuadir al pueblo; pero las de expropiar por causa de utilidad pública.
teorias, por buenas que sean, no toman fuerza No es mi ánimo por ahora combatirlo: está mientas el pueblo no las acepte.
establecido en nuestra constitución y mientras Atenas, expulsando a los hombres que se ha no llegue la oportunidad habrá que sufrirlo; pecían notar para librarse de ambiciosos que aspi ro no por esto le hemos de dar mayor amplirasen a cambiar el poder democrático, hacía su tud de la que la constitución señala, restringienvoluntad, y casi se puede decir que acertaba. dolo los límites precisos dentro de los cuales Ojalá nosotros también hubiéramos desterra la ley lo encierra.
do tantos grandes hombres que tan grandes ma. La República, noviembre 1887. les nos han hecho, y no hubiéramos admitido en el poder más que a modestos y patriotas ciudaMorazán danos, exentos de toda ambición personal.
No puede cifrarse. en su habilidad como Si la capacidad de un hombre hubiera de vahombre de Estado, vistos los desaciertos de toda luarse por el tiempo más o menos corto que haya su vida pública, especialmente en Costa Rica, desempeñado un destino, la mayor parte de los donde dejó como único recuerdo la manera bruineptos ocuparia la primera categoría y muchos tal con que quiso levantar un ejército para imde los hombres verdaderamente eminentes, se poner a Centro América un cégimen político que convertirían en lastimosas nulidades.
entonces repudiaba, que repudia hoy, y que seDon Manuel Aguilar, por ejemplo, que no guirá repudiando mientras una transformación gobernó más de un año, entraría en el número completa no le permita hacer entre otros sacride los últimos, mientras que Carrera, que vivió ficios, el de sus principales rectas, de que ni y murió en la presidencia de la República, debequiere, ni puede despcenderse, para el sosteniría estar colocado en el primer rango.
miento de un gobierno reconocido como desasSi el tacto político se hace consistir en imponer troso en otra ocasión, en cambio de una granal pueblo un sistema que rechaza, no habría deza y poderío que pudimos medir con exactitud hombres más grandes que aquellos que por el en la guerra nacional contra los filibusteros.
Todos los esfuerzos aunados de las repúblicas hierro y por el fuego han querido cambiar las creencias religiosas, ni otros tan pequeños como centroamericanas habrían sido impotentes para los que han predicado la tolerancia.
lanzac al invasor, si Costa Rica, por sí sola y sin ayuda de nadie, no le hubiese arrebatado el tránAtribuir grandeza a Mocazán por habérsele sito tomándole los vapores del río y lago de Nideclarado dictador y libertador, es afectar que caragua se desconocen los medios de que ciertos hombres se sirven con tanta frecuencia para alcanzar esos Desengañémonos: la grandeza de esos a quienes hemos dado en llamar grandes hombres, puestos.
Desde que un pueblo va a deponer a los pies sólo existe en nuestro espíritu de caciquismo, en de un amo espontáneamente el tesoro de sus linuestra sangte de indio circulando bajo la piel bertades, el amo está juzgado, aunque no en el blanca del vasallo de Felipe II.
sentido de la grandeza.
No bien un audaz cualquiera secuestra en su (La República, 23 XI 87. provecho la soberanía del pueblo haciendo crugir el látigo del capataz, nos posternamos ante él, abdicamos nuestra dignidad, y nos apresuramos En uno de tantos motines frecuentes en Gua a besar la mano que nos azota.
temala, el arzobispito don Francisco García Peláez, salió de su palacio a auxiliar algunos heriMientras no llegue el día en que para todos dos moribundos. Estaba en esta santa ocupación nosotros sólo las instituciones sean veneradas, y cuando se avistaron dos partidos enemigos que en los hombres públicos no apreciemos otro comenzaron a tirotearse.
mérito que el de su integridad, y lealtad en la El arzobispito, entonces, puesto en pie y con ejecución de las leyes: mientras en esos mismos las manos en las orejas, gritó: No sean, pesa hombres públicos no desapacezca toda ambición dos; si tiran me voy.
personal para dar lugar a la única noble de las (La República, 16 XI 87. glorias de la patria, estaremos tan distantes de la verdadera democracia como lo estábamos en el tiempo del coloniaje.
Acerca de expropiación forzosa Sea, pues, nuestro mayor anhelo cambiar meEntre los muchos privilegios que el Estado se diante una buena educación política nuestro viatribuía cuando imperaba el principio romano ciado organismo, y siguiendo el ejemplo de la de que el interés individual está subordinado y gran república nocteamericana, no sean grandes para nosotros más que los hombres que imiten a Washington, por cuya mente jamás pasó el Solicite este semanario a la Señorita criminal pensamiento de sobreponerse a la voMATILDE MARTÍNEZ MÁRQUEZ luntad de sus conciudadanos, ni aún con el espe.
cioso pretexto de hacerles bien.
LIBROS (La República, XI 87. La Habana, Cuba. Apartado 2070. Concluye en la próxima entrega)
Teléfono Fo. 2539. La gloria de Morazán.
Tengo muchos defectos. Durante mi larga vida he cometido errores y extravíos que de buena gana quisiera reparar; pero la alevosía jamás se ha albergado en mi pecho.
El que en el año de 1873 dijo cara a cara a la pantera de Guatemala verdades amargas con riesgo de su vida: el que también en plena asamblea y ante un concurso numerosísimo censuró sin rodeos, en el año 1880, el poderío del hombre a quien han llamado el León: el que en estas mismas circunstancias lanza el guante a una secta de fanáticos exaltados, a ciencia cierta que que contra él se han de desencadenar torbellinos de injurias y demuestos, no puede ser de los que tiran la piedra y esconden la mano.
Siempre he dicho la verdad y no tengo por qué arrepentirme, Barcios injurió de hecho y de palabra a todos los que creyó sus enemigos: mientras que a mí no me dirigió una sola mal sonante; no me mando a la cárcel confundido con los presos comunes, y si me desterró, fue con comedimiento, y obligado, según me dijo, por las circunstancias.
El General Guardia jamás me persiguió, y antes bien me hizo ofrecimientos que yo senti no poder admitir Cuando hablaba de mí con mis amigos, decía. Volio es tonto, pero honrado. con lo que me daba todo lo que yo he apetecido.
El señor General don de Jesús Soto, a quien altamente estimo, y cuyas virtudes cívicas me complazco en reconocer, pensará en esta cuestión como major le parezca, sin que, porque no estemos acordes, se disminuya la recíproca afección que nos conocimos nos hemos profesado.
No sería ésta la primera ocasión que ha existido divergencia en nuestras opiniones.
En el Congreso a que ambos concurrimos, casi no pasó día sin que nos encontráramos en pugna, y no por esto dejé de apreciarlo y respetarlo.
De la administración actual soy sincero y eficaz partidario, porque creo que va por el buen camino; y no por esto he encontrado inconveniente en presentar a la Comisión Permanente en el mes pasado, un dictamen contra un proyecto de ley iniciado por el Poder Ejecutivo.
Al modesto y patriota ciudadano que hoy ejerce el poder, le debo gratitud y respeto; estoy dispuesto a hacer por él, si necesario fuese, toda clase de sacrificio; soy, en una palabra, su amigo, pero no su esclavo. Oque desde 0Madre y patria ocupan en mi corazón el mismo lugar, y nunca veré con indiferencia el insulto hecho a una o a otra. Delinquir un pueblo cuando obra en masa!
Es un disparate que no oyeron ni las vasallos de Felipe II. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica